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Rafael Martínez, impulsor de 'Extinción': “El parque es un atractivo turístico que funciona cada vez más en el Bajo Aragón” Rafael Martínez, impulsor de 'Extinción': “El parque es un atractivo turístico que funciona cada vez más en el Bajo Aragón”
Rafael Martínez en la presentación de las novedades de ‘Extinción’. P.A

Rafael Martínez, impulsor de 'Extinción': “El parque es un atractivo turístico que funciona cada vez más en el Bajo Aragón”

La figura del Brachiosaurus de 43 metros de largo podría presentarse en el libro Guiness
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Hace ya cinco años que a Rafael Martínez se le ocurrió la idea de decorar su jardín de Aguaviva con la figura de un Velociraptor hecho con sus propias manos. Sin embargo, lo que comenzó como un simple adorno para su casa particular, trascendió hasta los parajes naturales de Las Parras de Castellote. Martínez no es escultor ni paleontólogo, sino bombero forestal, aunque su pasión por los animales extintos y su habilidad con el metal y el hormigón le han llevado a construir casi 20 figuras de gran tamaño que ahora pueblan esta localidad bajo el nombre de Extinción, un proyecto que se ha actualizado de manera reciente.

-¿Cómo se dieron los comienzos de ‘Extinción’?

-Todo surgió casi sin pensarlo. Yo tenía en casa un Velociraptor a tamaño real que había construido por afición y lo tenía en mi jardín. Cada vez que venía alguien a casa, se quedaba impresionado, y un día el Ayuntamiento de Las Parras me propuso la idea de llevarlo a una zona del pueblo que estaba bastante abandonada, un barranco que no se usaba para nada. Pensamos que podría ser una atracción más, algo curioso para quienes pasaran por allí.

-A día de hoy ha crecido mucho. ¿Qué impacto tiene?

-Así es. No imaginábamos era el impacto que iba a tener. La gente empezó a interesarse, a visitarlo, a hablar del dinosaurio, y al Ayuntamiento le gustó tanto la idea que me animaron a seguir haciendo figuras. Mientras ellos acondicionaban el entorno, yo iba añadiendo nuevos animales extintos. Poco a poco, el proyecto fue creciendo y con el tiempo llegaron ayudas de la comarca y de subvenciones, lo que nos ha permitido ampliar el parque hasta lo que es hoy: casi 20 figuras repartidas en un entorno natural único.

-Hablando de la fabricación de las figuras, ¿cómo aprendió a hacer esculturas tan grandes sin formación artística?

-Pues de manera autodidacta y con la experiencia de otros trabajos que he tenido. En los pueblos pequeños, en invierno, solemos hacer talleres de manualidades: pintura, belenes, maquetas… Y eso te va dando destreza. Además, trabajé en la construcción durante muchos años, así que aprendí a manejar materiales como el metal y el hormigón. hora tengo figuras en el parque, pero también en Aguaviva, donde vivo, y en otros pueblos de la zona.

-¿Cree que este ha sido uno de los mayores retos a lo largo de los años?

-Realmente no. Más que un reto personal, —porque esto para mí es un hobby—, lo más complicado ha sido convencer a los propietarios de los terrenos para que nos cedieran espacio. El Ayuntamiento no ha comprado el terreno, todo ha sido gracias a cesiones voluntarias. Al principio fue difícil, porque había dudas sobre si esto iba a ser algo serio o solo una idea pasajera. Afortunadamente, los propietarios vieron que el proyecto iba en serio, que era algo positivo para el pueblo y que iba a traer turismo. Sin esos terrenos, el parque habría sido muy pequeño, porque el barranco no daba para más y se habría quedado así.

-¿Cómo describiría el parque?

-El Parque Recorrido Jurásico Extinción es un espacio donde dinosaurios gigantes de cemento conviven con el paisaje natural del Bajo Aragón. Tiene la finalidad de entretener y que los más pequeños descubran lo que fue la extinción de estas criaturas.

-¿La implicación vecinal ha sido positiva?

-Muy buena. Siempre están dispuestos a ayudar, ya sea para mover una figura, limpiar el terreno o lo que haga falta. Contar con el apoyo del Ayuntamiento y de los vecinos es un lujo, porque esto no lo hace solo una persona, sino un equipo.

- Recientemente se han añadido nuevas figuras, ¿por qué eligió esas en particular?

-Se añadieron un Pelecanimimus de metro y medio y un Gastornis, un ave de dos metros de altura. Se eligieron por el espacio disponible, que era pequeño y no permitía figuras más grandes. Además, buscamos variedad para que no todo sean dinosaurios.

-También tenéis una de las réplicas de dinosaurio más grandes del mundo, ¿cómo se logró?

-Sí, lo estuvimos investigando y creemos que es la más grande del mundo a tamaño real. Hay una en la Patagonia, donde se encontró el original, pero por lo que hemos medido, la nuestra es más grande con 42 metros. Estamos viendo si nuestro Brachiosaurus puede entrar en el libro Guinness.

-¿Cuál es la mejor época del año para visitar la instalación?

-Ahora en primavera es un buen momento, porque ha llovido y hay agua en el barranco, lo que hace que el entorno sea aún más bonito. También en otoño, cuando caen las hojas, el paisaje cambia mucho. La idea siempre fue que los dinosaurios parecieran estar en su hábitat, sin muchos elementos artificiales en el entorno.

-¿Podría tener un símil a Dinópolis?

- Dinópolis es otra liga. Ellos hacen un trabajo de divulgación científica impresionante y su nivel es muy alto. Nosotros no buscamos competir con ellos, sino aportar nuestro granito de arena desde un enfoque natural.

Además, nuestro parque se centra mucho en la idea de la extinción. A lo largo de la historia de la Tierra ha habido cinco grandes extinciones, y en el parque intentamos reflejar esa diversidad con figuras de diferentes épocas. Por supuesto, animamos a la gente a visitar Dinópolis y sus diferentes sedes, que tienen una importancia enorme para la provincia de Teruel.

-¿Que futuro le espera a ‘Extinción?

-Ahora mismo hemos recibido la última subvención y estamos terminando de colocar todo. De momento, nos centramos en consolidarlo. Ahora mismo me voy a dedicar a ayudar en la Almazara de Jaganta, para que se pueda disfrutar de otro atractivo turístico en el Bajo Aragón.

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