Buenos valores, música y poesía por el Día Escolar de la No Violencia y la Paz en Alcañiz

Desde una poesía o un sketch a una canción de Maná para reivindicar un mundo mejor. Más de 200 alumnos de tercero a sexto de primaria de los colegios San Valero, Concepción Gimeno, La Inmaculada, Juan Sobrarias y Juan Lorenzo Palmireno se reunieron este jueves en la glorieta Telmo Lacasa de Alcañiz para conmemorar el Día Escolar de la No Violencia y la Paz. Con el cielo un poco nublado arrancaba una jornada donde los alumnos fueron los protagonistas con sus palabras de amor y buenos valores. Los pequeños fueron llegando poco a poco junto a sus profesores: dos clases por colegio se reunieron en un semicírculo en torno al escenario principal, donde se daría inicio a una mañana repleta de mensajes inspiradores, actividades y reflexiones sobre la importancia de construir un mundo más justo y pacífico.

El acto comenzó con unas palabras de bienvenida dirigidas a los niños, recordando la importancia del 30 de enero como un día para fomentar valores de tolerancia, respeto y entendimiento mutuo. Se resaltó la relevancia de que desde pequeños se inculquen estos principios, pues la paz no solo se construye en grandes gestos, sino en los pequeños actos del día a día, como podrían ser los recreos de un colegio. “Cada año, en esta fecha, nos reunimos para recordar que la paz es una responsabilidad de todos. No se trata solo de la ausencia de guerras, sino de cómo nos tratamos entre nosotros: con respeto, con amabilidad y con comprensión”, se explicó a los asistentes.

Teatro y poesía

El primer acto de la mañana lo abrieron algunos de los componentes del grupo de teatro de la Escuela de Adultos, quienes prepararon un pequeño sketch lleno de significado. La historia narraba la situación de un niño que, en el recreo, se encontraba sin almuerzo. Mientras algunos compañeros se reían de él, otro decidió compartir su bocadillo. Poco a poco, los que al principio se burlaban terminaron uniéndose en un gesto de solidaridad y apoyo. El silencio y la atención de los niños dejaban claro que el mensaje había calado. Pequeños actos de bondad pueden marcar la diferencia y transformar la realidad de quienes nos rodean.
 

A continuación, llegó el turno de la poesía. Dos alumnos, Isaac y Sergio, recitaron un conmovedor poema extraído de El Libro de los Sueños. En él, compartieron sus experiencias sobre las palabras que hieren y las que sanan, recordando a todos que el lenguaje tiene un poder enorme y que debe de ser utilizado para construir, no destruir. “Muchas veces me han dicho que soy tonto o me han llamado cuatro ojos, pero también me han dicho que soy amable y generoso. Yo prefiero palabras bonitas, las que salen del corazón”, decía en una de sus frases.

El mensaje de los colegios

Dos niños representantes de cada colegio salieron al escenario para leer mensajes sobre la paz, reflexionando sobre su significado y sobre el papel que cada persona juega en su construcción.

Los niños y niñas destacaron que la paz empieza con los pequeños gestos del día a día: “Ser amigos es la forma de vivir en paz”, “unidos somos más fuertes”, “soñamos con un futuro sin guerras ni violencia”. Cada colegio expresó su visión de la paz con frases llenas de esperanza y compromiso de mejorar, demostrando que los niños no solo entienden estos valores, sino que los viven y los promueven.

Antes de dar por concluida la jornada, un profesor del colegio San Valero tomó la palabra para agradecer a los docentes su labor en la educación en valores, así como a los niños por su actitud respetuosa durante el acto. Y para cerrar con una nota emotiva y festiva, todos los niños, profesores y asistentes cantaron al unísono Queremos la Paz de Maná.

Por su parte, el Teniente de alcalde de Alcañiz, Eduardo Orrios, tomó la palabra para dirigirse a los estudiantes, destacando la importancia de lo que se estaba celebrando: “Es un placer ver a tantos niños y niñas de Alcañiz reunidos para hablar de algo tan importante como la paz y la no violencia. Es esencial que recordemos que, mientras nosotros estamos aquí, hay lugares en el mundo donde hay niños que no pueden estudiar ni jugar porque viven en medio de conflictos”, explicó. Su discurso resaltó la importancia de los pequeños gestos y cómo, cada persona puede aportar su granito de arena para hacer del mundo un lugar mejor. Sin embargo, también alertó de los problemas que se siguen dando a día de hoy. “Es muy importante que sepáis que en el mundo también hay guerras, hay 56 conflictos armados ahora mismo en todo el planeta y hay niños y niñas que no pueden comer todos los días como nosotros”, dijo.

Para finalizar, siguiendo la línea que se comentó al inicio del evento, todos los alumnos se dirigieron junto a sus profesores a las escaleras del parque de la Glorieta, donde se realizó la gran fotografía grupal con la pancarta “¿Por qué no ser amigos?”. Con una sonrisa en el rostro y la satisfacción de haber vivido una jornada especial, los niños regresaron a sus colegios con un mensaje claro: la paz se construye cada día con pequeños gestos de respeto, amistad y solidaridad.