Visita de parlamentarios aragoneses a las instalaciones del OAJ con el telescopio JST250 a la derecha
El Observatorio de Javalambre y Galáctica, ciencia aragonesa al servicio del desarrollo territorial
El artículo 28 del Estatuto mandata a los poderes públicos el fomento de la investigación y la innovación científica, tecnológica y técnica de calidad
La investigación ha dejado huella en la provincia a través de diferentes proyectos impulsados por el Gobierno de Aragón que se han desarrollado en las últimas décadas más allá del ámbito universitario y de la iniciativa privada. Uno de ellos, el Observatorio Astrofísico de Javalambre (OAJ), ha convertido la ciencia que se puede hacer en Teruel, gracias a la limpieza de sus cielos nocturnos, en un importante recurso al igual que había pasado con los fósiles a través de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis. Sin el Estatuto de Autonomía de Aragón de 1982 sería inimaginable un proyecto de estas características, convertido en el momento actual en una de las grandes cartas de presentación que tiene la provincia para atraer a Teruel la ubicación de la futura Agencia Espacial Española.
El artículo 28 del Estatuto de Autonomía de 1982 establece que “los poderes públicos aragoneses fomentarán la investigación, el desarrollo y la innovación científica, tecnológica y técnica de calidad”. Tras ese mandato se encuentra la creación del Centro de Estudios de Física del Cosmos de Aragón (Cefca) a principios de este siglo, que dio lugar a la construcción del Observatorio Astrofísico de Javalambre en el Pico del Buitre, reconocido hoy día como Instalación Científico Técnica Singular (ICTS), y a la puesta en marcha del centro de difusión de la astronomía llamado Galáctica.
Las ICTS son infraestructuras excepcionales en su género por el tipo de investigación científica que se lleva a cabo con ellas y el desarrollo tecnológico de vanguardia que requiere su construcción. El OAJ es una de las cinco ICTS que hay en Aragón y la única que se encuentra en la provincia de Teruel tras su incorporación al mapa estatal de este tipo de instalaciones en octubre de 2014.
El dato pone de manifiesto la relevancia de esta infraestructura singular en un remoto pico de la Comarca de Gúdar-Javalambre, en el municipio de Arcos de las Salinas. Su puesta en marcha ha colocado a Teruel durante la última década en el punto de mira de la astronomía mundial y sus colaboraciones con la Agencia Espacial Europea han sido solo un aperitivo de lo que está por llegar.
Es una de las principales bazas con que cuenta Teruel, junto con el Aeropuerto, en su candidatura para atraer a la capital turolense la ubicación de la Agencia Espacial Española, que elegirá el Gobierno central mediante concurrencia competitiva en un proceso que se iniciará probablemente en el mes de septiembre.
El OAJ es un ejemplo singular de lo que la Autonomía ha hecho posible en los cuarenta años de Estatuto que se cumplen ahora, puesto que de no haber tenido autogobierno, un proyecto así difícilmente se habría hecho en Teruel.
De hecho, el proyecto en sí mismo es casi tan viejo como el Estatuto, porque sus inicios se remontan a la década de los años 80 del siglo pasado, si bien fue a principios del siglo XXI cuando la DGA tiró adelante con él y no ha sido hasta ahora que el Ministerio de Ciencia se ha involucrado y ha pasado a formar parte del Patronato del Cefca, después de que en los Presupuestos Generales del Estado de 2021 incluyera por primera vez una partida económica destinada a este centro.
Bien es cierto, no obstante, que buena parte de la financiación de estas instalaciones se ha hecho con cargo al Fondo de Inversiones de Teruel (Fite), que financian a partes iguales el Gobierno de Aragón y la Administración central, aunque el proyecto lo ha estado impulsando la DGA.
El Cefca es un proyecto científico que ha dado lugar a su vez a una iniciativa de desarrollo turístico a través de Galáctica, el centro para la difusión y práctica de la astronomía de Arcos de las Salinas, que está abierto ya parcialmente y que a partir del próximo año lo hará a pleno rendimiento como un atractivo más para atraer visitantes a la Comarca de Gúdar-Javalambre.
El Gobierno de Aragón ha destinado 33 millones de euros a estas dos infraestructuras, según el desglose de la inversión facilitado por el Departamento de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento. Para la construcción del Observatorio Astrofísico de Javalambre se han invertido 28 millones de euros y en Galáctica otros 5 millones.
El dinero se ha destinado a la obra civil completa de las instalaciones generales del observatorio y los respectivos proyectos de arquitectura e ingeniería, así como a las cúpulas y la construcción de los telescopios JST250 y JAST80, instrumentos de observación que son únicos porque se han diseñado y construido específicamente para este proyecto científico, al igual que los filtros.
La inversión se ha destinado también a todo el hardware del sistema de control del OAJ y el radioenlace, la helisuperficie con que cuentan las instalaciones, y multitud de pequeñas obras y suministros de acondicionamiento y mejoras de espacios e instalaciones.
También se ha cofinanciado con Brasil parte de la instrumentación científica como las cámaras de los telescopios, JPCam, JPAS-Pathfinder y T80Cam. La Unidad de Procesado y Archivo de Datos (UPAD) y la campana de aluminizado de los espejos son otras infraestructuras en las que se ha invertido para poner en marcha esta joya de la investigación en astrofísica, en este caso mediante inversiones cofinanciadas con el FEDER.
Junto a los dos proyectos principales del Cefca a desarrollar con los telescopios de última generación del OAJ, cuya principal misión es la realización de grandes cartografiados y avanzar con ellos en el conocimiento de dos de los grandes retos por descifrar de la física del siglo XXI como son la energía y la materia oscura, el centro está colaborando en misiones internacionales con la Agencia Espacial Europea y otros organismos.
El proyecto de este observatorio en sus orígenes es casi tan antiguo como el Estatuto de Autonomía, puesto que todo arrancó en los años 80. Bien es cierto que fue a finales de la década cuando, en el marco de una búsqueda de lugares de calidad para realizar observaciones astronómicas en la Península Ibérica, se identificó la Sierra de Javalambre como candidato.
La propuesta para ver las posibilidades que tenía una iniciativa científica así fue aprobada y financiada por el CSIC junto con el Gobierno de Aragón, que contó además con la colaboración de las instituciones locales, el Ayuntamiento y la Diputación de Teruel.
Aquellos estudios para determinar la calidad de los cielos del Pico del Buitre concluyeron que el sitio era un lugar de calidad para la observación astronómica. El proyecto cobró fuerza en 2007 gracias el empuje del astrofísico aragonés Mariano Moles al organizarse un grupo de científicos de Física de Altas Energías que plantearon un proyecto sobre energía oscura.
El Gobierno de Aragón apoyó la iniciativa para construir un observatorio y en enero de 2009 tuvo lugar la primera reunión del Patronato del Cefca y ese mismo año el entonces consejero de Presidencia, Javier Velasco, anunció la licitación de la construcción del observatorio mediante el diálogo competitivo. El contrato se firmó en marzo del año siguiente con la UTE constituida por las empresas AMOS y Torrescámara, la primera de ellas encargada de construir los telescopios por tratarse de instrumentos científicos específicos especialmente diseñados para estas instalaciones.
Desde entonces no han dejado de sucederse hitos que han hecho del OAJ un observatorio puntero a nivel internacional que se ha completado con el centro de difusión y práctica de la astronomía de Arcos de las Salinas llamado Galáctica. Ambos son hoy día uno de los argumentos fundamentales de la candidatura de Teruel para albergar la sede de la Agencia Espacial Española, puesto que convierten a la provincia en un lugar singular para el desarrollo de la actividad astrofísica y espacial; algo que difícilmente hubiera sido posible sin el autogobierno del que hace 40 años nos dotamos los aragoneses a través del Estatuto de Autonomía.
Galáctica es el proyecto vinculado al Observatorio de Javalambre que está haciendo recuperar la fascinación de la gente por mirar a los cielos y reencontrarse con las noches estrelladas, el mayor espectáculo nocturno que ha tenido el ser humano desde sus orígenes y que hoy día nublan las luces de las grandes ciudades. Este centro para la difusión y práctica de la astronomía ha abierto de forma continuada este verano mientras continúan los trabajos de musealización de sus espacios, como un aperitivo de lo que será a partir del año que viene cuando las instalaciones estén a pleno rendimiento. Los estudios de mercado que se han hecho apuntan a que no hay otro producto igual en Europa.
El artículo 28 del Estatuto de Autonomía de 1982 establece que “los poderes públicos aragoneses fomentarán la investigación, el desarrollo y la innovación científica, tecnológica y técnica de calidad”. Tras ese mandato se encuentra la creación del Centro de Estudios de Física del Cosmos de Aragón (Cefca) a principios de este siglo, que dio lugar a la construcción del Observatorio Astrofísico de Javalambre en el Pico del Buitre, reconocido hoy día como Instalación Científico Técnica Singular (ICTS), y a la puesta en marcha del centro de difusión de la astronomía llamado Galáctica.
Las ICTS son infraestructuras excepcionales en su género por el tipo de investigación científica que se lleva a cabo con ellas y el desarrollo tecnológico de vanguardia que requiere su construcción. El OAJ es una de las cinco ICTS que hay en Aragón y la única que se encuentra en la provincia de Teruel tras su incorporación al mapa estatal de este tipo de instalaciones en octubre de 2014.
El dato pone de manifiesto la relevancia de esta infraestructura singular en un remoto pico de la Comarca de Gúdar-Javalambre, en el municipio de Arcos de las Salinas. Su puesta en marcha ha colocado a Teruel durante la última década en el punto de mira de la astronomía mundial y sus colaboraciones con la Agencia Espacial Europea han sido solo un aperitivo de lo que está por llegar.
Es una de las principales bazas con que cuenta Teruel, junto con el Aeropuerto, en su candidatura para atraer a la capital turolense la ubicación de la Agencia Espacial Española, que elegirá el Gobierno central mediante concurrencia competitiva en un proceso que se iniciará probablemente en el mes de septiembre.
El OAJ es un ejemplo singular de lo que la Autonomía ha hecho posible en los cuarenta años de Estatuto que se cumplen ahora, puesto que de no haber tenido autogobierno, un proyecto así difícilmente se habría hecho en Teruel.
De hecho, el proyecto en sí mismo es casi tan viejo como el Estatuto, porque sus inicios se remontan a la década de los años 80 del siglo pasado, si bien fue a principios del siglo XXI cuando la DGA tiró adelante con él y no ha sido hasta ahora que el Ministerio de Ciencia se ha involucrado y ha pasado a formar parte del Patronato del Cefca, después de que en los Presupuestos Generales del Estado de 2021 incluyera por primera vez una partida económica destinada a este centro.
Bien es cierto, no obstante, que buena parte de la financiación de estas instalaciones se ha hecho con cargo al Fondo de Inversiones de Teruel (Fite), que financian a partes iguales el Gobierno de Aragón y la Administración central, aunque el proyecto lo ha estado impulsando la DGA.
El Cefca es un proyecto científico que ha dado lugar a su vez a una iniciativa de desarrollo turístico a través de Galáctica, el centro para la difusión y práctica de la astronomía de Arcos de las Salinas, que está abierto ya parcialmente y que a partir del próximo año lo hará a pleno rendimiento como un atractivo más para atraer visitantes a la Comarca de Gúdar-Javalambre.
El Gobierno de Aragón ha destinado 33 millones de euros a estas dos infraestructuras, según el desglose de la inversión facilitado por el Departamento de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento. Para la construcción del Observatorio Astrofísico de Javalambre se han invertido 28 millones de euros y en Galáctica otros 5 millones.
Inversiones
El dinero se ha destinado a la obra civil completa de las instalaciones generales del observatorio y los respectivos proyectos de arquitectura e ingeniería, así como a las cúpulas y la construcción de los telescopios JST250 y JAST80, instrumentos de observación que son únicos porque se han diseñado y construido específicamente para este proyecto científico, al igual que los filtros.
La inversión se ha destinado también a todo el hardware del sistema de control del OAJ y el radioenlace, la helisuperficie con que cuentan las instalaciones, y multitud de pequeñas obras y suministros de acondicionamiento y mejoras de espacios e instalaciones.
También se ha cofinanciado con Brasil parte de la instrumentación científica como las cámaras de los telescopios, JPCam, JPAS-Pathfinder y T80Cam. La Unidad de Procesado y Archivo de Datos (UPAD) y la campana de aluminizado de los espejos son otras infraestructuras en las que se ha invertido para poner en marcha esta joya de la investigación en astrofísica, en este caso mediante inversiones cofinanciadas con el FEDER.
Junto a los dos proyectos principales del Cefca a desarrollar con los telescopios de última generación del OAJ, cuya principal misión es la realización de grandes cartografiados y avanzar con ellos en el conocimiento de dos de los grandes retos por descifrar de la física del siglo XXI como son la energía y la materia oscura, el centro está colaborando en misiones internacionales con la Agencia Espacial Europea y otros organismos.
El proyecto de este observatorio en sus orígenes es casi tan antiguo como el Estatuto de Autonomía, puesto que todo arrancó en los años 80. Bien es cierto que fue a finales de la década cuando, en el marco de una búsqueda de lugares de calidad para realizar observaciones astronómicas en la Península Ibérica, se identificó la Sierra de Javalambre como candidato.
La propuesta para ver las posibilidades que tenía una iniciativa científica así fue aprobada y financiada por el CSIC junto con el Gobierno de Aragón, que contó además con la colaboración de las instituciones locales, el Ayuntamiento y la Diputación de Teruel.
Aquellos estudios para determinar la calidad de los cielos del Pico del Buitre concluyeron que el sitio era un lugar de calidad para la observación astronómica. El proyecto cobró fuerza en 2007 gracias el empuje del astrofísico aragonés Mariano Moles al organizarse un grupo de científicos de Física de Altas Energías que plantearon un proyecto sobre energía oscura.
Apoyo del Gobierno de Aragón
El Gobierno de Aragón apoyó la iniciativa para construir un observatorio y en enero de 2009 tuvo lugar la primera reunión del Patronato del Cefca y ese mismo año el entonces consejero de Presidencia, Javier Velasco, anunció la licitación de la construcción del observatorio mediante el diálogo competitivo. El contrato se firmó en marzo del año siguiente con la UTE constituida por las empresas AMOS y Torrescámara, la primera de ellas encargada de construir los telescopios por tratarse de instrumentos científicos específicos especialmente diseñados para estas instalaciones.
Desde entonces no han dejado de sucederse hitos que han hecho del OAJ un observatorio puntero a nivel internacional que se ha completado con el centro de difusión y práctica de la astronomía de Arcos de las Salinas llamado Galáctica. Ambos son hoy día uno de los argumentos fundamentales de la candidatura de Teruel para albergar la sede de la Agencia Espacial Española, puesto que convierten a la provincia en un lugar singular para el desarrollo de la actividad astrofísica y espacial; algo que difícilmente hubiera sido posible sin el autogobierno del que hace 40 años nos dotamos los aragoneses a través del Estatuto de Autonomía.
La fascinación por mirar el cielo
Galáctica es el proyecto vinculado al Observatorio de Javalambre que está haciendo recuperar la fascinación de la gente por mirar a los cielos y reencontrarse con las noches estrelladas, el mayor espectáculo nocturno que ha tenido el ser humano desde sus orígenes y que hoy día nublan las luces de las grandes ciudades. Este centro para la difusión y práctica de la astronomía ha abierto de forma continuada este verano mientras continúan los trabajos de musealización de sus espacios, como un aperitivo de lo que será a partir del año que viene cuando las instalaciones estén a pleno rendimiento. Los estudios de mercado que se han hecho apuntan a que no hay otro producto igual en Europa.
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