Más del 70% de los pueblos del Matarraña están en riesgo por incendios forestales

Trece de los dieciocho municipios de la Comarca del Matarraña tienen riesgo alto de sufrir un incendio y sería recomendable que contaran con un plan específico de emergencias para prever todas las contingencias que puedan producirse en este caso. El riesgo de incendio, unido al poblamiento disperso y a las elevadas concentraciones de gente, principalmente turistas, en los entornos naturales de la comarca son elementos que confluyen y se tienen en cuenta como riesgos en el Plan de Emergencias de Protección Civil, que este jueves se presentó en la sede comarcal de Valderrobres.

El Plan, que se redactó y aprobó en el año 2013, acaba de actualizarse teniendo en cuenta las distintas variables que abordan este tipo de documentos, que son una herramienta básica en la planificación territorial para evaluar y estructurar la respuesta ante un situación de emergencia, tal y como señaló Carlos Lacaba, gerente de la empresa Geoter Consultores, encargada de la revisión del plan.

El turismo en el caso de esta comarca se entiende como un riesgo desde el punto de vista de este documento, sobre todo porque lo que atrae a los visitantes a la zona son las zonas naturales que tiene el territorio. “La gran afluencia de visitantes hace que tengamos mucha población, no solo en los municipios, sino también en las zonas de montaña, y eso genera riesgos, porque hay mucha gente practicando deportes, que no necesariamente son de riesgo, sino que son rutas en bicicleta, recogida de setas”, señaló el redactor del documento, quien subrayó que estas prácticas “generan riesgos para estas personas y también para aquellos que, en un momento dado, han de salir a rescatarlas”.

En cuanto al riesgo de incendios, el experto subrayó que es tan alto en la comarca (el 72% del territorio) en parte por el abandono de tierras agrícolas que no es posible mecanizar, lo que ha hecho que en muchos casos haya una continuidad en casi todos los términos municipales entre la zona cultivada y la zona forestal.

Otra cuestión son las nevadas o las inundaciones, con algunos municipios más sensibles, especialmente aquellos que tienen sus cascos urbanos en las cercanías del cauce o que cuentan con infraestructuras de comunicaciones que se podrían ver seriamente afectadas en el caso de que se produjera una crecida de los ríos. ˆEn cualquier caso, Lacaba señaló que “lo más importante es que los alcaldes estén informados de lo que tienen que hacer en casos de emergencias y de que conozcan el plan y de las medidas y riesgos que identifica, puesto que son la autoridad en caso de emergencias por protección civil”.

La técnico de Medio Ambiente de la comarca, Esther Lorente, manifestó que “la actualización es una ventaja para hacer frente a una problemática como puede ser la de los incendios, que se producen de manera más frecuente”, así que “todos los datos que tengamos actualizados, mejor para poder dar una respuesta más rápida y eficaz. Asimismo, señaló que el poblamiento disperso es otro riesgo a “tener en consideración”, de ahí que se haya solicitado un censo sobre las viviendas aisladas que existen en cada municipio. De momento, solo siete de los 18 pueblos han facilitado información.

Por su parte, el presidente comarcal, Fernando Camps, señaló que “es muy importante saber cuántas viviendas están habitadas y dónde, porque recientemente hubo un incendio en Lledó y vimos que necesitábamos tener esa información”.