La Confederación Hidrográfica del Júcar podría reactivar el proyecto de la presa de los Alcamines
Los regantes del Alfambra reclaman una solución ante episodios de sequía o grandes avenidasLa Confederación Hidrográfica del Júcar estudiará reactivar la presa de los Alcamines en el río Alfambra para proteger a los usuarios de futuros episodios de sequía y ante eventuales avenidas repentinas de agua. El presidente del organismo de cuenca, Miguel Polo, se comprometió este miércoles con los regantes de la vega del Alfambra a visitar dentro de un mes el lugar en el que estaba proyectada la presa. Así lo trasladó el responsable de la CHJ en la presentación del borrador del Plan Especial de Sequía en la Demarcación Hidrográfica del Júcar, en la que explicó a los usuarios del río la situación de prealerta en la que se encuentra actualmente el río y los posibles escenarios a los que se enfrentan en el futuro más inmediato, que podría llegar incluso a prohibir el riego.
A la reunión asistieron regantes y usuarios de toda la vega del Alfambra e incluso de aguas abajo, de zonas en las que, a priori, no habría problemas de agua.
En la actualidad, el Sistema Turia se encuentra en situación de normalidad y, aunque hay algunos sectores como el de Villalba Alta que está en situación de prealerta o las entradas al embalse del Arquillo, que están en alerta, los usuarios que tienen concesión pueden regar por el momento, según confirmó ayer la Confederación, siempre que se cumpla con el caudal ecológico.
Los responsables del organismo de cuenca llevan dos semanas presentando este documento a las distintas comunidades afectadas. La visita a Alfambra de ayer obedece a la situación de sequía meteorológica que sufre esta parte de la provincia de Teruel.
Regulación del río
“El río Alfambra no tiene regulación y su caudal fluyente está directamente vinculado a la lluvia”, explicó el presidente de la CHJ, que lamentó que “este año hidrológico la luvia es inferior a la media y desde el mes de enero prácticamente no ha llovido”, lo que según explicó Miguel Polo “eso se ha notado en una disminución enorme del caudal circulante del río”, por el que en estos momentos “no llega a pasar ni siquiera el caudal ecológico que está definido en el Plan Hidrológico por lo que, con arreglo a la legislación vigente no se puede coger el agua”, explicó Polo.
En este escenario, Polo abogó por “buscar una solución a un problema que sería circunstancial en una situación de sequía como la actual en la que no se puede usar la poca agua que va por el río, y para esos momentos habría que buscar una alternativa”, aunque lamentó que “eso no se contempla en el documento del Plan de Sequía” porque, añadió, “nada de esto estaba previsto”. Insistió en que “se revisa ahora el Plan de Sequía no porque coincida con la sequía meteorológica sino que es por los tiempos, se acaban de aprobar los Planes Hidrológicos a principios de año e, inmediatamente, hay que actualizar los planes de sequía y coordinarlos con los planes Hidrológicos”, y calificó de “mala suerte” el tener que “hablar de plan de sequías en una situación de sequía meteorológica” al entender que “no es el mejor momento”.
Capacidad
Al tratarse de un río sin regulación el organismo de cuenca no tiene mucha capacidad de actuación. “Es el momento de escuchar y buscar una solución para el futuro”, explicó Polo.
La situación se repite a lo largo de todo el río Alfambra hasta su confluencia con el Guadalaviar, cuando ya está regulado por la presa del Arquillo.
El presidente de la CHJ lamentó su escaso margen de maniobra y dijo que lo único que puede hacer “es esperar que llueva”, y aunque confirmó que esta coyuntura no afecta al agua de boca porque “en el río Alfambra no hay abastecimientos” y todo son de pozo y “los pozos tienen una inercia distinta a la de los ríos”.
El nuevo Plan Especial de Sequía incorpora algunas novedades respecto al aprobado en 2018, entre las que destacan la extensión serie de referencia y la limitación en embalses a mínimos y máximos actuales, revisión selección de indicadores piezométricos, inclusión y ajuste pesos específicos de algunos indicadores parciales.
Según se explicó ayer a los usuarios del caudal del río, la reducción del uso comenzaría con la declaración de la situación de prealerta, que rebajaría la cantidad de agua a la mitad, quedando prohibida la captación de agua si la situación alcanzase el nivel de Emergencia.
Alcamines
Todos, tanto responsables de la Confederación como regantes, en el salón de la Casa de la Villa, en Alfambra, recurrieron al refrán de que “uno solo se acuerda de Santa Bárbara cuando truena” para hablar de medidas correctoras, entre las que tuvo un papel protagonista el proyecto de la presa de los Alcamines.
Miguel Polo recordó en más de una ocasión que en los dos años que lleva al frente de la Confederación nadie le había hablado de este proyecto y se mostró dispuesto a recuperarlo. “A lo mejor podría tener sentido”, dijo antes de entrar a la reunión.
Además, Polo justificó la paralización del proyecto por la experiencia de la presa de las Tosquillas, en Mora de Rubielos. “Una presa acabada hace más de 15 años y que no se ha puesto en funcionamiento” por seguir sin usuarios, por lo que “ese escenario ha impedido posiblemente que se abordara algo en los Alcamines”, especuló.
En declaraciones a los medios de comunicación primero y ante los regantes después, Polo valoró la posibilidad de redimensionar el proyecto. “En la situación en la que estamos a lo mejor sí tendría sentido hacer algo distinto a lo que se estaba planteando en una zona en la que las demandas no son muy altas”, explicó. Según desgranó el presidente de la CHJ, el proyecto inicial de la presa de los Alcamines contemplaba un embalsamiento de 17 hectómetros cúbicos (el embalse del Arquillo tiene 22) mientras que sus usos serían de “dos o tres hectómetros cúbicos”, señaló por lo que apostó por “plantearse algo más acorde al uso real que existe”, añadió.
Lluvia, pero de ideas
El salón de la Casa de la Villa de Alfambra vivió una lluvia de ideas durante la reunión mantenida ayer con la Confederación. Y buena parte de ellas hicieron referencia a la necesidad imperiosa de regular el caudal del río. “Hay un pantano que se proyecto hace 80 años que es el de los Alcamines y es lo que hay que hacer”, dijo uno de los regantes ayer en la reunión. Algunos de los agricultores más veteranos señalaron que el momento de pensar en soluciones como la del embalse es ahora y reclamaron no olvidarlo cuando haya abundancia de agua, como ha ocurrido hasta ahora, afirmaron. “Hay que estar preparados antes”, dijo uno de los asistentes.
El presidente de la Comunidad de Regantes de Alfambra, Carlos Abril, dijo que los agricultores están “pasándolas canutas” porque tienen “my poca agua” después de que no haya llovido “desde hace meses”. Además, Abril destacó que “una de las cosas que nosotros reclamamos es el embalse de los Alcamines que no sabemos si el proyecto sigue todavía en marcha o qué intención hay de hacer con él”.
Solamente la Comunidad de Regantes de Alfambra reúne a unos 300 propietarios, aunque “desde Villalba Alta hasta Teruel hay muchos propietarios más”, apuntó.
Los agricultores rechazaron la opción de recurrir al agua subterránea por los costos de este sistema, después de que Miguel Polo propusiera los “pozos de sequía. “Con lo que cuesta el cereal, esa solución es inviable”, respondió otro usuario.
Otras voces reclamaron la limpieza del cauce y defendieron el riego por mancha asegurando que ese agua pasa al nivel freático y vuelve al río.
Además, se puso encima de la mesa la constitución de una Comunidad General que aglutinase a todas las Comunidades para establecer turnos en los riegos.
Soluciones para los Toranes
Sobre la presa de Los Toranes, en el término municipal de Olba, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, a cuya cuenca corresponde esta infraestructura, recordó que se trata de una “presa para producción de energía hidroeléctrica cuya concesión caducó” y recordó que “en el título de la resolución se ordenaba la demolición e la infraestructura”. “La resolución fue recurrida por el concesionario -continuó Polo- y recientemente ha habido una sentencia que da la razón al Ministerio, porque es quien resolvía el expediente, confirmando que el título había caduca y que había que demoler la infraestructura. Y esa sentencia ha sido recurrida en casación por el concesionario ante el Tribunal Supremo”. Tras estos episodios, el responsable del organismo de cuenca se limitó a explicar que están “pendiente de si se admite el recurso. Y si se admite, de que se resuelva”.
Así, Polo resumió con una respuesta aséptica la postura de la Confederación, que “es partidaria de buscar las soluciones a cada cosa” aunque añadió que “es una pena que en la zona la Confederación no haya tenido el apoyo correspondiente para buscar una solución al riego en el valle de Olba, que es lo que quiere mucha gente, que lo que quiere es poder regar, a lo que la CHJ ha estado dispuesta siempre a resolver ese problema”.
No obstante, continuó que en la zona hay “división social”, aunque “todos quieres regar” para lo que, avanzó, “la Confederación tiene soluciones”.
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