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El CEBM celebra 25 años muy positivos, pero requiere de “relevo generacional” El CEBM celebra 25 años muy positivos, pero requiere de “relevo generacional”
Integrantes del Centro de Estudios del Bajo Martín y otros asistentes presencian a la muestra de ‘Rujiar XXI’ este fin de semana. CEBM

El CEBM celebra 25 años muy positivos, pero requiere de “relevo generacional”

La asociación reflexiona acerca de la falta de ayudas económicas este año
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El Centro de Estudios del Bajo Martín (CEBM) celebró el pasado fin de semana su 25 aniversario con una serie de actividades que, a pesar del “frío y la niebla”, según sus organizadores, congregaron a un nutrido grupo de asistentes. Entre ellos, destacaron antiguos miembros de las juntas directivas que han formado parte de la a para corroborar un balance “muy positivo’ de estos 25 años de la asociación. Sin embargo, en medio de esta reflexión tan positiva de las jornadas, emergieron dos preocupaciones fundamentales: la dificultad para lograr un relevo generacional y la merma de apoyos económicos por parte de algunas instituciones clave.

El futuro del CEBM

La conmemoración sirvió no solo para repasar la destacada trayectoria de la asociación, sino también para reflexionar sobre su futuro. Ángel Guimerá, presidente del CEBM, expresó la importancia de las jornadas como espacio para la memoria, pero también como oportunidad para abordar los desafíos que enfrenta la entidad. “Quiero destacar que ha sido una celebración de los 25 años en las que se ha puesto de manifiesto una preocupación por el futuro del Centro de Estudios: el relevo generacional, que nunca llegamos a tener en este tipo de instituciones”. Guimerá lamentó que entre las personas más jóvenes que participan activamente en la asociación, como miembros de la junta directiva, apenas hay quienes estén por debajo de los 40 años. “La mayor parte de los socios son mayores de 65 años, y eso es algo que de alguna manera se ha puesto de manifiesto. Tenemos un deber, unos deberes, si queremos darle continuidad, por lo menos para darle unos cuantos años más”, añadió.

Otro de los temas que marcó la celebración fue la reducción de las ayudas económicas recibidas por el CEBM en 2024. Según explicó Guimerá, este año la Comarca del Bajo Martín, que habitualmente aportaba entre 7.000 y 8.000 euros, recortó su contribución a 4.000 euros. Este descenso obligó a sustituir las tradicionales Jornadas de Patrimonio Industrial, que se celebran de forma bienal, por los actos conmemorativos del aniversario. “Hemos pasado a tener la mitad del presupuesto de lo que habitualmente teníamos, y eso nos ha puesto en una situación complicada. Este año, además, asumimos en solitario el coste de la revista Rujiar, que hasta ahora el Instituto de Estudios Turolenses (IET) cofinanciaba al 50 %”, explicó Guimerá, quien también reconoció que, a pesar de esta situación, se ha logrado mantener la actividad gracias al esfuerzo colectivo.

Una de las excursiones organizada por el CEBM el pasado verano por las ermitas de Híjar. CEBM


En este sentido, el presidente quiso destacar el apoyo recibio por parte del IET, que aportó 2.000 euros extraordinarios para la celebración del aniversario. “Gracias a esa ayuda hemos podido llevar a cabo estas jornadas, y valoramos mucho su colaboración. También vino Santiago Martínez, vicedirector del Instituto, algo que nos dio esperanza de posibles nuevas colaboraciones”, señaló. Además también de la Diputación de Teruel, a través de la Teruel Film Commission, que participó activamente generando interés sobre el potencial del patrimonio industrial como escenario de rodajes, destacando casos de éxito como la serie estadounidense The Walking Dead.

Revista Rujiar: un homenaje

Uno de los momentos más destacados del fin de semana fue la presentación de la revista científica Rujiar XXI, un número dedicado al patrimonio industrial del Bajo Martín que también sirve como testimonio de las V Jornadas de Patrimonio celebradas en 2022. En la presentación participaron autores como Ignacio Martínez, Cotoño Benavente, Alfredo Martínez y Pedro Bello, además del propio Ángel Guimerá. Este último subrayó el esfuerzo que ha supuesto publicar la revista este año, cuyo coste superó los 4.000 euros. “Nuestra intención es recuperar las colaboraciones que nos permitían financiar parte de esta publicación, porque para nosotros es un eje fundamental de nuestra labor”, afirmó.

Guimerá destacó el impacto de las publicaciones del CEBM a lo largo de los años. “Antes de que existiera el Centro de Estudios, si buscabas cualquier cosa sobre el patrimonio de nuestra comarca, no había referencias. Ahora, en casi cualquier publicación científica que hable sobre la iglesia, tal arquitecto o el patrimonio del Bajo Martín, las referencias son siempre nuestras publicaciones. Creo que hemos trabajado mucho estos 25 años”, explicó.

Compromiso con la cultura

La celebración de este 25 aniversario fue también una oportunidad para reivindicar el papel del CEBM como motor cultural en el Bajo Martín. “Nosotros hacemos cosas en todos los pueblos de la comarca, desde exposiciones hasta publicaciones, y creo que somos la única asociación comarcal que se preocupa por igual del patrimonio y de la cultura en toda la comarca”, destacó Guimerá.

A pesar de las dificultades, el presidente quiso terminar con un mensaje de esperanza y agradecimiento: “Ha sido positivo porque hemos estado rodeados de amigos, recordando nuestra historia y viendo fotografías de estos años de recorrido. Pero también creo que hay que poner esta nota de alerta. La cultura y el patrimonio son fundamentales para nuestra identidad, y es importante que se entienda”.

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