Endesa convoca a los dueños de las fincas afectadas por los parques solares en Andorra

Endesa ha convocado a los propietarios de las fincas situadas en los polígonos 3, 24, 25 y 26 de Andorra el 8 de septiembre en la casa de cultura para explicarles los detalles del arrendamiento de estos terrenos en los que se implantará la segunda fase de su proyecto fotovoltaico, una central eléctrica de 235 megavatios (MW).

En la reunión tendrán cabida tanto los propietarios de terrenos donde van a ir ubicados los paneles fotovoltaicos como del suelo por el que tienen que pasar las líneas de evacuación, explicaron fuentes de la eléctrica.

La reunión se enmarca entre las “acciones de responsabilidad” que suele realizar Enel Green Power -la filial renovable de Endesa- “antes de iniciar un proyecto”, explicaron las mismas fuentes, que presumieron de “no iniciar ningún proyecto sin haber hablado antes con el entorno y todos los afectados”.

Todos los proyectos de instalación de energías renovables de Endesa, indica la eléctrica, vienen acompañados de sus correspondientes Planes CSV (Creación de Valor Compartido).

Los planes CSV son diseñados junto con los agentes del entorno y su objetivo es maximizar el impacto socioeconómico que los proyectos tienen en la comunidad. Dentro de los planes CSV se prioriza, entre otras acciones, la incorporación de mano de obra local, así como la contratación en la zona de servicios de restauración y alojamiento de trabajadores.

El proyecto

Se trata de la segunda fase del macroproyecto de 1.725 MW de Endesa en Andorra, que prevé impulsar 235 MW de energía solar fotovoltaica y 54,3 MW de almacenamiento en baterías. Se instalará en gran medida dentro del perímetro de la central térmica, ahora en desmantelamiento. Se desarrollará a lo largo de 15 meses, previsiblemente entre marzo de 2022 y junio de 2023.

La primera fase contempla la construcción de un parque fotovoltaico de 50 MW que se construirá dentro del perímetro de la actual central térmica, y la ejecución de un parque eólico, de 49,4 MW de potencia en Ejulve.

Para estas dos primeras fases, Endesa ya dispone de punto de conexión, mientras que la tercera fase –la más faraónica, de 1.390 MW– depende de la asignación por parte del Ministerio para la Transición Ecológica del Nudo Mudéjar, una convocatoria que el gabinete de Teresa Ribera espera publicar en otoño.

En esta tercera y última fase, que se iniciaría en mayo de 2023 y finalizaría a principios de 2026, se construirían 1.300 MW de potencia fotovoltaica, 90 MW de energía eólica y 105 MW de almacenamiento en baterías.

Además, Endesa proyecta otros 60 MW de hidrógeno verde con los que redondearía a 200 los trabajadores de mantenimiento y operación, según asegura. En la construcción trabajarían hasta 700 personas al año.

Por otra parte, en el desmontaje trabajan más de cien personas, en gran medida de personal local, en las tareas de desmantelamiento del parque de carbones y descalorifugado y desamiantado de las tres torres de refrigeración. El desmantelamiento tendrá un coste de 60 millones de euros y movilizará durante 48 meses a picos de 140 trabajadores.