El Cid estrena campamento en El Poyo, donde es recibido por alrededor de 3.000 personas

El Poyo del Cid lleva ya 26 ediciones agasajando al Campeador y este año lo ha recibido en un nuevo campamento junto al río, una finca que la Asociación Mío Cid podrá utilizar durante los próximos 25 años a través de un acuerdo con el propietario y los responsables municipales de la pedanía calamochina. Más de 300 personas participaron de forma activa en una fiesta que congregó, a lo largo de toda la jornada, a otros 2.500 visitantes.

“Se han cubierto todas las plazas para las comidas y las cenas”, especificó el responsable de Comunicación de la Asociación Mío Cid, José Manuel Lázaro, quien concretó que ayer por la noche se sirvieron en torno a 400 raciones de comida.

El reclutamiento de las tropas en el que participaron tanto los grupos de recreación como los caballeros, arqueros y músicos, constituyó el primer acto de una jornada donde las huestes de Rodrigo Díaz de Vivar volvieron a cabalgar por el Jiloca. Y lo harán por muchos años porque, como apuntó Lázaro, buena parte de las infraestructuras instaladas en el nuevo campamento, como los postes que sirven para albergar a los caballos y dar sombra a los visitantes, o las infraestructuras de sonido y barras, se quedarán fijas.

El objetivo es que las actividades no se realicen en un único día, sino que la Asociación busca ampliarlas en el tiempo con la organización de actos, principalmente dirigidos a los escolares, durante toda una semana. Además, están valorando, según adelantó José Manuel Lázaro, realizar actividades en el Campamento del Cid durante los periodos vacacionales. “Queremos consolidarlo y hacer otros eventos fuera del Encuentro”, dijo.

El Cid fue recibido por dos centenares de recreacionistas que acompañaron a los numerosos vecinos y veraneantes del pueblo que se han ido sumando a lo largo de estos 26 años. En este sentido, el presidente de la agrupación que organiza el Encuentro indicó que “nació como un mercado medieval de los típicos que todavía se celebran en muchos sitios”, aunque pronto se dieron cuenta de la necesidad de darle un carácter local, algo muy sencillo en el que fue en el medievo el poyo del Campeador, como aparece reflejado en el Cantar de Mío Cid y que incluso dio nombre a la localidad. “Teníamos que buscar una singularidad que nos identificara y dejamos el mercado como complemento para basarnos en las mesnadas que aquí hizo El Cid, desde donde llevó a cabo algaradas en las zonas circundantes”, comentó. Para Lázaro, es este “acercamiento a la historia” del pueblo lo que “hace singular la fiesta”.

Uno de los actos que tuvo lugar en el marco del Encuentro del Cid fue el Reto Solidario realizado un año más por una decena de ciclistas de la Peña Ciclista El Rayo, que se desplazaron desde Sagunto para recaudar fondos para la Asociación Anjel con Jota de Jóvenes, dedicada a impulsar el ocio entre los jóvenes con rasgos de autismo y deficiencias en la comunicación y el lenguaje. La agrupación recibirá 3.000 euros además de camisetas firmadas por deportistas de elite, como Miguel Indurain o Roberto Bou.

Precisamente la VIII edición del Premio Campeador ha recaído en esta agrupación. La presidenta de Anjel, Inma Solves, se mostró “súper agradecida” tanto del cheque que recibieron como de la calurosa acogida en El Poyo del Cid. Destacó que el objetivo que persiguen es favorecer el tiempo de ocio para que “estos jóvenes puedan hacer los fines de semana lo que suelen hacer los chicos de su edad”, dijo.