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Jorge Guiral gana el Premio Darío Vidal por su compromiso con las variedades hortícolas Jorge Guiral gana el Premio Darío Vidal por su compromiso con las variedades hortícolas
Participantes del concurso, organizadores, instituciones y familiares de Darío Vidal posan en el Palacio Ardid . P.A

Jorge Guiral gana el Premio Darío Vidal por su compromiso con las variedades hortícolas

La ceremonia de Alcañiz también presentó la II edición del libro ‘El arte en la cocina aragonesa’
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El Palacio Ardid de Alcañiz fue este sábado el escenario de una emotiva celebración que rindió homenaje al esfuerzo de quienes trabajan por preservar el patrimonio alimentario y cultural de Aragón. En su cuarta edición, el Premio Darío Vidal reconoció a Jorge Guiral, hortelano de Huesca, por su incansable labor en la conservación de variedades hortícolas autóctonas, muchas de las cuales se han mantenido gracias a generaciones de hortelanos que dedicaron su vida a la tierra.

Guiral, que no pudo asistir a la ceremonia debido a compromisos con la siembra, envió un mensaje de agradecimiento en el que expresó su orgullo y su compromiso con el legado agrícola de Aragón. “Este premio supone el reconocimiento a nuestros antecesores hortelanos que mimaron la tierra, la huerta y sus productos, consiguiendo dar continuidad a muchas variedades hortícolas que ahora disfrutamos. Recibo este premio con humildad y gratitud y me comprometo a seguir trabajando con la misma dedicación para estar a la altura de este maravilloso reconocimiento”, destacó el galardonado en su mensaje.
 

Jorge Guiral, ganador del premio en una foto de presentación, ya que no pudo acudir presencialemente a Alcañiz. P.A


Además, el acto también contó con la presentación de la segunda edición del libro El arte en la cocina aragonesa, considerado por Ismael Ferrer, organizador del premio como “el mejor recetario de cocina del siglo XX”. Esta nueva edición, con prólogo de la periodista Eva Defior, es un reflejo del legado gastronómico que Darío Vidal quiso preservar. Según Ferrer, “este libro no solo reúne recetas, sino que da voz a las mujeres y hombres que han transmitido su saber culinario durante generaciones. Es un reflejo de nuestra identidad y una herramienta para preservar el sabor auténtico de nuestra gastronomía”.

Labores por y para el territorio

El galardón, que se entrega desde 2021, tiene como objetivo resaltar la labor de personas y familias rurales que han salvaguardado semillas, razas animales y recetas tradicionales, elementos esenciales del patrimonio cultural aragonés. Según Ferrer, esta iniciativa busca reconocer y divulgar el esfuerzo de quienes han protegido la biodiversidad alimentaria y cultural de la región. “Lo que buscamos con este premio es poner en valor el esfuerzo de las personas del medio rural, que han salvaguardado productos y tradiciones que forman parte de nuestra historia”, explicó Ferrer durante el acto.
 

La segunda toma del libro y el busto de Darío Vidal como premio al ganador. P.A


El reconocimiento a Jorge Guiral es también un tributo al trabajo de generaciones de hortelanos que, en palabras del propio galardonado, “han permitido conservar tesoros como el tomate rosa, la pella de cuaresma o el bisalto, variedades que representan el auténtico sabor del Alto Aragón y que son un lujo que debemos proteger”. Su labor ha sido destacada por la capacidad de revalorizar productos autóctonos y su proximidad, manteniendo la sostenibilidad como eje central de su actividad.

La jornada también sirvió para dar visibilidad a otros finalistas que, con su esfuerzo, han contribuido al mismo objetivo de preservar el patrimonio rural. Entre ellos, las hermanas Antonia y Conchita Molina, de Caspe, fueron destacadas por su trabajo en la conservación de las aceitunas empeltre y la producción en salmuera Carlos Gil, de La Almunia de Doña Godina, gracias a su dedicación a la recuperación de frutales tradicionales y variedades de tomates, mientras que Feliciano Alloza, de Alcorisa, recibió elogios por mantener viva la tradición de la judía blanca de riñón, un producto emblemático de su localidad. Carmen Ángeles y Plácido Agud, octogenarios de La Portellada, también fueron reconocidos por conservar su huerta activa.

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