El sonido de las castañuelas y bandurrias atrae hasta Manzanera a más de 700 personas

El Bolero de Caspe, las Semblanzas del Maestrazgo, la Jota Hurtada de Albarracin o las Vendimiadoras de Somontano fueron algunas de las jotas que este sábado sonaron en Manzanera durante la XXXIV Concentración de Escuelas de Jota que concentró a unos 400 cantadores y bailadores. A ellos se sumaron los acompañantes y los propios vecinos, de forma que en total 700 personas disfrutaron de una jornada de convivencia donde las castañuelas y las bandurrias resonaron por las calles de la localidad durante toda la jornada, en la que ni siquiera la lluvia restó público al evento.

La localidad de Gúdar-Javalambre acogió un encuentro que desplazó a aficionados a esta modalidad musical de La Puebla de Valverde, Alfambra, Mora de Rubielos, Aires del Maestrazgo –que concentra a varios pueblos de esta comarca–, Escucha, Utrillas, Monreal del Campo, Linares de Mora, Manzanera y, este año por primera vez, El Poyo del Cid. A esas diez se sumarán las de Viver y Jérica, poblaciones de Castellón pero limítrofes con la provincia de Teruel.

Desde la organización del encuentro, Noelia Blasco, señaló que se trata de una cita importante para los aficionados a la jota: “Es una forma de aprender de otras escuelas y pasar un día agradable” con personas que comparten una misma pasión.

La jota sigue viva

En opinión de la alcaldesa, Celia Durbán, eventos así “ayudan a que la jota siga viva” y destacó que se trata de una pasión “que no entiende ni de edades ni de fronteras”. La regidora agradeció a la Asociación Cultural El Peirón la buena organización y alabó la desinteresada labor de más de 40 voluntarios que contribuyeron a que la jornada fuera un éxito.

El día se inició con una ronda jotera en la que el grupo de Manzanera estuvo acompañado por el de Mora de Rubielos y juntos entonaron coplas hasta la iglesia, donde tuvo lugar una  misa baturra a cargo de la Rondalla de Manzanera. Los niños fueron los encargados de romper el hielo sobre el escenario y a lo largo de toda la mañana los grupos infantiles de las diferentes escuelas se ocuparon de demostrar lo mucho que han aprendido en los últimos años. La gracia y el interés que demostraron durante sus actuaciones es una buena muestra de la importante cantera jotera que hay en la provincia e Teruel.  La lluvia hizo acto de presencia antes de la comida, pero como las actuaciones se llevaron a cabo en el pabellón de Manzanera todo el programa se pudo desarrollar sin problema.

Manzanera ya fue la anfitriona en el año 2010 y volvió a serlo ayer con gran ilusión puesto que, como apuntaron desde la organización, este encuentro “favorece la creación de lazos de unión entre todos los pueblos participantes”. Así mismo, destacaron que las escuelas de jota son en el entorno rural “como un imán que atrae a muchas personas” y crean “fuertes vínculos de amistad y momentos inolvidables de convivencia”.