Síguenos
De nostálgicos que compran recuerdos a fondos de inversión De nostálgicos que compran recuerdos a fondos de inversión
Varias personas, mirando una antigua colcha de ganchillo en uno de los puestos de Antiquarius

De nostálgicos que compran recuerdos a fondos de inversión

El perfil de los compradores es muy variado
banner click 236 banner 236
Cruz Aguilar

Desde fondos de inversión de China y Estados Unidos que compran monedas antiguas, hasta coleccionistas particulares en busca de recuerdos, las antigüedades cuentan con un variado abanico de clientela que tiene un común denominador y es el interés por los objetos del pasado, bien como pasaporte para salvar la inflación o como puerta a esa infancia que todos añoramos con mayor o menor frecuencia.

Jorge Traver aterrizó en Calamocha desde Alcora, Castellón, con centenares de monedas antiguas de todos los tipos, países y épocas. Señaló que la numismática es un sector al alza porque atrae continuamente nuevos coleccionistas y también personas que buscan depositar sus ahorros en inversiones seguras.

El responsable de Numismática San Jorge indicó que los fondos extranjeros apuestan por este tipo de inversiones, aunque aclara que no todo el que tenga una moneda antigua en casa debe pensar que es rico: “La mayoría no tienen ningún valor”, recalcó, para especificar que sí alcanzan un elevado precio las de oro y plata y también las más antiguas, anteriores a 1900 y en un buen estado de conservación.

El interés de Arsenia Barredo y Mari Carmen Parienta por las antigüedades está muy alejado de obtener una rentabilidad económica. Las medallas religiosas del siglo XVII son la gran pasión de Arsenia Barredo, una andorrana afincada en Zaragoza que se ha puesto un tope de 100 euros para gastar en cada una de estas piezas, de las que ya atesora unas 200. No sólo las compra, sino que las cataloga y prepara una completa ficha de cada una de ellas, incluyendo el lugar de procedencia, el material y todo lo que conoce en torno a ella.

El interés de su amiga Mari Carmen Parienta es bien distinto, puesto que con su paseo por la feria busca “disfrutar de los recuerdos” y admirar objetos que ha tenido en su casa aunque no siempre ha valorado lo suficiente y han acabado perdiéndose.