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Gúdar-Javalambre explotará turísticamente el Mijares con una pasarela a 150 metros de altura Gúdar-Javalambre explotará turísticamente el Mijares con una pasarela a 150 metros de altura
Desde los miradores se podrá ver la belleza de las Hoces del Mijares

Gúdar-Javalambre explotará turísticamente el Mijares con una pasarela a 150 metros de altura

El lugar elegido es San Agustín y se espera que esté en marcha antes de 2024
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La Comarca de Gúdar-Javalambre va a instalar dos miradores ”sobre el vacío” en el término de San Agustín. El proyecto, que está en tramitación administrativa en el Inaga, fue aprobado por el Fondo de Inversiones de Teruel del pasado año, que lo dotó con un presupuesto de 200.000 euros para que esté terminado el año que viene. Uno de los miradores, el más espectacular, es una pasarela de 35 metros de longitud en forma de V.

Los turistas podrán disfrutar bajo sus pies del paisaje de una pasarela  y para los que sufren vértigo está previsto otro mirador al lado del otro  pero sin la espectacular caída en el vacío.

El presidente de la Comarca de Gúdar-Javalambre, Angel Gracia, explicó que el mirador ”de vértigo” se va a instalar en los acantilados de los Estrechos del Mijares, un enclave que reúne grandes atractivos de paisaje y medioambientales. “Con los  miradores se pone en valor estos  parajes naturales y se convertirán en puntos de atracción y de proyección turística en una comarca que vive del turismo”, apuntó.

Ángel Gracia comentó que la idea de la puesta en valor del Mijares nació de la Comarca de Gúdar-Javalambre en las reuniones que se celebran y que actualmente el proyecto está en tramitación de autorización del Inaga y confió que con los 200.000 euros del Fondo de Inversiones de Teruel se llegue a cubrir la financiación según el estudio que se realizó.

La técnico de turismo de la Comarca de Gúdar-Javalambre, Puri Villarroya, reseñó que el mirador es un proyecto de turismo experiencial donde se va a crear una infraestructura novedosa en la provincia y que va atraer al  público por tener esta experiencia. “Es un  motivo más para venir a la comarca como es sentir el vértigo”.

En esta línea, añadió que la experiencia sobre el vacío se complementa con el resto de recursos que tiene la comarca como las experiencias saludables de bosques.

En la memoria del proyecto, que se presentó para las subvenciones con cargo al Fondo de Inversiones de 2020, se reoge que la construcción del mirador turístico de la Hoz del río Mijares es una estructura asomada al profundo cañón que horada el río y que suponga una gran experiencia sensorial para el visitante comprendiendo  la riqueza de los valores paisajísticos, diurnos y nocturnos, del relieve, de la vegetación, de la fauna, valores culturales asociados a la relación del hombre con el aprovechamiento de los ríos, e incluso dar pie a la realización de acciones orientadas a la investigación científica, la educación ambiental y la protección de los cielos nocturnos de la Comarca Gúdar-Javalambre.

Plano de los dos miradores que va a instalar la Comarca de Gúdar-Javalambre para atraer el turismo de experiencia 

“El emplazamiento propuesto para el mirador está en un escarpe vertical de unos 35 m de altura, situado sobre uno de los estrechos del río Mijares. En la vista frontal, tenemos un paisaje agreste y cubierto de arbolado, en el que el agua está omnipresente, aunque desde nuestra posición sea difícil de ver por la vegetación. Las vistas panorámicas son excelentes; el curso fluvial discurre en el fondo de un profundo tajo, 150 m. por debajo de nuestros pies. Un poco más arriba, en la pronunciada ladera, serpentea la Acequia del Diablo, oculta por la masa vegetal; de origen andalusí, sus aguas, captadas en la Fonseca (Ponseca, puente de la acequia) discurren por San Agustín y Olba hasta casi los confines de la provincia de Castellón”.

Añade la memoria que frente están las Cuevas de la Hoz; “parte de estas cavidades artificiales (las conocidas como cuevas defensivas) se encuentran en un inaccesible cortado. Las restantes cavidades, situadas en un pequeño rellano sobre el río, son fácilmente identificables por la forma cuadrada de sus puertas y ventanas talladas en la roca. Las excavaciones arqueológicas han revelado que ese emplazamiento, ocupado durante la Edad del Bronce y en la Antigüedad Tardía, fue un amplio asentamiento andalusí, que explotaría los escasos huertos regados por la Acequia del Diablo en este sector”.

Puri Villarroya expuso que el mirador turístico constaría de una estructura panorámica en forma de V, de 1,2 m de anchura y 35 m de longitud, con un gran vuelo de 12 m sobre la vertical cantera de los Estrechos del Mijares. “Esta estructura realizada con rejilla electrosoldada apoyada sobre largueros de cajón estructural cerrado, y rematada con baranda de sirgas de acero y pasamanos de pequeño diámetro, pretende aportar al visitante una sensación de avance en el vacío mediante la ligereza de los materiales empleados en el tablero del suelo y la baranda, un elemento innovador y espectacular, que aporte una buena dosis de aventura y vértigo a la experiencia del visitante”.

Agregó que para todo aquel que no se sienta atraído por la experiencia del mirador volado, se plantea la habilitación de un mirador anexo que con un vuelo mucho más reducido, propicie el disfrute de la observación del paisaje de forma más sosegada. Este mirador, de 1,5 X 4,5 m, se construirá con ménsulas de acero ancladas a la roca, y un tablero discontinuo de madera, que al impedir la visión directa a través del suelo, reduce significativamente la sensación de vértigo.

Como infraestructura complementaria, se plantea la realización de una zona de aparcamiento, de unos 5 m de anchura media, con capacidad aproximada para 8 vehículos aparcados en línea, en las inmediaciones de la carretera TE-V-2001, aprovechando una parte del antiguo trazado de dicha carretera, hoy en desuso. En él también se ubicará un punto de bienvenida y atención al visitante donde se instalará la señalética necesaria para disfrutar de la experiencia y poder interpretar todos los elementos que se pueden divisar desde el mirador, desde una perspectiva de sostenibilidad.

El proyecto recoge que del aparcamiento partirá una senda de acceso de unos 225 metros lineales, que se abrirá entre el pasto arbustivo existente en el entorno. “Esta traza tendrá aproximadamente 1 m de anchura, y podrá estar adaptada para ser recorrida por personas con movilidad reducida. Se complementará con toda la señalización horizontal y vertical necesaria para que la puedan realizar sin ningún tipo de inconveniente todas las personas, al margen de sus capacidades sensoriales y motrices y de su experiencia con respecto al desplazamiento por el medio natural”.

Dentro de las medidas de seguridad, en las inmediaciones del acantilado se colocarán balizas de advertencia, de colores llamativos, que indiquen al visitante la proximidad del precipicio y el riesgo que conlleva transitar más allá de la línea de seguridad que delimitan.

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