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La aldea maldita ‘1930’ una pelicula de culto La aldea maldita ‘1930’ una pelicula de culto
Florián Rey y el actor Pedro Larrañaga produjeron la película

La aldea maldita ‘1930’ una pelicula de culto

Escrita y dirigida por el aragonés Florián Rey. La primera gran obra maestra del cine español
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Javier Hernández-Gracia

En 1930 ya existía el cine hablado, Florián Rey rodó La aldea maldita todavía como una cinta muda con posterioridad fue sonorizada por los estudios Tobis una factoría cinematográfica francesa de los años veinte; la alternancia del cine mudo en la década de los treinta, es bastante habitual, solo un año antes en 1929 se había rodado la primera película sonora de nuestro cine: El misterio de la Puerta del Sol, dirigida por Francisco Elías, Florián Rey toma la decisión de sonorizarla a posteriori como vemos, tristemente las copias sonoras se estropearon y desaparecieron, por lo que solo ha quedado la versión primigenia, la muda con una duración de largometraje rozando la hora de proyección.

Lo campesino y lo melodramático

Castilla La Vieja, comienzos de siglo, Una aldea asolada por la sequía, un padre de familia que a duras penas consigue dar sustento a su mujer, su hijo y un padre ciego, ante la precariedad abandona tierras y familia, y una aldea sobre la que parece pesar una maldición, la ciudad es su destino, el hombre y la mujer ante lo hostil del entorno y la relación.

Quizás son los dos elementos que sustancian el guión brillantemente construido por el aragonés Florián Rey, una parte de cine de ambiente campesino, que refleja la España de las pocas oportunidades y menos si eres mujer, la eterna condena del débil frente al poderoso una análisis permanente que sitúa a los más desfavorecidos en la permanente lucha social, la precariedad del campo, la dependencia de unas cosechas que obligan a una ingente tarea y la pérdida de las mismas que no exime a los campesinos de las obligaciones contraídas con el poderoso.

La parte más melodramática complementa y multiplica la primera, Rey es evidente que quiere plasmar en la película las reivindicaciones de la gente humilde de pueblo, posiblemente aspectos que él ha vivido pues es nacido en La Almunia de doña Godina, pero también las dificultades de las relaciones de pareja, en un territorio hostil por lo incierto de las cosechas, y por otro lado la férrea tradición que es permanentemente recordada, las costumbres que parecen inamovibles.
 

Florián Rey (Antonio Martínez del Castillo 1894-1962)


Es una producción que sin duda exhibe fuerza y audacia en plano, con unas imágenes cargadas de potencia expresiva, donde se nota cierta influencia de Serguei Eisenstein, que acompañara al director maño lo largo de su carrera. La gestualidad es importante pero no menos importante es la escenografía, la película se rueda principalmente en la localidad segoviana de Pedraza, pero tiene localizaciones en Ayllón, Sepúlveda y la propia Segovia, recreando con una magnitud excepcional el ambiente de la vieja Castilla, donde el vestuario tiene una mención importantísima en el desarrollo de esta gran película.

Contra la adversidad

En la España de 1930 ninguna productora quiso financiar el proyecto de Florián Rey, el propio director y el protagonista masculino de la cinta Pedro Larrañaga, actor asturiano, casado con la gran actriz María Fernanda Ladrón de Guevara (que a su vez era la madre de la actriz Amparo Rivelles) y padre del conocido actor de los setenta y ochenta Carlos Larrañaga.

Dentro del cine de finales de la década de los veinte, La aldea maldita se presenta como una producción de dureza extrema, tampoco las salas de exhibición mostraron excesivo interés por la película, ya que las productoras que habían rechazado el proyecto, la tildaron de tenebrista y siniestra, este quizás fue uno de los motivos por los que Florián Rey llevó la película a París con la intención de sonorizarla, a la postre la copia que ha quedado es la original sin voz. En La aldea maldita el papel de Acacia la mujer protagonista está encarnado por Carmen Viance, sin duda actriz de referencia del cine mudo español, en la segunda mitad de la década de los veinte llegó a rodar más de veinte películas.

Esta película insistiremos es posiblemente la primera obra maestra de nuestro cine, una película dura y de reivindicación social, se adelante tres años a Las Urdes tierra sin pan de Luis Buñuel, producción de 1933. Florián Rey rodó La aldea maldita entre enero y marzo de 1930, finalmente se estrenó el 8 de diciembre de 1930 en el cine San Miguel de Madrid.

Nunca segundas partes

En 1942 Florián Rey rueda una nueva versión de la película, para ello elige a los mismos actores protagonistas Pedro Larrañaga y Carmen Viance, el director mantiene cómo en la primera versión los aspectos más intolerantes y machistas de la España rural, vuelve a apuntalar la fuerza de la lucha en tierra hostil con la parte más melodramática.

Con la nueva situación política es España, Florián Rey tiene que prescindir de la figura del Cacique, ello obliga a suprimir las escenas de enfrentamiento entre el protagonista y el ricohombre, que motivan la detención del campesino, esto indudablemente resta fuerza a la película, otro aspecto es la gestualidad, rotunda en la versión de 1930 y aquí mucho más dulcificada, quizás por la necesidad de unos diálogos entendibles para el público, en esta película trabaja por primera vez Emilio Ruíz del Rio, el gran especialista de efectos del cine, con títulos en su haber como Operación Ogro o Dune.