Promueven un camping de 50 plazas en Peñarroya que estará desconectado de la red

El Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga) ha iniciado un proceso de consultas previas antes de que se proceda a la elaboración del estudio de impacto ambiental del proyecto de construcción de un camping de 50 plazas en el término municipal de Peñarroya de Tastavins, en la Comarca del Matarraña. El organismo ambiental ha abierto un plazo de un mes para que las personas que puedan considerarse afectadas presenten sus consideraciones al proyecto y la promotora las tenga en cuenta.

El camping se pretende ubicar en una parcela de algo más de 20.000 metros cuadrados (2 hectáreas) situada al este de la localidad de Peñarroya, a tres kilómetros del casco urbano, en un terreno rústico de superficie agrícola y pinar que cuenta con una antigua masía que está rehabilitada en parte y cuyas instalaciones se aprovecharán para distintos servicios turísticos, entre ellos la atención al público de los usuarios de las instalaciones.

La finca cuenta con una superficie de pinar que no quedará afectada por las obras ni las instalaciones que se proyectan, según consta en la memoria presentada al organismo ambiental.

La capacidad del camping será de un máximo de 50 personas,  estará desconectado de la red eléctrica general y compuesto por un edificio de servicios varios para campistas, una masía que se destinará al alquiler de habitaciones asociadas y distintos servicios de camping. Junto a estas infraestructuras, el proyecto plantea la instalación de placas solares, un depósito de agua, una balsa de recogida de aguas de lluvia y una fosa séptica.

Objetivo

El objetivo de los promotores es desarrollar una propuesta de turismo activo con actividades relacionadas con el agroturismo y que estará abierto durante todo el año, estimando que los fines de semana, festivos y los meses de verano serán las que registrarán mayor ocupación.

La zona donde se proyecta el camping está catalogada como “ambientalmente sensible” por la presencia de flora y fauna autóctona como es el cangrejo de río ibérico y el águila azor perdicera. Asimismo, está afectada por la Red Natura 2000, con zonas LIC y ZEPA.

La iniciativa turística quiere reutilizar las “infraestructuras agrícolas” de la parcela, limpiando de maleza los  bancales, recuperando los olivos, almendros y las carrascas que se localizan dentro de la finca. Además, la propuesta aspira a dar servicio a otros excursionistas, campistas y usuarios que se aproximen a esta zona, dado que por el entorno pasa un Pequeño Recorrido (PR) senderista.

Por otra parte, el camping estará aislado, desconectado de las redes de abastecimiento y saneamiento y se emplazará en una finca que en este momento se encuentra yerma, sin cultivar y abandonada.

En el documento justificativo, la promotora plantea generar el mínimo impacto ambiental sobre el medio ambiente: propone no emplear hormigón armado en la estructura de los edificios ni tampoco materiales que obliguen a la utilización de maquinaria y transporte pesado. Además, se emplearán sistemas constructivos tradicionales y recuperarán los caminos mediante tierras, arenas y gravas permeables con “incidencia mínima” sobre el entorno, según se apunta en la  memoria justificativa de las obras.

Zonas de acampada

El camping contará con dos zonas de acampada tradicional situadas al norte y al sur de la parcela y que, entre las dos, sumarán alrededor de 7.350 metros cuadrados. Junto a estas se ha previsto una acampada en yurtas  de unos 2.600 metros cuadrados que se localizará entre las dos anteriores. Este tipo de acampada es una construcción similar al glamping (alojamiento de lujo), aunque la tienda en este caso se localiza sobre un entarimado de madera que no requiere cimentación. Se trata de una construcción temporal que va equipada con baño seco y sistema de electricidad.

El proyecto incluye la adecuación de caminos de acceso, empleando los que ya tiene la propia finca, y otros para el desplazamiento interior entre los distintos bancales del parcelario. Además, están previstas zonas de aparcamiento para los clientes del camping con cinco plazas para furgonetas gamper.

En cuanto al abastecimiento de agua de boca, al no existir pozo en la finca se proyectará un depósito de agua potable para abastecer a la masía y la construcción de varias balsas que recogerán la lluvia de las cubiertas junto con  un depósito de almacenamiento de 5.000 litros que suplirá la capacidad mínima  obligada de 100 litros por persona y día.