José María Carreras, vicepresidente del Centro de Estudios del Jiloca: "Hace 30 años, la comarca no era conocida y ahora sí se conoce más"
Cede a Mercedes Rubio la presidencia de la entidad cultural tras quince años de estar al frenteJosé María Carreras ha dado un paso a un lado tras quince años presidiendo el Centro de Estudios del Jiloca. Ha sido un paso a un lado, pero un paso pequeño porque se mantiene como vicepresidente para ayudar a su sucesora, Mercedes Rubio, con la que ha intercambiado los puestos en la directiva tras la asamblea celebrada hace diez días.
-¿Qué balance hace de los 15 años al frente de la institución?
-Yo lo he hecho ha sido seguir con lo que estaba haciendo. Lo que funcionaba bien, se ha seguido. Además, yo nunca he tomado las decisiones. Las ha tomado la junta. Yo he sido el que daba la cara pero siempre las decisiones han sido consensuadas con la junta. En este tiempo se ha seguido con las actividades habituales como las publicaciones fijas que tenemos todos los años para los socios como la revista Xiloca o los Cuadernos de Etnología y, con cada dos años los premios de literatura Miguel Artigas, que se falló hace unos días. Se puede destacar la página web, que la estamos retocando porque tenemos problemas con el servidor. Además, se ha intentado ir mucho a los pueblo presentando publicaciones, a dar charlas o cualquier reunión para la que se nos ha solicitado. Otra cosa importante ha sido la gestión del Museo del Jamón. Llevamos seis años con ella y ahora se acaba ya el contrato y estamos en un impás, pendientes de si el nuevo Ayuntamiento lo saca otra vez a concurso y, según las condiciones, veremos a ver si nos presentamos.
-¿Qué más actividades se han hecho en este tiempo?
-Hemos seguido con los habituales certámenes como las becas que se fallaron hace dos semanas; el de literatura, que también se falló el otro día; y ahora falta uno de arte del que saldrá ahora la convocatoria que dará un mes para recoger obras de pintura y escultura y que es itinerante por lo que viajará como mínimo a Calamocha, Daroca y Monreal del Campo. Otras de las cosas que hemos hecho nuevas es la Fiesta del Chopo Cabecero en la que siempre colaboramos con ayuntamientos y asociaciones cultuales que los solicitan. Cada año se ha hecho en una población distinta y el Centro de Estudios forma parte de la organización. También hay un premio de fotografía sobre el chopo cabecero. Se han hecho bastantes publicaciones en colaboración con distintos autores. Algunas se han repartido a los socios pero están pensadas que las adquiera la persona que tenga interés porque el Centro llega hasta donde llega.
También hicimos los paseos Xiloca, que eran carminar 10 o 12 kilómetros en una mañana una vez cada mes o dos meses , pero siempre conociendo algo de geología de los sitios por donde se pasa, o de botánica fauna. Yo los llamo paseos sesudos y valen para aprender a valorar lo que vemos, más allá del ejercicio de andar. Pero desde la pandemia hemos dejado de hacerlo porque ahora hay andadas que organizan la Comarca, otras instituciones y asociaciones culturales. Se han elaborado también guías de la naturaleza del valle del río Jiloca, de los humedales, las sierras de Cucalón y Menera, al Laguna del Cañizar ... de espacios alrededor del río Jiloca. Y también hicimos con la Comarca del Jiloca unas publicaciones de patrimonio de los pueblos pero sobre temas muy concretos.
Estos últimos años la Comarca nos ha encargado publicaciones de patrimonio artístico de determinadas poblaciones, que estamos elaborando ahora. Ya hemos publicado seis, hay tres más en imprenta y estamos preparando otros tres. Hemos participado en jornadas como la del yeso o sobre la Guerra Civil. Hay una serie de actividades que son las propias de un centro de estudios.
-De todo ellos ¿de qué está más satisfecho?
-De haber mantenido las publicaciones habituales. La revista Xiloca no dejó de salir ni siquiera durante la pandemia. Y lo mismo con los Cuadernos. Y eso que la gente que colabora no cobra nada: nos mandan un artículo y se publica si está bien y el Comité lo acepta. Mantener esas publicaciones me parece lo más destacable, que nos piden los socios en las ferias.
Temas pendientes
-En el mismo sentido ¿Qué se ha quedado pendiente de hacer en este tiempo al frente del CEJ?
-Si hubiera tenido más personal y, sobre todo, más dinero, hubiera hecho muchas cosas más. Me parece interesante todo lo que sea estudiar la zona desde cualquier punto de vista, ya sea de naturaleza, botánica, meteorología, arte o biografías, lo que sea. A veces hemos hecho jornadas monográficas. Hicimos una en la Universidad de la Guerra Civil que tuvo mucha aceptación porque era el conflicto visto desde el jiloca. Fue una maratón porque fueron ocho conferencias en un día. Fue una cosa un poco exagerada. Queremos retomar algún tipo de jornadas de distintos temas y en la junta del otro día se comentó y parece ser que se va a intentar hacer.
A mi me gusta todo lo que sea difusión de que somos y de lo que hemos sido.
-Usted deja la presidencia pero no el Centro de Estudios del Jiloca.
-Mercedes Rubio, que es la nueva presidenta, hasta ahora era vicepresidenta y hemos intercambiado los dos el puesto. Es una persona muy válida y muy sensata y trabajadora, y la gente más joven también tiene más ideas. Ma parece que los mas veteranos lo único que podemos hacer apoyar a la gente joven, que están mucho más formados que nosotros y tienen otras ideas. Además, se manejan mejor en el mundo actual de las redes sociales. Pero sigo en la junta como vicepresidente.
-En los últimos años el prestigio dela cuenca del Jiloca ha cobrado más importancia. ¿Cuánta importancia tiene el CEJ en ese empoderamiento?
-En el apartado cultural sí que se ha trabajado mucho porque ha habido muchas iniciativas. Estamos en un momento en el que el CEJ ha sido la referencia cultural de la zona. De hecho, muchas comisiones de fiestas o culturales nos han llamado para hacer alguna conferencia o llevar alguna de las exposiciones itinerantes que tenemos. Es verdad que se ha publicado muchísimo y por eso somos conocidos y valorados. Lo que pasa es que solo llegamos hasta donde llegamos.
Con la institución de la Comarca, que e mucho más reciente que nosotros, las cosas no están aún lo suficientemente claras y no sabemos cuales son sus competencias en el área de Cultura o si tienen presupuesto. Intentamos colaborar pero siempre está la duda de hasta donde nos apoyan o nosotros a ellos.
Pero es verdad que hace treinta años el Jiloca prácticamente no era conocido y ahora sí que se conoce más.
-La actividad se concentra en la zona más próxima a la autovía A-23.
-Es que es donde está la población. Siguiendo la autovía están Villafranca, Monreal, Caminreal, Calamocha ... pueblo que tienen como mínimo 400 o 500 habitantes hasta los más de 4.000 de Calamocha. Pero de ahí para arriba las poblaciones son mucho más pequeñas. En verano pueden subir a las 100 personas, pero en invierno quedan solo media docena. En esos pueblos es en verano cuando tienen la actividad cultural.
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