‘El 47’, la lucha de Manuel Vital por dignificar su barrio
El conductor de autobús que desafió al Ayuntamiento de BarcelonaEn 1985 el Ayuntamiento de Barcelona puso en marcha una campaña bajo el título Barcelona posa't guapa tendente a la actuación en un gran numero de inmuebles y otros espacios de la ciudad, una campaña que para muchos incidía exclusivamente en la Barcelona monumental principalmente situada en el Example. Sin embargo siete años antes uno de los barrios más humildes de la ciudad Torre Baró, protagonizó una lucha reivindicativa para conseguir un transporte urbano digno.
Una película de Marcel Barrena al que podemos considerar un director que refleja con maestría, la lucha de los colectivos ante las innumerables trabas que impiden la calidad de vida de la ciudadanía; en su filmografía títulos como Mediterráneo o 100 metros son buenos ejemplos. De esta manera la película se interesa por la lucha de Manuel Vital, conductor de autobús urbano, nacido en Extremadura tierra de la que tuvo que salir tras las represalias sufridas por su familia, el padre asesinado a manos de falangistas, la película presenta a Vital como un hombre que se adapta a la Catalunya de la transición incluso aprendiendo catalán.
En las secuencias vemos como nace un barrio humilde con el esfuerzo de esa emigración que tanto le ha dado a Barcelona y Cataluña. Barrena muestra con un guión certero y sin apasionamientos la dureza de la represión de la policía franquista y con la misma eficacia la incompetencia de ese Ayuntamiento más preocupado en la estética que en los problemas reales de los barrios más lejanos de la Barcelona cuadriculada.
No hace tanto
La ambientación del film muestra esa Barcelona de los setenta, en la que todavía no ha entrado la fiebre olímpica, una ciudad con un tapiz multicultural, con una presencia de la emigración y un retrato de ésta con hombres y mujeres dispuestos a superar con trabajo y tesón, la escasez que preside sus vidas. Manuel Vital acude muchas veces el Ayuntamiento de Barcelona, y en todas las visitas solo recibe buenas palabras, la película refleja la ineficacia de una clase política asentada en el desconocimiento de la realidad, todavía no se han celebrado las primeras elecciones municipales; harto de tanta falta de interés desafía al Ayuntamiento de Barcelona para demostrar a todos que el autobús que conduce el 47 podía llegar hasta Torre Baró.
Lejos aún de los fastos del 92 estamos ante una cinta con claro contenido social, una historia que nos permite un escaparate certero a esa ciudad en la que todavía proliferaban calles sin asfaltar, barrios sin iluminación y otros construidos con el sudor y esfuerzo de los miles de inmigrantes de las últimas cuatro décadas; precisamente Barrena retrata la integración en una sociedad cambiante de todas las sensibilidades, de una ciudad que tiene en su cimiento la diferencia como hecho multiplicador, contribuye decisivamente a que la película tenga una gran calidad el plantel de actores que la interpretan, “Soy el rojo que se casó con una monja”, le dice en un momento de El 47 un Vital soberbiamente interpretado por Eduard Fernández a su mujer Carme Vila, también extraordinariamente interpretada por Clara Segura, al igual que Carlos Cuevas, el joven funcionario con ideas cuya opinión no se tiene en cuenta, estelar también Salva Reina y Zoe Bonafonte, una de las licencias del guión ya que Manuel Vital tuvo un hijo no una hija.
Venimos simplemente a trabajar
El espectador está ante una película donde la lucha social no está exenta de sensibilidad, la de seres humanos en su día a día, un retrato certero que nos muestra una Barcelona con alfombra, debajo de la cual hay falta de los servicios más básicos, pero también la película de Marcel Barrena nos muestra ese tiempo que es el tiempo de una país, que nada en una transición que los años han demostrado que se quedo a medio terminar y también visto lo ocurrido en tiempos actuales, la vida de los otros catalanes, los que también luchaban por oportunidades y progreso para ellos y la sociedad donde vivían.
El guión construido cuidadosamente por Marcel Barrena y Beto Marini, hace de la convivencia una de las estrellas de la narración, en paralelo la lucha sindical tan necesaria en un tiempo de cambio, donde todavía los derechos prácticamente se pisotean; no menos importante es la fotografía de la película a cuyo mando Isaac Vila hace un ejercicio de pericia, reflejando la luz de un barrio escaso de medios pero rodeado de una naturaleza viva, al igual que la atmosfera que recrea la Barcelona urbana de finales de los setenta, de igual manera es importante reseñar el trabajo de maquillaje, cuya dirección corrió a cargo de Karol Tornaria, un excelente trabajo que implementa la calidad de la película.
Esta es una película que narra como pocas momentos decisivos de la vida de la gente, la vida de de una sociedad de barrios ricos y barrios pobres, estos con importantes necesidades, abocados a esfuerzos diarios y estrecheces económicas. Despues vendría las grandes campañas volvamos al Barcelona posa't guapa y a los JJOO en aquel 92 en que todo era fasto y campechanía, esta es una película que sin ser un documental nos aproxima a un modo de sobrevivir.
14 Nominaciones a los Goya
Muchas nominaciones, sí, pero eso no significa que vaya a obtener premios en todas las categorías a las que opta, la firmeza de su candidatura en música, canción original y actriz de reparto para Clara Segura se presumen fuertes, al igual que en maquillaje, montaje y fotografía. Saldremos de dudas el día 8 de Febrero con una gala que se celebrará en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Granada, y ahí estará compitiendo con 8 nominaciones La Estrella Azul de Javier Macipe, unos Goya que en esta edición tocan de cerca.