Una variedad de uva autóctona de Muniesa recuperada hace unos años produce un caldo único en el mundo

3.500 botellas de un vino único. Con notas al fruto del almez (Celtis australis), según los expertos encargados de realizar la cata, y tan especial que proviene de las uvas derechero de Muniesa, una especie autóctona de esta localidad que se recuperó hace unos años y con la que ahora Bodegas Témpore, situada en la localidad de Lécera (Zaragoza), ha elaborado los primeros caldos.

El Centro de Transferencia Agroalimentaria (CTA) de Aragón inició la selección de variedades en peligro de desaparecer en el año 98 y, entre esas plantas, estaba el derechero de Muniesa, una cepa que solo se cultiva en esta localidad y, de forma residual, en Ariño y Alloza.

“Es la cepa mejor adaptada a nuestro clima porque es autóctona y como tal está reconocida en Madrid y Bruselas”, explica Víctor Yus, que es el propietario de las dos únicas parcelas dedicadas a esta uva y que, entre ambas, suman 1,5 hectáreas. El agricultor lamenta que hasta hace cinco años había vides de derechero de más de cien años. El cierre de la cooperativa unida a las ayudas por arrancar viñas hicieron que ahora solo queden 1,5 hectáreas, que son las que gestiona la familia Yus, y “otras 50 o 70 cepas en otras viñas mezcladas”, relata el agricultor.

Los encargados de darle forma de vino a esas uvas han sido los hermanos Paula y Víctor Yago, de bodegas Témpore, en Lécera. Después de varias microvinificaciones, que son pequeñas producciones de vino para conocer su comportamiento, acaban de sacar al mercado la primera cosecha de derechero de Muniesa. “Es un vino único en el mundo, con sello y raíz aragonesa y que sirve para poner en valor una variedad de uva que no se puede replicar”, explica Paula Yago, que fue la encargada de presentarlo esta semana en Zaragoza.

Indicación Geográfica Protegida

Las Bodegas Témpore forman parte de la Indicación Geográfica Protegida Bajo Aragón y tienen en Muniesa, a 18 kilómetros de Lécera, un buen vivero de uvas puesto que, apunta Yago, sus condiciones climáticas, a 800 metros de altitud, ofrecen un mayor contraste de temperaturas entre la noche y el día durante el periodo de maduración de las uvas, matices que luego se notan a la hora de fabricar los caldos.

Bodegas Témpore se hizo cargo de la producción en la campaña de 2017 y en la del 2018 contaron ya con 500 kilos de derechero con los que comenzaron a realizar pruebas sobre elaboración de vinos. Al año siguiente se recolectaron 1.500 kilos, pero en 2020 los frutos se helaron y ha sido el vino de la cosecha de 2021 la primera en llegar al mercado. El objetivo es alcanzar a corto plazo una producción de 10.000 botellas.

Se han elaborado 3.500 botellas de un vino “muy aromático en nariz y con mucha potencia de sabor”, describe Paula Yago, quien asegura que se trata de un caldo “exclusivo” y que “sorprende”. Víctor Yus añade que resulta “muy agradable al paladar” y sobre todo subraya sus notas al fruto del almez o litonero, que es como se conoce en la localidad al Celtis australis, aunque apenas hay “dos o tres” ejemplares de este árbol en todo el término.

Víctor Yus está muy orgulloso del nuevo vino que, sin embargo, reconoce que todavía no ha probado en botella. Detalla que es el fruto de 25 años de trabajo para seleccionar las cepas y cultivarlas con mimo junto a su padre, Félix.

El derechero es una variedad prefiloxérica con racimos alargados y grandes, de hasta un kilo, con granos de gran diámetro y sueltos. “Es una uva tinta, muy fina de comer de rotación y maduración bastante tardía”, especifica Yus. Es de las últimas variedades en recolectarse, normalmente a partir del 20 de octubre.