El Gobierno de Aragón declara Bien de Interés Cultural las Alfombras de Aguaviva

El Gobierno de Aragón declaró este miércoles como Bien de Interés Cultural (BIC) las alfombras procesionales de la región, como las que celebra Aguaviva cada 28 de agosto. Una decisión motivada en “su potente identidad cultural y evolución hasta los tiempos actuales” que la Unesco podría distinguir en unos años como Patrimonio Cultural Inmaterial.

Este reconocimiento se suma a otros con los que ya cuenta la celebración más singular de la localidad bajoaragonesa, como la declaración de Fiesta de Interés Turístico en Aragón en 2017, el Sello del Año Europeo del Patrimonio Cultural en 2018, y el Sello de Excelencia Turística en Aragón recibido en varias ocasiones.

El alcalde de Aguaviva, Aitor Clemente, se congratuló por una “estupenda noticia” que “continúa poniendo en valor la que es nuestra celebración más singular, sin ninguna duda”, y a la que “durante mucho tiempo no le hemos dado el valor que merece tanto hacia dentro como hacia fuera, con todo el trabajo que conlleva”.

Este reconocimiento “la sitúa en su lugar y también va a permitir abrir puertas de financiación, promoción y otro tipo de cuestiones dentro del proceso que se está iniciando para conseguir el reconocimiento de la Unesco” como Patrimonio Cultural Inmaterial, manifestó el regidor.

Santísimo Misterio

La celebración del Santísimo Misterio tiene lugar en Aguaviva cada 28 de agosto, en conmemoración de los hechos ocurridos en 1475 cuando, según la tradición, un incendio destruyó la iglesia excepto una cruz de plata con una partícula del Lignum Crucis en su interior y tres hostias consagradas pequeñas y una grande, que fueron las que dieron origen al milagro. Esta festividad, recuperada en el año 1989 por la Asociación Cultural Caliu, consiste en elaborar preciosas alfombras de serrín teñido, cuyos tapices, diseñados con distintos dibujos, tienen aproximadamente un kilómetro de largo por dos metros de ancho. El trabajo apenas dura hecho tres horas, pues es difumado al paso de la procesión.

A propuesta de la consejera de Presidencia, Interior y Cultura, Tomasa Hernández, el Consejo de Gobierno decidió este miércoles declarar BIC tanto las alfombras procesionales como el puente de Anzánigo, que cruza el río Gállego a la altura de Caldearenas (Huesca).

Las alfombras –con ramas, flores, serrín, papel o granos de arroz–, que cubren las calles y plazas de varias localidades de Aragón, suele tener lugar con ocasión de la liturgia católica del Corpus Christi.

Temas

Antes de la extensión de este material, se eligen los temas, se dibujan y recortan sobre cartones-plantillas. Posteriormente, se calca el diseño sobre los suelos y se vierte el material elegido, que se guarda en sacos la víspera.

Las alfombras más conocidas en Aragón son las de Tamarite de Litera (Huesca), Aguaviva y Daroca (Zaragoza) por ser sede del Milagro de los Corporales. Destacan también los tapices realizados en Zaidín, Rivas (Zaragoza), Tamarite de Litera, Barbastro, Jaca, Fraga y Monzón (Huesca), así como Híjar. El ceremonial es similar en todas las localidades.

Las alfombras reúnen varias tradiciones: la católica, que celebra la presencia y el Misterio de Cristo en la Eucaristía; la tradición barroca del teatro religioso de los autos sacramentales ilustrando pasajes de la Biblia; y la celebración del comienzo y despertar de la naturaleza en el solsticio de verano, en honor a San Juan Bautista, indica la DGA.