Expectación en Fuentes Claras por la llegada de la planta de tratamiento de residuos orgánicos

Las expectativas en relación a la instalación de una planta de biometano y biofertilizantes en la localidad de Fuentes Claras son altas. Así lo confirmó el alcalde del municipio, Diego Hernández,  que confirmó que la llegada de “una empresa así es algo ideal para un municipio como Fuentes Claras” porque en el plano laboral el desembarco de una iniciativa com la de Fuentes Claras Bioenergy, “proporcionada a las necesidades de paro en la localidad y en la Comarca es una alegría”.

Además de por la creación de una docena de puestos de trabajo directos y más de cuarenta indirectos, la implantación de la planta industrial que convertirá los purines y el estiércol en energía y agua es un impulso económico.

Sobre el carácter sostenible de esta industria, Hernández apuntó que los ganaderos “ya están teniendo muchos problemas en la gestión de los purines” pero recalcó que “dos terceras partes del volumen de material orgánico que gestione (la planta) será purines”. La empresa ya ha cerrado el compromiso con un centenar de ganaderos de la zona para hacerse cargo de sus residuos biológicos, dándoles solución a qué hacer con este material después de que se haya complicado su gestión haciéndose “complicado disponer de suficiente superficie de labor  en la que echarlo” ni en la zona ni en los alrededores porque, explicó el regidor, “estamos rodeados de pueblos que tienen los acuíferos con el nivel de nitritos  por encima de lo recomendable”. De esta forma, la calidad del agua de la zona se verá mejorada después de que la presión de los purines se rebaje con la entrada e funcionamiento de la planta.

Elección nada casual

Fuentes Claras Bioenergy está participada por la compañía Fivere Global Solutions, S.L., que asegura que la elección de Fuentes Claras para albergar esta nueva instalación no es casual. “La localización viene dada por varios motivos. Primero, se hace un análisis de la zona  para ver las que tienen una gran concentración de  industria agroalimentaria ay ganadera que están clasificadas como zonas vulnerables por la Unión Europea. También se buscan zonas despobladas para reactivar la economía y reactivar  la zona”, explicó Laura Martín,   directora de Relaciones Institucionales y Comunicación  la empresa Fivere, que añadió que “hay dos personas en el equipo  son de la zona y querían llevar la prosperidad y la mejora económica, medioambiental y social a ese área”.

La empresa se instalará en una parcela de 130.000 metros cuadrados que hasta ahora están repartidas en 26 fincas de una veintena de propietarios con los que ya se ha cerrado el acuerdo para la compra mediante un contrato de arras, supeditado a que salga adelante el proyecto.

En esta gran parcela, próxima a la autovía A-23, se construirán instalaciones  sobre 25.000 metros cuadrados. La ubicación queda alejada del polígono industrial para cumplir con las prescripciones legales pero sí que está a pocos metros del gasoducto en el que se podrá verter  el  gas generado.

Plazos

La planta podría entrar en producción en el plazo de un año después de que se superare la declaración de impacto ambiental.  El alcalde confía en que la declaración del proyecto de Interés Autonómico, aprobada el miércoles de esta semana, allane el  trámite en el Inaga.

Laura Martín recordó que la declaración de proyecto de Interés Autonómico así como la declaración por el Ayuntamiento de Fuentes Claras  como proyecto de Interés Público fueron los primeros pasos. Ahora se está trabajando en el estudio de impacto ambiental para que “la DGA conceda la declaración ambiental integrada”, explicó la directiva de la compañía. En los cálculos de la empresa, con la reducción de plazos que supone esta consideración por el Gobierno de Aragón así como las facilidades que se dan a los proyectos de energías renovables, está en que “a finales de este año  se disponga de las autorizaciones administrativas aprobadas. A primeros de año se podría empezar con la construcción”. Unos trabajos que se prolongarían al menos durante 9 meses para la obra civil, a lo que habría que sumar un mes más para la puesta en marcha “en seco” y dos meses más para la “puesta en marcha biológica de la planta”, dijo Martín, en cuyas previsiones está en comenzar la producción en 2025.

Cuatro productos

Fuentes Claras Bioenergy convertirá el residuo orgánico en cuatro productos diferentes.

“ Con el residuo orgánico  con el que trabajamos  se forma un biogás que sería un 70% biometano y un 30% CO2. Lo que haremos es  filtrar ese biogás  separando el caudal de CO2 que se utiliza para refrigeración del biometano que se podrá inyectar al gasoducto o transportarlo como gas licuado. Además, hay una fracción líquida que sale de la gestión anaerobia que es rico en material orgánico y que se usa como fertilizante natural y ecológico. Y hay una cuarta salida de la planta que es agua totalmente purificada y osmotizada para ser utilizada para riego”, explicó la directiva, que aseguró que se va a “revertir al sistema y a la sociedad cada año el equivalente a un día del caudal del Jiloca y una reducción de gases de efecto invernadero del equivalente de lo que. produce en un mes  el equipamiento ganadero de la provincia de Teruel”.

Para ello se prevé tratar 260.000 toneladas de residuo orgánico, entre purín y otros residuos de origen agropecuario procedentes de más de cien explotaciones ganaderas de la zona. que están adscritas al proyecto y con las que ya se han firmado acuerdos, que incluyen la totalidad de las explotaciones de Fuentes Claras. La planta generará entre 110 y 120 GW/h de energía.

Diego Hernández confió en que la especialización de los empleos que se generen con la puesta en marcha de la planta puedan ser cubiertos por vecinos del municipio o los alrededores. “En Fuentes Claras no hay mucho paro por eso pienso que los 12 puestos de trabajo iría en línea con las necesidades a cubrir”.  A ellos se sumarán otro medio centenar  de empleos indirectos de chóferes y servicios.