Almuerzo popular en el enclave destinado a la peregrinación
Las pedanías de Puigmoreno y Valmuel organizan su primera romería popular
Han adecuado a 4 kilómetros de los pueblos una zona recreativa con árboles y mesas
Valmuel y Puigmoreno vivieron este sábado una jornada que los vecinos calificaron de “histórica”, con la celebración de la primera romería hasta el lugar que quieren convertir en punto de peregrinación, pues aspiran a construir allí una ermita dedicada a la Virgen del Agua. A las 10 de la mañana, vecinos de estas dos pedanías de Alcañiz salieron en romería para visitar un espacio recreativo en el que han plantado más de un centenar de especies arbóreas y adecuado con una zona de merendero, con agua corriente incluida.
Un grupo de jubilados inició este particular cometido hace casi una década, a la vista de que “cuando se crearon estos pueblos de colonización se pensó en hacer edificios, en que tuviéramos horno... pero se olvidaron de hacernos una ermita”, explicó Jesús Lahoz, uno de los promotores de la idea, que se mostraba entusiasmado por la altísima participación que se registró en esta primera salida por parte de los vecinos de las dos pedanías.
A pie, la comitiva vecinal recorrió los cuatro kilómetros que separan los pueblos del enclave, donde el grupo de jubilados ha adecuado una zona para merendar, con mesas que han construido aprovechando viejas canalizaciones de riego que estaban en desuso. Alrededor han plantado más de un centenar de ejemplares de distintas especies. Tal y como relató Jesús Lahoz, “hay 100 pinos plantados, unas 20 moreras y otras tantas choperas que ya empiezan a dar una buena sombra”, se congratuló.
En toda la zona verde “hemos instalado riego por goteo para que los árboles luzcan preciosos y se rieguen sin necesidad de hacer ninguna elevación”, añadió. El agua se recoge del canal de la Estanca y baja “rodada” hasta este vergel que ya empieza a ser muy frecuentado por personas que salen a caminar y por los jóvenes del pueblo. El camino de acceso está guiado por una serie de piedras que los voluntarios han traído “de un corral viejo que se cayó”, explicó Lahoz.
Los terrenos fueron cedidos años atrás por la Comunidad de ganaderos de Alcañiz. La superficie tiene alrededor de tres hectáreas, aunque de momento se ha tomado posesión de algo más de una hectárea en la que se han realizado las plantaciones. “Tenemos a disposición todo el cabezo, pero de momento solamente hemos cogido la zona que se riega de forma rodada y después ya veremos si seguimos avanzando, porque a partir de aquí tendremos que elevar el agua”, dijo.
El plan final es “hacer la ermita”, pero para ello habrá que esperar a tener suficiente presupuesto. Antes de ello “tenemos que construir los baños y la canalización correspondiente, con su pozo ciego”, un proyecto que se ha dejado, apuntó Lahoz, “para el año que viene”.
Un grupo de jubilados inició este particular cometido hace casi una década, a la vista de que “cuando se crearon estos pueblos de colonización se pensó en hacer edificios, en que tuviéramos horno... pero se olvidaron de hacernos una ermita”, explicó Jesús Lahoz, uno de los promotores de la idea, que se mostraba entusiasmado por la altísima participación que se registró en esta primera salida por parte de los vecinos de las dos pedanías.
A pie, la comitiva vecinal recorrió los cuatro kilómetros que separan los pueblos del enclave, donde el grupo de jubilados ha adecuado una zona para merendar, con mesas que han construido aprovechando viejas canalizaciones de riego que estaban en desuso. Alrededor han plantado más de un centenar de ejemplares de distintas especies. Tal y como relató Jesús Lahoz, “hay 100 pinos plantados, unas 20 moreras y otras tantas choperas que ya empiezan a dar una buena sombra”, se congratuló.
En toda la zona verde “hemos instalado riego por goteo para que los árboles luzcan preciosos y se rieguen sin necesidad de hacer ninguna elevación”, añadió. El agua se recoge del canal de la Estanca y baja “rodada” hasta este vergel que ya empieza a ser muy frecuentado por personas que salen a caminar y por los jóvenes del pueblo. El camino de acceso está guiado por una serie de piedras que los voluntarios han traído “de un corral viejo que se cayó”, explicó Lahoz.
Los terrenos fueron cedidos años atrás por la Comunidad de ganaderos de Alcañiz. La superficie tiene alrededor de tres hectáreas, aunque de momento se ha tomado posesión de algo más de una hectárea en la que se han realizado las plantaciones. “Tenemos a disposición todo el cabezo, pero de momento solamente hemos cogido la zona que se riega de forma rodada y después ya veremos si seguimos avanzando, porque a partir de aquí tendremos que elevar el agua”, dijo.
El plan final es “hacer la ermita”, pero para ello habrá que esperar a tener suficiente presupuesto. Antes de ello “tenemos que construir los baños y la canalización correspondiente, con su pozo ciego”, un proyecto que se ha dejado, apuntó Lahoz, “para el año que viene”.
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