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La empresa pública Acuaes encargará a la consultora Beuter Blasco el estudio geológico de Santolea La empresa pública Acuaes encargará a la consultora Beuter Blasco el estudio geológico de Santolea
A la derecha, rocas desprendidas cerca de la presa del puente, en el embalse de Santolea en agosto del pasado año

La empresa pública Acuaes encargará a la consultora Beuter Blasco el estudio geológico de Santolea

El proyecto es consecuencia del deslizamiento producido en una ladera en agosto de 2021
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La empresa pública Acuaes adjudicará a Beuter Blasco consultoría geológica SLP el contrato para la redacción de un estudio geológico en el embalse de Santolea. El objetivo de este proyecto es conocer la estabilidad de los taludes de la presa del puente, situada aguas arriba, a la cola del embalse, en cuyos alrededores se produjo en agosto del año pasado un deslizamiento de rocas que provocó el cierre de accesos al embalse y la prohibición del baño.

La propuesta presentada por esta consultora para realizar el estudio, licitado esta primavera, ha sido la mejor valorada de las dos que optaron a la licitación del contrato. En concreto, se ha tenido en cuenta la metodología propuesta para el desarrollo de los trabajos previos, la propuesta de cartografía geológica de detalle, el planteamiento de la campaña de auscultación, la caracterización geotécnica de los materiales, el análisis de las problemáticas existentes en la zona y el estudio de soluciones y propuestas de tratamientos y estudios complementarios planteados y desarrollados, según consta en el informe de la Comisión Técnica.

La empresa pública licitó el estudio por un importe de 36.967 euros, después de que se produjera el deslizamiento, ocurrido en agosto de 2021, cuando el operario de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) que trabaja en el embalse avisó de que se observaba el inicio de un desprendimiento de rocas en una de las laderas del embalse del puente.

Técnicos del organismo de cuenca y de la empresa Acuaes, explotadora del embalse, concluyeron “la inexistencia de peligro para la presa” del puente, que se encontraba en las inmediaciones (a unos 250 metros de distancia), si bien se detectó la posibilidad que el movimiento de rocas y tierras no hubiera terminado y que pudieran producirse nuevos movimientos de este tipo.

Cierre de accesos

Ante esta posibilidad, la Confederación Hidrográfica cerró los accesos a la zona y prohibió el baño en el embalse, así como cualquier tipo de actividad acuática. Igualmente, se continuó con la vigilancia en la zona por si se producían nuevos movimientos en la ladera, ya que el área afectada se encuentra próxima a la presa del puente y, aunque no recibió ninguna afección en el primer desprendimiento, se optó por delimitarla por prevención.

Según datos facilitados por el organismo de cuenca, el macizo afectado por el deslizamiento estaba fracturado en una longitud de unos 150 metros y el bloque inestable tenía un volumen estimado de entre 60.000 y 80.000 metros cúbicos de roca.

No obstante, a pesar de que a priori la situación no revestía peligro, en noviembre del año pasado, el Consejo de Ministros autorizó unas obras de emergencia para garantizar la seguridad del vaso del embalse del Puente, por un importe máximo de 615.000 euros y un plazo de ejecución de dos meses.

Necesidad

El Ministerio de Transición Ecológica valoró la necesidad de acometer la obra de emergencia para retirar los bloques rocosos de la cresta del deslizamiento, dado que dichos materiales, que estaban al borde del colapso, se podían desprender de forma controlada. De esta manera, se estabilizaba el terreno y se evitaba un derrumbe fortuito que pudiera afectar a la seguridad de las personas.

Entre los meses de noviembre y diciembre de 2021 se llevaron a cabo en la zona afectada varias voladuras de baja sonoridad con el fin de llevar a cabo la retirada de los bloques rocosos de la cresta y garantizar que las rocas que se encontraran encima del deslizamiento y a punto de romperse pudieran desprenderse de manera controlada. En estos mismos trabajos se analizó también la posibilidad de actuar sobre todo el volumen de roca afectado por la fractura, en una longitud aproximada de 150 metros.

La obra finalizó en plazo, en diciembre de 2021, con la estabilización del talud y la revegetación del mismo con especies autóctonas como pino carrasco y romero.

Licitado en primavera

Finalmente, la pasada primavera Acuaes licitó el estudio geológico-geotécnico de la zona que ahora está a punto de resolver tras la reunión de la Comisión Técnica. La empresa adjudicataria tendrá que realizar un estudio de los taludes en profundidad con el fin de determinar el grado de inestabilidad que han sufrido algunos de ellos, valorar sus consecuencias y establecer unas posibles líneas de actuación con el objetivo de corregir esta situación en el futuro

Entre los posibles tratamientos, el Ministerio informó de que se valorará el refuerzo del talud (bulonado y anclajes, muros de contención, hormigón proyectado, mallas o redes metálicas), la implementación de medidas correctoras (retirada de rocas, retaluzado, drenaje), obstaculizaciones (fosas o cunetas, pantallas metálicas estáticas, pantallas dinámicas, muros de hormigón), o un plan de auscultación complementario a medio y largo plazo para el control de las inestabilidades y del resto del vaso.

No son los únicos problemas geológicos en la zona. El recrecimiento de la pared principal de este embalse tuvo que retirarse en el año 2014 al localizarse un deslizamiento geológico en la margen derecha. Aquello provocó que el proyecto planteado varias décadas atrás para recrecer la capacidad de almacenamiento de la infraestructura quedara desechado y se buscara otra alternativa -la presa del Cañón, cuya construcción acaba de terminar- al considerarse inviable por cuestiones de seguridad.

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