La recreación de La Partida de Diego se afianza aunque sin ganar más público pese a su calidad

La recreación de La Partida de Diego, la precuela de Las Bodas de Isabel celebrada este fin de semana en Teruel, sigue afianzándose aunque sin ganar más público pese a la calidad de la representaciones y del programa de actos. Tanto la Fundación Bodas de Isabel como el Ayuntamiento de Teruel hicieron este domingo un balance positivo del desarrollo de esta actividad, que ha permitido debutar a los jóvenes Andrea Gálvez y Sergio Caballero en los papeles de Isabel de Segura y Diego de Marcilla, de cara a la celebración de las Bodas en febrero del próximo año.

Las Bodas de Isabel son únicas, y La Partida de Diego, que narra los acontecimientos ocurridos cinco años antes de la trágica muerte de los Amantes de Teruel, es una precuela espectacular que bebe del mismo espíritu y tiene la misma calidad, aunque con un menor despliegue escénico y una afluencia de público muy inferior que se mantiene estable y que tampoco crece.

El mejor barómetro para medirlo es el mercado medieval, donde los comerciantes aseguraban este domingo que había sido un fin de semana “flojo”, en la línea de otros años. La coincidencia con otro tipo de actividades tanto en la provincia como en Valencia sería la causa de que con esta recreación no aumente el número de visitantes.

Alrededor de 150 personas en escena, más quienes participan en otros cometidos técnicos de la fiesta, han hecho posible que desde el viernes Teruel se haya convertido de nuevo en una villa medieval del siglo XIII para narrar lo que les pasó a los Amantes cinco años antes de lo que cuentan Las Bodas de Isabel en el mes de febrero.
 

La plaza del Seminario centró las principales recreaciones, que se concentraron por la mañana, y que incluyeron el nombramiento de caballeros por parte del rey Pedro II de Aragón, entre ellos Diego de Marcilla, y la partida de este a la guerra. La escena de La espera, con tintes de tragedia griega y protagonizada por Isabel de Segura y mujeres de la mitología clásica, volvió a poner los pelos de punta y a evidenciar la sinrazón de las guerras.

No faltaron tampoco las reivindicaciones, en otra alusión contemporánea, al demandar el padre de Diego, miembro del Concejo de Teruel, mejores comunicaciones y exigir incluso al rey que lo firmase por escrito.

La directora gerente de la Fundación Bodas de Isabel, Lorena Muñoz, dijo al terminar las representaciones que el balance de cómo había transcurrido el fin de semana era “muy positivo” y comentó que estaban “muy contentos en general con todas las novedades” introducidas este año. Había escenas nuevas y más presencia de actores.

Buena respuesta de público

Sobre el público asistente, Muñoz comentó que la respuesta del público había sido buena, con “mucha expectación antes de las escenas”, por lo que seguirán trabajando para incrementar la programación de cara a próximas ediciones. Indicó que tienen que hacer balance para poder ir incorporando novedades, entre ellas la ampliación de los escenarios, “introduciendo novedades y mejoras que permitan que el público lo pueda apreciar mejor y se pueda llegar a más gente”.

Sobre los dos nuevos actores que interpretan a los Amantes, Andrea Gálvez y Sergio Caballero, dijo que habían estado “espectaculares”, al igual que el resto del elenco, lo que había facilitado el trabajo. Añadió que era un “lujo” contar con el grupo de voluntarios que hacen posible los actos, a los que se refirió “como una familia” y les agradeció su trabajo.

Lucía Gargallo, concejala del Ayuntamiento de Teruel, manifestó que el balance de esta edición había sido “un éxito de participación”, y que al acompañar el tiempo se había “notado el ambiente en la calle y Teruel estaba vivo”. Opinó que cada vez hay un mayor ambiente en La Partida de Diego, “que al final se va afianzando” como una “fecha importante” en el calendario “y como una previa para las Bodas, que son nuestro plato fuerte”.

Destacó por otra parte la participación de seis blogueros que habían difundido en las redes sociales la recreación histórica como una forma “de atraer a más gente, darla a conocer, y como gancho para que a Las Bodas asista también un mayor número de personas”.

Los actores que encarnan a los Amantes, y que volverán a hacerlo en febrero, Andrea Gálvez y Sergio Caballero, se mostraron emocionados por la experiencia, sobre la que dijeron que había sido más intensa de lo que se imaginaban. Caballero calificó lo vivido de “espectacular”, mientras que Gálvez admitió que tras la intensidad de la escena de La espera estaba “agotada emocionalmente”, si bien reconoció que había sido una experiencia “muy bonita”.

Sentimiento

Gálvez comentó que había sido una sorpresa cómo lo había vivido todo porque esperaba que iba a sentir menos el personaje, mientras que Caballero comentó que tenía la mirada puesta en Las Bodas de febrero y no imaginaba que iba a vivir “tan profundamente La Partida”, hasta el punto de convertirse en una de las experiencias “más bonitas que he vivido nunca”.

Ambos intérpretes coincidieron en que el momento más difícil había sido la escena de La pedida de mano por su intensidad y el tiempo que había requerido su preparación, aunque también había sido la que más disfrutaron.

Marian Pueo, directora de las escenas, destacó el trabajo de todo el elenco, y en particular de los Amantes, porque cada año es un “reto” poner en escena las recreaciones. “Han hecho un trabajo espléndido; son una pareja muy disciplinada y se dejan guiar”, dijo, a lo que este año se sumó otro reto, el de la nueva escena del viernes por ser coral y distinta.

El presidente honorífico de la Confederación Europea de Fiestas y Manifestaciones Históricas, Mario da Costa, elogió el desarrollo de la fiesta y dijo que cada año ganaba “más calidad”.

El mercado medieval echa en falta que haya más visitantes

Mientras las recreaciones y actividades de La Partida de Diego fueron todo un éxito, en el mercado medieval que le acompaña los comerciantes echaron en falta que hubiese más visitantes. Aunque admitieron que no es lo mismo esta fiesta que la de Las Bodas en febrero, consideraron que el ambiente había estado “flojo” y que sólo les había llegado para “cubrir justos los gastos”.

En diferentes puestos consultados por este periódico la valoración era la misma, que no había habido mucha afluencia ni tampoco turistas, con lo cual las ventas también habían sido escasas salvo momentos muy puntuales. Reconocieron que las fechas eran complicadas porque coincidía con otras muchas actividades como la Feria de Cedrillas en la provincia, o bien en Valencia.