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Teruel romántico Teruel romántico

Teruel romántico

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Cruz Aguilar

Es una pena que tengamos que ser románticos y mantener vivo un lema del siglo pasado, que tengamos que seguir saliendo a la calle para reclamar que Teruel existe porque los pocos logros que se han obtenido desde que surgió la plataforma son un helicóptero medicalizado para ir a Zaragoza y la A-23. Pero es que cuando nació éramos la única provincia de España que no tenía ni un kilómetro de autovía. Precisamente esa infraestructura ha servido para impulsar el turismo. Nos ha acercado a los de Teruel a las que son nuestras capitales de referencia, Zaragoza y Valencia, ha servido para reducir los accidentes mortales, que antes se contaban por decenas y ahora a veces no pasan de las unidades. Y ha servido para que empresas de diferentes sectores, algunas de ámbito internacional, se hayan instalado junto a su trazado creando empleo y, con él, asentando población. 
Es la única autovía que tenemos –y seguirá siéndolo al menos durante bastantes años– y tampoco hemos mejorado demasiado en cuestiones de ferrocarril. Los transportes eran lo que reivindicaba ese movimiento romántico que creó en Teruel un sentimiento de unidad nunca antes visto. 
La sociedad ha seguido evolucionando y Teruel, no. Ahora nos hemos quedado atrás también en conexiones a internet y telefonía móvil. Es lamentable que un pueblo tenga que dejar sin arreglar una calle para ponerse una antena. Pero pasa y lo que es peor, visto lo visto, seguirá pasando. Mientras por Teruel desfilan responsables de todos los colores vendiéndonos la moto, muchos pueblos siguen sin cobertura y sin conexión a internet. ¿Hasta cuándo?
El otro domingo defendía en mi columna el papel de la sociedad para salvar los pueblos, que creo que es muy relevante. Pero la sociedad no debe ir sola, para eso votamos –aunque votemos poco porque somos pocos– a unos representantes que están ahí gracias a las papeletas que metemos en las urnas. Podemos ponernos románticos o ser prácticos, cada uno que elija, pero algo habrá que hacer por salvar Teruel. Digo yo.