Los labradores turolenses se forman en nuevas técnicas sostenibles para los suelos

El Centro de Innovación en Bioeconomía Rural de Teruel (CITAte) organizó este jueves en Andorra una jornada práctica para una gestión más sostenible del suelo en sistemas agrarios mediterráneos a la que asistieron de forma presencial 20 agricultores del Bajo Aragón histórico y del Altiplano turolense, así como una treintena de forma online.

Esta formación se engloba dentro de las actividades que el centro del CITA en Teruel está organizando en la provincia con el fin de difundir el uso de prácticas agrícolas sostenibles para mejorar la calidad del suelo.

“Nuestra misión es facilitar y promover la investigación en innovación en el sector agrario y forestal a través de proyectos colaborativos y actividades de transferencia del conocimiento”, dijo la coordinadora del CITAte, Marta Barba.

Mejora de la calidad

El sector está inmerso en planes de mejora de la calidad del suelo agrario y ayer se invitó a varios expertos en agricultura regenerativa, microbiología o gestión sostenible del purín para usar esa materia orgánica como fertilizante.

En definitiva, se trata de que “la agricultura sea más respetuosa con el medio ambiente” y ello contribuya a la sociedad, tanto en la disminución de las emisiones como en la captación de CO2 de otras actividades humanas, explicó Barba.

En la jornada participaron agricultores de Andorra, Bajo Aragón, Matarraña y el Altiplano  movilizados por la cooperativa Cereales Teruel, explicó Barba, que destacó la visita de la tarde a una finca experimental de Ecosdir en la que se realizan ensayos de siembra directa -sin laboreo-, y cultivo en ecológico con mínimo laboreo.

Durante la jornada, el investigador Jorge Álvaro, de la Estación Experimental Aula Dei del CSIC, habló sobre la importancia del suelo, su calidad y del almacenamiento de carbono en los sistemas agrarios.

El suelo lo es todo

Explicó que el mantenimiento de la calidad de los suelos es “fundamental” porque estos “proporcionan una serie de servicios ecosistémicos que van más allá de la provisión de alimentos”. Preservan el medio ambiente en una época en la que el cambio climático es el principal problema. “Son emisores de gases de efecto invernadero pero tienen la capacidad de secuestrar CO2. Un buen mantenimiento de los suelos y un buen manejo pueden ayudar a mitigarlo”, destacó el experto.

Entre las prácticas que cada vez más agricultores incorporan a sus labores se encuentra la reducción de la intensidad de los sistemas de laboreo -como la siembra directa-, el uso racional de los fertilizantes o la rotación de cultivos para favorecer los microorganismos. En definitiva, “la palabra clave es la sostenibilidad que nos permitirá producir alimentos saludables”, resumió el investigador del CSIC.

Preguntado por si los agricultores están concienciados con estas nuevas prácticas, Álvaro aseguró: “Es un sí rotundo que quieren mejorar” porque son los primeros concienciados en la importancia de los suelos, que son su herramienta básica de producción. “Cada vez más, las políticas agrarias inciden en la importancia de la sostenibilidad del suelo”, subrayó, por lo que aquellos más reacios a los cambios están obligados a avanzar.

Investigación

Raúl Zornoza, investigador de la Universidad Politécnica de Cartagena, explicó el papel de los microorganismos edáficos en la fertilidad y salud de los suelos. También intervinieron los investigadores del Departamento de Sistemas Agrícolas, Forestales y Medio Ambiente, José Manuel Mirás y Dolores Quílez. El primero dio a conocer técnicas de gestión sostenible del suelo en plantaciones de frutales y viñedos, mientras que Quílez se adentró en las claves para mejorar la gestión del purín como fertilizante.

Por último, José Ángel Pérez Félez, de la consultora agrícola Agro Cultívate, explicó la mejora productiva, ambiental y económica del cultivo de cereal ecológico en siembra directa. Hubo una mesa redonda y por la tarde tuvo lugar una visita de campo a la finca experimental.