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Algunos de los mejores belenes de la provincia unen sus fuerzas para darse a conocer Algunos de los mejores belenes de la provincia unen sus fuerzas para darse a conocer
Belén expuesto en el centro cultural Valero Lecha, de Alcorisa

Algunos de los mejores belenes de la provincia unen sus fuerzas para darse a conocer

El colectivo Amigos de los Belenes de Teruel agrupa, por el momento, a nueve nacimientos de ocho localidades
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José Luis Rubio

Los belenistas de la provincia se reivindican. Algunas de las representaciones de las escenas del Nacimiento se han reunido en la agrupación Amigos de los Belenes de Teruel, en la que se han juntado nueve belenes de ocho localidades diferentes, repartidas por todo el territorio provincial.

Alobras, Gea de Albarracín, Alcorisa (con dos belenes inscritos), Teruel, Torres de Albarracín, Orihuela del Tremedal, Mas de las Matas y La Mata de los Olmos son los municipios que forman parte de esta unión belenista que no oculta su afán de crecimiento para congregar a más, muchos más de estos escenarios de todas las comarcas turolenses.

En este colectivo hay belenes de particulares, de organizaciones, públicos y privados, pero todos coinciden en mantener la exposición abierta al público desde el 6 de diciembre hasta el 6 de enero. En algunos casos (la gran mayoría), los belenes se encuentran en espacios cerrados y es preceptivo acudir en los horarios de visita. Algunos ofrecen, además, un número de teléfono para concertar visitas fuera de los horarios convencionales, y otros, como el de Alobras, se puede recorrer en cualquier momento porque está instalado en la plaza de la Iglesia del municipio, en plena vía pública.

El belén de San Pedro recrea escenarios de la ciudad de Teruel. En la imagen, la representación de la plaza del Torico


El grupo no se ha constituido todavía en asociación, aunque sus fundadores aseguran que no tardarán en hacerlo. Mientras tanto, su funcionamiento es muy sencillo y funcional. Una de sus primeras actuaciones ha sido la edición de un cartel anunciador editado este año con las referencias de los nueves belenes participantes junto a información de servicio como la dirección en la que se puede visitar o el número de teléfono de contacto.

Algunos de los belenes que se han alistado en los Amigos de los Belenes de Teruel participan también en la Ruta de los Belenes de Aragón, aunque las distancias que les separan de la zona de Huesca y Zaragoza, donde se instala la mayor parte de ellos, les animó a unirse en un grupo con carácter provincial.

El grupo nació el año pasado con los belenes de San Pedro, en Teruel, Torres de Albarracín y Alcorisa. Solo un año después ya son nueve recreaciones y se anima al resto de belenistas de la provincia a sumarse a este proyecto en construcción.

El objetivo principal es fomentar las visitas a estos dioramas efímeros, que solo se pueden ver durante un mes al cabo del año. Pero, además, ese flujo de visitantes y curiosos que se quiere consolidar redundará en un beneficio para los municipios incluidos en el listado.

Un grupo de niños visita uno de los belenes de Alcorisa


Aunque no existen unas bases en las que se especifiquen los criterios para entrar a formar parte del grupo, la tradición oral apunta que el belén debe trascender de la escena del Nacimiento. Además, debe tener unas dimensiones suficientemente generosas, aunque no se ha precisado cuáles. “Que sea visitable y que tenga más de 15 metros cuadrados y que sea belén, que no sea nacimiento. Queremos que sean belenes completos o más completos todavía, con los reyes, pastores, niños jugando, etc. Que sea un poquitín más completo y que haya un misterio” explicó Maximo Yago, responsable del Belén de San Pedro, en la capital.

Visitas

Una de las condiciones que se establecen para poder entrar a formar parte de esta agrupación es que el belén en cuestió n sea visitable. Por el momento no se han establecido horarios de visita estandarizados para todos, aunque es una opción que tampoco se descarta en el futuro. Al menos en lo que se refiere a los que están en un espacio cerrado y cubierto.

Algunos de ellos piden un donativo para poder visitarlos y otros tienen habilitado un cepillo para recoger la voluntad de los visitantes. Es el caso del de Alcorisa, que destinará todo lo que recoja en su hucha a la Asociación Española Contra el Cáncer de Teruel, afirmó su responsable, Sixto del Río.

Detalle del belén que se instala en el ayuntamiento de Torres de Albarracín


A pesar de que estos belenes no dejan a nadie indiferente, su visita tiene los días contados y el interés por estas figuras se circunscribe al periodo navideño. De hecho, hace unos años el de San Pedro estuvo abierto hasta marzo y apenas registró visitas.

Los curiosos que visitan los belenes suelen ser niños y personas mayores. Así lo confirmó Yago, que aseguró que a la gente de 40 y 50 años no le interesa tanto.

Yago reivindicó la tradición del belén frente a otras costumbres que se han importado de la cultura anglosajona como el árbol de navidad o la figura de Santa Claus.

Estas instalaciones se han convertido en un verdadero polo de atracción para turistas. Es el caso, por ejemplo, de Torres de Albarracín, donde además de los 120 vecinos del municipios, otras 2.000 personas pasan año tras años por el belén de Belda llegados del resto de las Sierra de Albarracín y como turistas de vacaciones.

En Alcorisa hay dos belenes pertenecientes a este grupo. Uno, el más grande y más complejo, se monta en las instalaciones del centro cultural Valero Lecha que realiza el propio Sixto del Río cada año para ir ampliando la población de su diorama. “El Belén es artesanal. Los movimientos son artesanales. Un Belén muy cuidado, muy mimado, está mucho basado en la historia”, explicó el belenista alcorisano, que cuenta más de 250 figuras en su maqueta, de las que 60 están dotadas de movimiento.

El belén de Mas de las Matas se ha incorporado a los Amigos de los Belenes de Teruel


Mientras, el belén que se instala en la parroquia tiene 30 metros cuadrados y las figuras son de mayor tamaño. “Está basado en los belenes que se hacían antiguamente por esta tierra, a base de suecas, de cortezas, de ramas secas”, dio del Río.

Todos iguales, todos distintos

Pese a que todos los belenes comparten la misma temática y narran un episodio muy concreto de los Evangelios del Nuevo Testamento, lo cierto es que no hay dos belenes iguales. Sobre todo en los más elaborados, en los que sus diseñadores se esfuerzan por coquetear con la perfección y cuidan cada detalle. El algunos casos los belenistas rastrean en el mercado artesano las figuras más exclusivas y que mejor se adapten al resto de sus piezas. Mientras, otros se lanzan a realizar sus propias piezas.

Es el caso de Roberto Belda, diseñador del belén instalado en el salón del ayuntamiento de Torres de Albarracín. Se trata de una escena de cerca de 25 metros cuadrados en el que Belda hace sus propias casas e incluso las montañas y todo lo que es el paisajismo empleando espuma de poliuretano. Además, cuenta con 150 animales. Y en todos los elementos busca una proporcionalidad que favorezca la credibilidad de la escena y genere cierta perspectiva.

Fruto de la tradición

En su mayoría, los belenistas lo son por tradición, casi siempre familiar.

Roberto Belda, de Torres, lleva toda la vida montando belenes. “Es un Belén que yo vivo montando desde que era pequeño, antes de que mi niña vivía a Torre, ya lo montaba en Paterna, que es de donde soy. Vivo comprando figuras año tras año y cada año voy viendo más números de figuras”, explicó.

Por su parte, Máximo Yago aseguró llevar más de dos décadas volcado en la preparación, año tras año, del belén de San Pedro.

Alobras inauguró su belén a cielo abierto el pasado 6 de diciembre


El alcorisano Sixto del Río asegura que nació “con ello”, y recuerda que su padre “ya montaba belén. Lo que montaba entonces eran figuras de plástico de las que vendían antes, el agua la noria en un platito... en fin, lo que se había antes”. Ahora, reconoce que se ha “venido un poco arriba” y se ha dedicado a estudiar todo lo relacionado con los belenes. “”Siempre me gusta hacer cosas que no he visto nunca en ninguna Belén, para que sea más llamativa. Por ejemplo, por decirte algo, el trigo crece, ¿vale? Tú ves el trigo que está abajo y lo ves cómo va creciendo. Pues San José, tú ves el sueño de San José y San José respira”, señaló el belenista.

Una costumbre que tiene sus raíces en el siglo XIII

La tradición del belén, o pesebre, tiene sus raíces en la Edad Media, aunque su origen específico se remonta al siglo XIII. Fue San Francisco de Asís quien popularizó esta costumbre.

En los siglos posteriores, especialmente durante el Renacimiento, la representación del belén se hizo más elaborada y se comenzó a construir con figuras de cerámica, madera y otros materiales.

En España, durante el siglo XVIII, la tradición alcanzó gran popularidad, particularmente en los hogares de la nobleza y las iglesias. Los belenes se colocaban en casas, plazas y templos, y cada región comenzó a aportar su propio estilo y elementos característicos.

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