Endesa fija para el 13 de mayo la voladura de las tres torres de refrigeración de la térmica de Andorra

El próximo viernes, 13 de mayo, es la fecha elegida por Endesa para la voladura de las tres torres de refrigeración de la central térmica de Andorra, estructuras esbeltas de 107 metros y cuatro siglos de historia cuya desaparición simbolizará el cambio de la energía fósil a la renovable, pues en su lugar está previsto desarrollar proyectos renovables.

Algunas voces pedían su mantenimiento como icono del patrimonio industrial de una era, pero las torres hiperboloides están listas para ser demolidas, toda vez han finalizado los trabajos de desamiantado y descalorifugado de los tres grupos. Junto a las cintas transportadoras de carbón y caliza, que fueron desmontadas el pasado enero, y la gran chimenea de 343 metros, que  irá abajo más tarde, suponen los símbolos de una época industrial que ha quedado atrás con la descarbonización de la economía.

La voladura será a las 11:30 horas. Un amplio perímetro de seguridad velará por que ningún curioso sufra percances como consecuencia del derrumbe, para el que se utilizarán explosivos.

Este nuevo hito en los trabajos de desmantelamiento de la planta, que dejó de funcionar el 30 de junio de 2020, contará con la presencia del director general de Generación de Endesa, Rafael González; la directora de Proyectos Térmicos de Endesa Generación, Beatriz Muñiz y el director general de Endesa en Aragón, Ignacio Montaner, que informarán sobre los aspectos más significativos de la voladura de las torres, los trabajos de desmantelamiento y su calendario asociado.

Desmantelamiento

Los trabajos de desmantelamiento y de acondicionamiento del antiguo parque de carbones para ubicar la primera planta fotovoltaica de Endesa-Enel en la zona, Sedeis V (50 megavatios), han registrado puntas de 200 operarios en los últimos meses.

Los trabajos de desmantelamiento arrancaron en febrero de 2021 con una inversión de 60 millones de euros a ejecutar en 48 meses de trabajos. Los materiales y equipos se desguazarán y se transportarán como residuos reutilizables. Tiene la singularidad de compatibilizar los trabajos de demolición con el desarrollo de centrales renovables.

Enel pretende implantar casi 2.000 MW -el doble de capacidad que tenía la térmica- en tres fases. La tercera depende de los 1.202 MW del Nudo Mudéjar que el Ministerio para la Transición Justa y el Reto Demográfico ha sacado a concurso.

Para optar al mismo, la eléctrica ha desarrollado un plan con diez parques renovables concebidos en cinco proyectos híbridos de tecnología eólica y fotovoltaica para un total de 1.495 MW a implantar en Andorra y su entorno. A este complejo renovable iría asociada una batería para almacenamiento de 87 MW de capacidad, electrolizadores de hidrógeno verde, una planta para fabricarlos, una industria de seguidores solares y un centro logístico de aerogeneradores.

Indisponible desde 2020

La central térmica de Andorra  quedó indisponible para el sistema eléctrico nacional el 30 de junio de 2020. Atrás quedaron 41 años de actividad y 784.473 horas de funcionamiento de sus tres grupos para producir un total de 224,3 teravatios hora (TWh) netos, el equivalente al consumo de electricidad peninsular durante todo un año. Endesa, su empresa titular, consumió 142,6 millones de toneladas de carbón, del que el 78% fue nacional.

El primer grupo de la central se conectó el 16 de mayo de 1979, mientras que el segundo entró en funcionamiento el 12 de enero de 1980 y el tercero ese 23 de junio.

La planta fue construida por Endesa entre 1974 y 1979 con objeto de llevar a cabo un uso extensivo de los lignitos negros procedentes de explotaciones situadas en la cuenca minera turolense, mezclados con carbones de importación. El país estaba en plena expansión industrial.