La visita reciente de Uberto Stabile a nuestra tierra me ha traído momentos maravillosos vinculados con conversaciones inagotables sobre modelos culturales y la puesta en práctica de los mismos, que siempre es lo más difícil de conseguir. También me ha traído un puñado de regalos materiales –además de lo que supone su compañía y sabiduría- como publicaciones periódicas, ensayos sobre la generación beat y sus herederos y un tesoro titulado Limpieza general de la poeta de voz poderosa llamada Eva Vaz.
Uberto Stabile no es solo un activista cultural de primer orden. Es también un poeta al que tener en cuenta y es, desde hace mucho tiempo, uno de los editores independientes más importante de nuestro país. Su huella se extiende de Valencia a Huelva pasando por gran parte de nuestro territorio y es el creador y alma mater de esa maravilla llamada Edita, el mejor encuentro de editores independientes que se celebra en nuestra península.
En Edita se dan cita editores, poetas y performers españoles, portugueses e hispanoamericanos configurando un espacio libre y liberado de tensiones y del mercado. Y ese es un logro difícil de igualar en esta posmodernidad nuestra en la que el neoliberalismo ha extendido sin límite los tentáculos de un mercado –poder- que lo alcanza todo o casi todo.
Aquí, en nuestra provincia hemos tenido un encuentro semejante dirigido por el turolense Joaquín Guillén que se ha celebrado estos últimos años en Calamocha y Cella. Ahora pienso en lo importante que es que la provincia no pierda un evento como este. De la misma manera que hoy yo soy un embajador más de Edita, escribo sobre Huelva, sus playas y Uberto, alguien lo hará en este momento sobre Teruel, nuestro jamón y tesoros y Joaquín. Y eso no tiene precio.
En Punta Umbria escuché recitar por primera vez en mi vida a Eva Vaz. De repente todo cambió y su voz rota y su poesía descarnada cambiaron mi concepción de la misma para siempre como solo me había sucedido con el poeta asturiano ya desaparecido David González. Eva no lee, no recita, golpea con sus versos a quien la escucha y al mismo tiempo con su ternura de lobo se acerca y ronronea en lo más profundo, en el alma. Eva Vaz limpia sobre limpio, que diría su alter ego asturiano. Hace en sus poemas lo que todos hacemos constantemente aunque no sepamos expresarlo con esa pulcritud, esa exactitud que solo tienen algunos escritores con una habilidad especial para encontrar las palabras justas. No hay una de más en esta auténtica joya editada por Garum.
Disfruté y sufrí a la par con La otra mujer, Leña y Metástasis. Y eso es un poco lo que sucede en esta Limpieza general que ahora tengo en mis manos. A lo largo de sus tres partes aparecen algunas de las claves temáticas de la autora como son el amor, el desamor, la poesía más social y el dolor que habita en todo y que en ocasiones nos propician los demás y en otras nos implementamos nosotros mismos. Hay también ajustes de cuentas y hay reconciliaciones con el universo y con el propio yo, acaso una de las grandes labores que asumir. El realismo extremo de Eva Vaz merece que nos acerquemos a él sin duda y su trasfondo vivencial dota de verdad aquello que cuenta, aquello que lanza como un arma arrojadiza.
Tal y como Garum en Huelva hay unas cuantas asociaciones o proyectos colaborativos en nuestra provincia que marcan el ritmo cultural de la misma. Qué decir de iniciativas como la que genera festivales como Poborina Folk, la asociación que ha conseguido que haya cine continuamente en Alcorisa (en el “Caracas”), cineclubs como el que mantiene Nacho Navarro (desde su Maravillas) u otros proyectos tan interesantes como las propuestas que lanza Víctor Guiu desde el Bajo Martín, o esos centros de estudios locales inagotables que publican y proponen sin cesar.
La Asociación Cultural Garum de Huelva es un ejemplo a seguir (como lo es la Asociación Cultural 4 de agosto de la Rioja) por su valentía, su manera de editar y de cuidar la cultura. Aquí, en Teruel, vamos bien servidos y a buen seguro lo que pronto va a llegar completará este paraíso cultural que es nuestra provincia.