Síguenos
Allepuz año uno Allepuz año uno

Allepuz año uno

banner click 236 banner 236
Cruz Aguilar

El próximo sábado Allepuz acogerá la II edición del Festival contra la Despoblación. Oímos la palabra despoblación y algunos ya desconectamos, no porque no veamos importante hablar del tema (“temita”, como lo llaman algunas), sino porque la mayor parte de los discursos están vacíos y no conducen a ninguna parte. Por eso es de justicia dedicar esta columna a ese festival de 2018 que sí sirvió para algo. 

En primer lugar para acuñar el término de la España Vaciada y desterrar a esa España Vacía de Sergio del Molino que nos deja en la transparencia a todos los que vivimos en ella. En el manifiesto, leído durante la jornada, se aludía a que es la España Vaciada porque no se vació por voluntad propia sino que la vaciaron  “por ineptitud, inacción u omisión”. No se actuó para compensar las carencias y ello supuso “despoblar unos territorios para abarrotar las grandes urbes”. 
Desde ese 20 de octubre de 2018 no ha llovido mucho, en algunas zonas apenas han caído cuatro gotas, pero sí que han ocurrido muchas cosas de vital importancia para esa España a la que muchos no miran porque somos pocos y otros no ven, como ocurre con el recorte de la bandera. “Vaciada pero aún viva y harta, muy harta”, continuaba el rotundo documento, en el que aseguraban que el medio rural ha tenido “muchos verdugos” y planteaban que “ya era hora de restituir todo lo arrancado”, incluidos “los que emigraron”.
Por otro lado fue en Allepuz donde tuvo La Riada de los pueblos su caldo de cultivo. Allí se conocieron un grupo de jóvenes que descubrieron que buena parte de sus problemas eran similares aunque unos vivían en un remoto pueblo de Huesca y otros en una población de Teruel bañada por el Jiloca. 
Este año Allepuz se volverá a llenar con gente de muchos pueblos que quieren arreglar sus problemas desde dentro, porque ellos son realmente los que saben cuál es la solución, aunque para lograrla necesitan que se mojen también los que viven en las ciudades. Y no solo dentro de los despachos, sino también fuera.