Endesa baraja la fecha del 16 de febrero para demoler la chimenea de la central térmica

El próximo 16 de febrero es la fecha que baraja Endesa para derribar la chimenea de la central térmica de Andorra, según se habló este miércoles en Teruel en una junta de seguridad para abordar el operativo. En la reunión participaron la eléctrica, la Subdelegación del Gobierno, el Ayuntamiento de Andorra y los cuerpos y fuerzas de seguridad.

El objetivo era trazar un plan de seguridad, igual que se hizo para la voladura de las tres torres de refrigeración el pasado 13 de mayo, con el objetivo de que no se produzcan accidentes indeseados y nadie acceda donde no debe, explicó el alcalde en funciones de Andorra, Joaquín Bielsa.

La chimenea caerá a plomo después de una detonación en su base. A diferencia de la voladura de las torres, con mucho más diámetro, la estructura esbelta de 343 metros de altura dará contra el suelo “como un chopo”, según definió Bielsa. Es por ello que se guardarán al menos 800 metros de diámetro de seguridad.

Ante la expectativa de que numeroso público quiera asistir al fin del icono energético e industrial, se habilitará el aparcamiento de Castelo, en el Parque Empresarial de Andorra (Pean), como última línea de acceso.

En el operativo de seguridad participarán la Guardia Civil, la Policía Local de Andorra y los Bomberos de la Diputación de Teruel, entre otros.

Un hito en el desmontaje

De esta forma, se alcanzará el hito más espectacular y polémico de todas las labores de desmantelamiento, que alcanzan ya dos terceras partes de su ejecución.

La contrata que se hará cargo lleva preparando semanas la compleja operación. Aunque desde la eléctrica aún recelaban ayer de confirmar la fecha exacta, ayer en la junta de seguridad se trabajó con el horizonte del 16 de febrero para llevar a cabo una de las operaciones más críticas en el marco del desmontaje.

Cabe recordar que el pasado 13 de mayo Endesa voló con 275 kilogramos de dinamita las tres torres de refrigeración de la última térmica turolense en actividad, que quedó desconectada de la red el 30 de junio de 2020.

El director general de Endesa en Aragón, Ignacio Montaner, indicó el pasado 15 de diciembre, durante la presentación del proyecto de futuro de la compañía para el territorio tras adjudicarse el concurso del Nudo Mudéjar, que habría que invertir “millones de euros para que la chimenea siga en pie, y hacer un mantenimiento preventivo para consolidar la infraestructura”, un coste que ni la empresa ni ninguna administración pública están dispuestas a asumir.

No se atenderán las peticiones

De esta forma, no prosperarán peticiones de puesta en valor del patrimonio energético e industrial como fuente de desarrollo rural sostenible, como pidió en unas jornadas en 2020 en Andorra la Sociedad Española para la Defensa del Patrimonio Geológico y Minero (SEDPGYM).

En el plano político, el propio Ayuntamiento de Andorra acordó pedir el pasado junio, a instancias de Elijo Andorra y PP, la continuidad de la chimenea, para lo que solicitaba que se declarase como Bien Industrial y se paralizase cualquier trámite encaminado a su derribo al tratarse de “un emblema para la localidad y también para la provincia de Teruel”. Ningún grupo municipal votó en contra, aunque el consistorio no dio traslado a la Dirección General de Patrimonio Cultural, como confirmaron a este diario la semana pasada fuentes del Departamento de Educación, Cultura y Deporte.

Teruel Existe, por su parte, lamentó en repetidas ruedas de prensa y comunicados que se vaya a acabar borrando del mapa “un símbolo para todo el Bajo Aragón histórico” que podría dinamizar turísticamente una zona en transición justa.