Andorra pide a las eléctricas que no judicialicen el resultado del Nudo Mudéjar

A un mes de que el Instituto para la Transición Justa (ITJ) determine qué compañías se adjudican los 1.202 megavatios (MW) de nueva potencia renovable del Nudo Mudéjar que sacó a concurso en enero, el alcalde de Andorra, Antonio Amador, pide a las eléctricas “que acepten el resultado y no lo judicialicen” para que la reconversión de la zona coja velocidad dos años después del cierre de la central térmica.

Así lo manifestó el regidor en declaraciones a los periodistas en el Centro de Estudios Ambientales (CEA) Ítaca-José Luis Iranzo. Allí, el proyecto Tipping+, que investiga desde un prisma socioecológico una veintena de procesos de transición justa en Europa -incluido el caso de Andorra- para determinar debilidades y fortalezas aplicables a otras regiones a futuro, celebró su segundo taller en dos años con presencia de agentes institucionales, económicos y sociales del territorio.

Amador subrayó que el hecho de que la organización ambiental Eco-union, socio español del proyecto Tipping+, haya elegido Andorra “es un hecho de la relevancia que va a tener esta transición”, la “primera” en concursar la capacidad de evacuación eléctrica que dejó libre la térmica en el Nudo Mudéjar para proyectos renovables que incorporen valor añadido socioeconómico.

“Me gustaría que se hubiesen acelerado cosas, que tuviéramos parques en marcha y se hubiesen anunciado más empresas, pero hay que ser conscientes y realistas”, destacó Amador, que le tiene fe al concurso del Nudo Mudéjar. “Nos han dado voz al territorio para poder participar y las empresas han depositado 240 millones de euros en avales y diseñado planes de acompañamiento, que es lo que más nos interesa”. De modo que espera “grandes propuestas no solo para Andorra sino para todo el territorio” y confía en que se empiecen a desarrollar a partir de septiembre, cuando el ITJ fallará de forma definitiva sobre los adjudicatarios.

En julio llegará la adjudicación provisional, por lo que Amador pidió “a estas grandes compañías que, aunque hay mucho negocio detrás de la producción energética, respeten, acepten el resultado y no lo judicialicen”.

Con respecto al Convenio de Transición Justa, el alcalde de Andorra, que estuvo la semana pasada con la directora del ITJ, Laura Martín, en unas jornadas sobre hidrógeno verde en Bilbao, dijo que el texto “ya ha salido de Madrid y ahora el Gobierno de Aragón está trabajando” en sus aportaciones.

La jornada

La segunda toma de contacto del proyecto Tipping fomentó el diálogo entre los principales actores involucrados en el proceso de transición. Estaban invitados el Global Climate Forum, los sindicatos CCOO y UGT, Endesa, el Instituto de Transición Justa (ITJ), el Ayuntamiento de Andorra, la Comarca Andorra-Sierra de Arcos, el Gobierno de Aragón, la Fundación Ecodes, la Universidad de Zaragoza, la Asociación Empresarial de Andorra-Sierra de Arcos y Bajo Martín, Eco-union y el propio CEA Ítaca.

Se desgranaron los siguientes temas de análisis: jóvenes, género y despoblación; modelos de transición económica a potenciar; identidad y valores; cómo promover una transición justa y qué se debería tener en cuenta en este territorio.

Las conclusiones del proyecto, (www.tipping-plus.eu), financiado hasta 2023 por el programa Horizon 2020 de la Unión Europea, serán remitidas a la Comisión Europea, gobiernos y otras instituciones públicas y privadas para que sirvan de guía para otros territorios en transición.

El coordinador del proyecto, David Tabara, puso el foco en que la transformación debe mejorar la calidad de vida de la gente a través de un “cambio cualitativo de desarrollo”.

El responsable del proyecto en España, Francesc Cots, detectó que la población ya está “en el punto de pasar página en ese estado de ánimo que provocó el cierre de la central para centrarse en el futuro. Estamos en un momento en el que nos conviene acelerar la transición energética, es un punto de inflexión y nuestro proyecto, muy universitario, teórico y de observación, se encargará de hacer diseminación de esas conclusiones para que se puedan aprovechar en otras zonas con problemas por el cierre de centrales y minas” concluyó.

“Muchos trabajadores ya no se ganan la vida aquí, aunque sigan empadronados

La desmotivación de los antiguos trabajadores subcontratados en la térmica queda patente con las declaraciones del que fue su portavoz durante las protestas por el cierre. “Aquí hay mucha teoría pero no hay práctica. El que ha podido se ha recolocado en la zona y, el que no, se ha tenido que buscar la vida por ahí. Hay gente mayor que no encuentra trabajo y pierde dinero para jubilarse. Esa es la realidad de la transición justa. Hoy he venido porque tenía fiesta, que si no ni vengo”, concluyó.

El secretario general de la Unión Comarcal de CCOO en Andorra, Darío Sanz, explicó que hace dos años los trabajadores de la central “vivían en Andorra, Calanda o Alcorisa de lunes a viernes, gente de 50 y pico años que ahora están haciendo montajes y desmontajes a 300 o 400 kilómetros, viviendo en hoteles y ganándose la vida, muy bien, pero ya no se la ganan en sus pueblos aunque sigan empadronados”. Los que se han quedado para trabajar en el desmontaje de la térmica, amplió, lo han hecho con una “calidad bastante deficitaria porque no se han respetado salarios ni categorías”.

Entretanto, “España ha renunciado a su reserva energética estratégica, que era el carbón y las térmicas, en un contexto de crisis económica internacional, con el IPC por las nubes, en el que el resto de países de la Unión Europea siguen con la quema de carbón”, lamentó Sanz. “Estamos comprando energía al exterior y a la espera de que todos esos proyectos maravillosos y todas esas empresas lleguen”, cerró.