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Dornaque acerca a los visitantes la razón de ser de unas pinturas rupestres de más de 5.000 años Dornaque acerca a los visitantes la razón de ser de unas pinturas rupestres de más de 5.000 años
Un grupo de visitantes ante el Abrigo del Huerto de las Tejadas de Bezas, el primero que se visitó durante el trayecto

Dornaque acerca a los visitantes la razón de ser de unas pinturas rupestres de más de 5.000 años

El Centro de Interpretación organiza actividades durante el verano para explicar el entorno del paisaje protegido
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El Centro de Interpretación de la Naturaleza de Dornaque  invita a viajar al pasado para conocer las pinturas de arte rupestre que nuestros antepasados dejaron plasmados en algunos abrigos rocosos de esta zona de Teruel. Es solo una de las veinte actividades que se han programado en este centro, que forma parte de la Red Natural del Gobierno de Aragón.

La programada para este domingo comenzó con una pequeña visita al centro de interpretación, en la que los asistentes pudieron conocer la fauna y el paisaje que rodea a estas representaciones del arte rupestre levantino. A continuación, de la mano del educador ambiental, se realizó un paseo por el entorno de las Tajadas  para visitar varios de los abrigos de las pinturas rupestres.

De vuelta al centro de Dornaque, los participantes tuvieron la oportunidad de aplicar lo aprendido en un taller de pintura de arte rupestre sobre losas de piedra utilizando los pigmentos naturales similares a los que nuestros antepasados pudieron emplear para hacer las pinturas de la Sierra de Albarracín.

La visita comenzó a las diez de la mañana y se prolongó durante toda la mañana. Tras el encuentro en el centro de interpretación, donde el educador ambiental José Beneito hizo unas primeras explicaciones para situar a los participantes en la actividad resolviendo las primeras dudas sobre la vegetación y la fauna de la zona, el grupo se dirigió al mirador de las Tajadas para comenzar la caminata hacia los abrigos situados en dos ubicaciones cercanas y que son una pequeña representación de los cuarenta que están localizados, la mayoría de ellos protegidos.

El recorrido, que pueden realizar niños a partir de 6 años, discurrió por la senda hasta los primeros abrigos de las Tajadas.

Paseo

Solo el paseo ya merece la pena, porque se puede observar los antiguos tajos, donde se guardaba el ganado, al resguardo de las grandes paredes del rodeno, cruzar el pequeño riachuelo por la pasarela o vislumbrar el final de los callejones que conforman las rocas en su caprichosa disposición.

Durante el camino, además, las explicaciones de Beneito sirvieron para conocer por qué se hacían estas pinturas hace más de 5.000 años o qué tipos de pinturas hay según los elementos y las formas que se van incorporando. “Primero, aparecían solo animales y luego hacen figuras humanas”, comentó.

También se aprende por qué las hacían. “Si ahora utilizamos el whatsApp antes hacían estas pinturas como una forma de comunicación”, comentó. Y las que hoy se pueden observar han llegado hasta nosotros porque están ubicadas en los abrigos, una especie de “visera” de la roca que las protege del sol, la lluvia y el viento y además situados en una situación determinada sur este.

Aunque los abrigos están señalizados y cuentan con su propio panel informativo, la visita guiada permitió encontrar mejor la figura en uno de los abrigos en el que costaba más saber donde se encontraba la figura del ciervo. Estas figuras del Neolítico, con una antiguedad de entre 7.000 y 4.500 años, están protegidas porque forman parte del Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica reconocido por la Unesco.

Visita

Las pinturas rupestres eran el motivo de la visita de este domingo, pero durante el recorrido se fueron despejando otras dudas sobre la vegetación y la geología y sobre qué otros pueblos se asentaron en la zona, ya que existe un yacimiento celtíbero, Peña de Hierro.

Alberto Esteban, es de la localidad de Blancas, en el Jiloca, y aunque conocía el rodeno, no había visitado el centro de Dornaque, que se ubica en una antigua casa forestal. Al finalizar el recorrido señaló que “para los que somos curiosos está muy bien hacer el recorrido guiado”. Además, acompañados de un guía “que explica muy bien”.

Vanessa Gállego animó a hacer la actividad y seguir su ejemplo. Ella y su hijo Nico se apuntaron a una visita anterior desde Dornaque y ahora volvían para hacer esta nueva actividad y habían traído con ellos al resto de la familia. “La siguiente también la vamos a hacer”, aseguró. Y es que las temáticas que se abordan durante estas experiencias gratuitas son diferentes, desde la prehistoria, al mundo de las aves o la geología, según la fecha elegida.

 

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