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Las obras de la muralla de Manzanera sacan a la luz un tramo desconocido Las obras de la muralla de Manzanera sacan a la luz un tramo desconocido
Tramo de la muralla que hasta ahora permanecía oculto tras varios edificios utilizados como almacén. Rafa Roqueta

Las obras de la muralla de Manzanera sacan a la luz un tramo desconocido

Con la restauración se han eliminado unos edificios que ocultaban el paño
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Cruz Aguilar
Las obras de rehabilitación de la muralla de Manzanera han sacado a la luz un tramo que permanecía oculto bajo unas edificaciones antiguas y que ninguno de los vecinos de la localidad había visto nunca porque llevaban décadas tapadas. Este paño quedó escondido bajo diversas edificaciones, pero se conservó perfectamente al ser utilizado como una de las paredes para facilitar la construcción de esos inmuebles. Ahora se han demolido todos esos edificios, que eran corrales y pajares y el aspecto de esta zona del casco urbano ha cambiado sustancialmente.

En este sentido, la alcaldesa de Manzanera, Celia Durbán,  aseguró que todas estas actuaciones realizadas sobre la muralla “han cambiado la cara” de la localidad. “Sólo con la limpieza y la demolición de los almacenes se ha descubierto lo que teníamos, que no éramos conscientes, y ha quedado una plaza de grandes dimensiones”, matizó. Además, esta zona se va a ajardinar, como ya se hizo en el otro espacio recuperado con anterioridad.

Manzanera ha ejecutado ya varias fases para la rehabilitación de la muralla y en esta última se van a invertir un total de 100.000 euros procedentes del Ministerio de Cultura.  El tramo de muralla en el que se ha actuado es el colindate al Portal de Abajo, en la plaza del mismo nombre, y la avenida Ingeniero Piqueras. En la anterior ejecución se trabajó en el tapial izquierdo, que estaba mucho más deteriorado y requirió la reconstrucción de las torres medievales del Portal de Abajo. El coste de la rehabilitación fue de 250.000 euros a los que hay que sumar la iluminación, que supuso una inversión de 30.000 euros.

El portal se construyó en la segunda mitad del siglo XIV y forma parte del recinto amurallado que delimitaba el casco antiguo de la villa medieval. La muralla integraba portales, postigos y torres, aunque actualmente sólo se conservan los portales de Abajo, de Arriba y dos torreones de planta circular, además de las dos torres de planta cuadrada que flanquean el Portal de Abajo y los restos de la torre puerta del Portal de Arriba. El monumento está declarado Bien de Interés Cultural.

Con esta actuación no se concluye la totalidad de la muralla y la alcaldesa señaló que quedaría por restaurar un nuevo tramo, con la particularidad de que las catas realizadas en él han sacado a la luz un antiguo torreón que también quieren recuperar.

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