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Hasta 90.000 grullas se dan cita estos días en el entorno de Gallocanta en la época más importante de la migración Hasta 90.000 grullas se dan cita estos días en el entorno de Gallocanta en la época más importante de la migración
Imagen de la Laguna de Gallocanta tomada este jueves con cerca de 90.000 grullas descansando en el humedal. Uge Fuertes/Amigos de Gallocanta

Hasta 90.000 grullas se dan cita estos días en el entorno de Gallocanta en la época más importante de la migración

El miércoles se pudo registrar el pico más alto de la ocupación del espacio natural por estas aves
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José Luis Rubio

Cerca de 90.000 grullas llegaron el miércoles a la laguna de Gallocanta en lo que, según los expertos, fue el pico más alto de los movimientos migratorios de estas aves con un volumen que, según Antonio Torrijo, de la asociación Amigos de Gallocanta, “puede suponer la mitad las grullas que había en la península ibérica”.

Uge Fuertes, socio también la Asociación Amigos de Gallocanta, confirmaba ufano que el miércoles “vinieron muchas” y que el jueves habían “marchado  también muchas” en lo que calificó como “el día más grande de la migración de esta temporada”. Aunque según el pronóstico de Fuertes todavía quedan muchas de estas aves por pasar por la laguna de Gallocanta, ayer arrancaron el vuelo “cincuenta o sesenta mil”.

Los animales han llegado al humedal procedentes en su mayor parte de Extremadura, aunque según los ejemplares anillados, se trata de animales procedentes de hasta 18 países diferentes. “De Alemania, de Noruega y de Finlandia ... seguro”, confirmó Fuertes.

La oleada de llegadas comenzó el miércoles por la tarde y no cesó hasta bien entrada la noche. El experto ornitólogo y especialista en grullas Antonio Torrijo, de Amigos de Gallocanta, valoró que este miércoles “en Gallocanta estaban casi la mitad de las grullas de Península Ibérica”.

Días días todavía

Aún así, desde la asociación se estimó que “aún quedan al menos diez días de migración”, aunque “el pico fuerte, seguramente ha sido éste”, dijo Uge Fuertes, que calculó que “aún quedan unas ochenta o cien mil por venir a lo largo de los próximos diez días”.

Después de la masiva llegada registrada en la noche del miércoles, ayer por la mañana fue el momento de la salida y cerca de 60.000 aves emprendieron su vuelos hacia el norte de Europa. “A las 11:30 horas han empezado a salir y no han parado hasta cerca de la una. Se han pegado una hora y cuarto  o por ahí sin parar de salir. En esta hora y cuarto calculamos que se habrán ido entre cincuenta y sesenta mil grullas”, aseguró Fuertes, todavía estremecido por el espectáculo.

Aunque ha habido registros de cinco seis dígitos en el censo de grullas en la laguna de Gallocanta, el censo de casi 90.000 registrado ayer es uno de los considerados importantes. “Alguna vez se han llegado a juntar 100.000 pero ha sido algo excepcional. Siempre hay un día que, por lo que sea, es el más potente. Y parece que haya sido éste”, apuntó el amigo de Gallocanta.

Lo repentino de la llegada de las bandadas de grullas, sumado a que se ha producido en un día laboral ha hecho que apenas unos pocos aficionados hayan podido disfrutar de su llegada y de su partida. “Al ser entre semana solo estábamos los frikis”, bromeó Fuertes que explicó que “a no ser que se esté en contacto con los grulleros de por ahí y se vea que están pasando y que son los días no se puede prever hasta el día de antes”.

En el mismo sentido, Antonio Torrijo aseguró ayer que “sí que era previsible” la importante avenida registrada el miércoles al ocaso. “Previsible sí que era porque la climatología estaba despejada en Extremadura y, además, el viento venía del suroeste y les era bastante favorable”, explicó Torrijo, una de las voces más autorizadas en el estudio de esta especie migratoria.

Amigos de Gallocanta

Sin embargo, los dos Amigos de Gallocanta consultados coincidieron en que aunque la llegada sí que estaba prevista, no lo estaba tanto que apenas unas horas después de su aterrizaje emprendiesen de nuevo su viaje. “La salida sí que nos ha sorprendido porque está muy nublado. Hay un paquete de nubes no muy grueso, porque justo encima de las nubes, cuando se abre un poco, se ve el cielo despejado. Además, llueve un poco y esto no es lo que más les gusta”, dijo Torrijo.

A pesar de la dificultad que entraña entender la motivación de un flujo tan importante de aves, Torrijo explicó que “han salido de muchos puntos de España y han venido todas a parar a Gallocanta”. Una reunión propiciada por un “viento que venía muy favorable” para acabar aterrizando en el humedal aragonés. “La circulación de vientos en toda la península ibérica dejaba un corredor que llegaba hasta Gallocanta. Se han debido de juntar prácticamente todas las que estaban volando por España”, razonó.

Con este mapa de corrientes de aire, el grueso de los bandos de grullas podrían hacer escala en el pantano de la Sotonera, en Almudévar (Huesca).

Ayer por la mañana las grullas despegaron en dos direcciones diferentes, “pero en el valle del Ebro sopla un poco de viento de Cierzo por lo que lo más lógico es que todas tiren hacia la Sotonera”, dijo Torrijo.

Se prevé que en los próximas días sigan llegando miles más de grullas, aunque en un volumen inferior. “Es que ya no quedan tantas”, inquirió Torrijo.

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