Una máquina perfora los hoyos donde tendrán lugar las plantaciones en el MUP 293 Masías de Ejulve. Gobierno de Aragón
Los fondos Next Generation UE se suman a la restauración de los incendios de 2009
Tragsa licita la replantación de un centenar de hectáreas de monte público en Ejulve y Castelfrío
Tragsa ha sacado a concurso por 249.000 euros (IVA incluido) los trabajos de reforestación de un centenar de hectáreas de montes de utilidad pública (MUP) afectados en julio de 2009 por los incendios forestales Aliaga-Ejulve y Castelfrío-Corbalán. La actuación, que llegará a los 600.000 euros en su conjunto en estos dos parajes de la provincia, está financiada por el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia Next Generation habilitado por la Unión Europea.
El objeto del contrato es la plantación de diversas especies forestales para conseguir la restauración de la cubierta vegetal en los MUP 293 (término municipal de Ejulve), y 282 y 290 (El Pobo y Peralejos). En cada campaña de plantación, a desarrollar entre el otoño y primavera próximos, participarán entre 10 y 20 trabajadores, que durante semanas plantarán pinos, sabinas y quercíneas con azada sobre hoyos previamente abiertos (foto).
La actuación desarrolla, en parte, la memoria de actuaciones redactada en 2019 para la restauración de la cubierta vegetal y la protección del suelo en montes gestionados por el Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón en terrenos afectados por los grandes incendios de julio de 2009, que desembocó en proyectos de ordenación de MUP.
En la actualidad, y tras varios proyectos de inversión -bien directa de las Administraciones públicas o bien a través de mecanismos de colaboración público-privados-, quedan por reforestar 130,68 hectáreas de superficie pública en el MUP 293, del incendio Aliaga-Ejulve, y otras 47,05 en los MUP 290 y 282, del incendio Corbalán-Castelfrío.
Con la repoblación en licitación hasta el 7 de febrero -se suman otros contratos paralelos para la provisión de elementos, como tubos protectores, y la ejecución de los propios hoyos- se repoblará una superficie de 95,70 hectáreas, de las cuales 79,81 ya fueron repobladas en anteriores proyectos pero su porcentaje de éxito apenas alcanzó el 12%. En otras 10,36 hectáreas se propiciará la regeneración natural.
La financiación, que asciende a 600.000 euros para este proyecto concreto, procede de la Unión Europea y será ejecutada entre 2023 y 2024. También está previsto seguir desarrollando trabajos en el MUP 67, en la Umbría de Ejulve, donde ha habido varias campañas de reforestación en los últimos años.
El director provincial de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Pedro Polo, subrayó la “constancia” que requiere una restauración forestal con tanta afectación como esta. “Desde hace 13 años estamos trabajando en restaurar este incendio”, con “cantidad de medios humanos y económicos” que, desde 2009, propician actuaciones.
También subrayó Polo “la importancia de la prevención de incendios para evitar estas catástrofes”. Destacó que la mejor manera “es la gestión forestal activa y sostenible de los bosques”, pues “son ecosistemas vivos que dan bienes y servicios que debemos aprovechar de forma sostenible para evitar el abandono que ha contribuido a generar montes-bomba, sin aprovechamiento de madera, de pastos, acumulando combustible que está desencadenando en megaincendios como los de este verano que ya queman sierras enteras”. “Si un monte no genera riqueza, se abandona”, concluyó.
Los trabajos de restauración de la cubierta vegetal tienen como objetivo evitar la erosión, incrementar la biodiversidad y minimizar el impacto visual del quemado, al tiempo que se sientan las bases para crear, con el tiempo y grandes dosis de paciencia, un paisaje similar al que había antes del incendio.
De otro lado, los trabajos restauran los ecosistemas degradados y frenan la desertificación, según el proyecto.
En ambos incendios, Aliaga-Ejulve y Castelfrío-Corbalán, se está en la fase final de la restauración de la cubierta vegetal, ya que la retirada de la madera quemada se produjo desde agosto de 2009 hasta la primavera del año 2011, y los trabajos de plantación comenzaron en el otoño de 2011, indica Medio Ambiente.
Los incendios más graves de 2009 tuvieron lugar el 22 de julio, que amaneció con unas condiciones de temperatura, humedad relativa y velocidad del viento que hacían presagiar que, si se generaba algún fuego, éste podría adquirir grandes dimensiones. Además, el 21 de julio una tormenta seca barrió parte de la provincia, dejando numerosos rayos que generaron siniestros ya ese día en Beceite, Jarque de la Val, Cañizar del Olivar y Mosqueruela, y por la noche en Aliaga, Montalbán y Valdeltormo.
A partir de las 11:30 horas del día 22 saltaron todas las alarmas. En poco más de una hora se formaron cuatro focos en los alrededores de Aliaga (tres se acabaron uniendo), además de otros en Alloza, Valdeltormo, Mazaleón y Corbalán. Ocho a la vez.
De ellos, tres superaron la consideración de gran incendio: Aliaga-Ejulve, con una superficie afectada de más de 7.300 hectáreas; Corbalán-Castelfrío, con 900 hectáreas, y Alloza-Crivillén, con 1.582 hectáreas.
El de Corbalán-Castelfrío, calcinó los términos municipales de Corbalán, Cuevas Labradas, Peralejos, El Pobo y Cedrillas. Casi toda la superficie estaba arbolada.
El de mayores proporciones fue el de Aliaga, que afectó a este término municipal y también a Cañizar del Olivar, Castel de Cabra, Ejulve, La Zoma y Villarluengo, en las Comarcas de Cuencas Mineras, Andorra-Sierra de Arcos y Maestrazgo. El incendio no pudo ser controlado hasta el 28 de julio, seis jornadas después. La existencia de puntos calientes que resultaban potencialmente peligrosos motivó que el incendio no se declarase como extinguido hasta el día 8 de agosto.
Por otra parte, el 23 de julio de aquel año se declaró otro fuego en Alcorisa que calcinó 600 hectáreas.
El objeto del contrato es la plantación de diversas especies forestales para conseguir la restauración de la cubierta vegetal en los MUP 293 (término municipal de Ejulve), y 282 y 290 (El Pobo y Peralejos). En cada campaña de plantación, a desarrollar entre el otoño y primavera próximos, participarán entre 10 y 20 trabajadores, que durante semanas plantarán pinos, sabinas y quercíneas con azada sobre hoyos previamente abiertos (foto).
La actuación desarrolla, en parte, la memoria de actuaciones redactada en 2019 para la restauración de la cubierta vegetal y la protección del suelo en montes gestionados por el Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón en terrenos afectados por los grandes incendios de julio de 2009, que desembocó en proyectos de ordenación de MUP.
En la actualidad, y tras varios proyectos de inversión -bien directa de las Administraciones públicas o bien a través de mecanismos de colaboración público-privados-, quedan por reforestar 130,68 hectáreas de superficie pública en el MUP 293, del incendio Aliaga-Ejulve, y otras 47,05 en los MUP 290 y 282, del incendio Corbalán-Castelfrío.
Con la repoblación en licitación hasta el 7 de febrero -se suman otros contratos paralelos para la provisión de elementos, como tubos protectores, y la ejecución de los propios hoyos- se repoblará una superficie de 95,70 hectáreas, de las cuales 79,81 ya fueron repobladas en anteriores proyectos pero su porcentaje de éxito apenas alcanzó el 12%. En otras 10,36 hectáreas se propiciará la regeneración natural.
La financiación, que asciende a 600.000 euros para este proyecto concreto, procede de la Unión Europea y será ejecutada entre 2023 y 2024. También está previsto seguir desarrollando trabajos en el MUP 67, en la Umbría de Ejulve, donde ha habido varias campañas de reforestación en los últimos años.
El director provincial de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Pedro Polo, subrayó la “constancia” que requiere una restauración forestal con tanta afectación como esta. “Desde hace 13 años estamos trabajando en restaurar este incendio”, con “cantidad de medios humanos y económicos” que, desde 2009, propician actuaciones.
Gestión forestal y prevención
También subrayó Polo “la importancia de la prevención de incendios para evitar estas catástrofes”. Destacó que la mejor manera “es la gestión forestal activa y sostenible de los bosques”, pues “son ecosistemas vivos que dan bienes y servicios que debemos aprovechar de forma sostenible para evitar el abandono que ha contribuido a generar montes-bomba, sin aprovechamiento de madera, de pastos, acumulando combustible que está desencadenando en megaincendios como los de este verano que ya queman sierras enteras”. “Si un monte no genera riqueza, se abandona”, concluyó.
Evitar la erosión
Los trabajos de restauración de la cubierta vegetal tienen como objetivo evitar la erosión, incrementar la biodiversidad y minimizar el impacto visual del quemado, al tiempo que se sientan las bases para crear, con el tiempo y grandes dosis de paciencia, un paisaje similar al que había antes del incendio.
De otro lado, los trabajos restauran los ecosistemas degradados y frenan la desertificación, según el proyecto.
En ambos incendios, Aliaga-Ejulve y Castelfrío-Corbalán, se está en la fase final de la restauración de la cubierta vegetal, ya que la retirada de la madera quemada se produjo desde agosto de 2009 hasta la primavera del año 2011, y los trabajos de plantación comenzaron en el otoño de 2011, indica Medio Ambiente.
La jornada aciaga del 22 de julio
Los incendios más graves de 2009 tuvieron lugar el 22 de julio, que amaneció con unas condiciones de temperatura, humedad relativa y velocidad del viento que hacían presagiar que, si se generaba algún fuego, éste podría adquirir grandes dimensiones. Además, el 21 de julio una tormenta seca barrió parte de la provincia, dejando numerosos rayos que generaron siniestros ya ese día en Beceite, Jarque de la Val, Cañizar del Olivar y Mosqueruela, y por la noche en Aliaga, Montalbán y Valdeltormo.
A partir de las 11:30 horas del día 22 saltaron todas las alarmas. En poco más de una hora se formaron cuatro focos en los alrededores de Aliaga (tres se acabaron uniendo), además de otros en Alloza, Valdeltormo, Mazaleón y Corbalán. Ocho a la vez.
De ellos, tres superaron la consideración de gran incendio: Aliaga-Ejulve, con una superficie afectada de más de 7.300 hectáreas; Corbalán-Castelfrío, con 900 hectáreas, y Alloza-Crivillén, con 1.582 hectáreas.
El de Corbalán-Castelfrío, calcinó los términos municipales de Corbalán, Cuevas Labradas, Peralejos, El Pobo y Cedrillas. Casi toda la superficie estaba arbolada.
El de mayores proporciones fue el de Aliaga, que afectó a este término municipal y también a Cañizar del Olivar, Castel de Cabra, Ejulve, La Zoma y Villarluengo, en las Comarcas de Cuencas Mineras, Andorra-Sierra de Arcos y Maestrazgo. El incendio no pudo ser controlado hasta el 28 de julio, seis jornadas después. La existencia de puntos calientes que resultaban potencialmente peligrosos motivó que el incendio no se declarase como extinguido hasta el día 8 de agosto.
Por otra parte, el 23 de julio de aquel año se declaró otro fuego en Alcorisa que calcinó 600 hectáreas.
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