El mensaje del grupo de WhatsApp era sencillo y parecía de fácil ejecución: “Quedamos en el notario en Teruel el viernes a las 12”. Vivo en Valencia, pero dado lo cómodo de la hora pensé inmediatamente en coger un tren o un autobús porque por logística no podía coger coche.
Pita y bien mandada, como diría mi madre, empecé a mirar los horarios de Renfe. Imposible: el primer tren Valencia-Teruel llega, si no hay imprevistos, a las 12.14. Por los pelos, pero está feo aparecer media hora tarde con diez personas esperando, ¿no?
Nada, pues en autobús. Más barato. Miro horarios (varias veces, no doy crédito) y veo que solo hay dos autobuses Valencia-Teruel en viernes y que el primero llega a las 13 horas. Nada, misión imposible llegar en el día ¡antes de las 12!
Respiro hondo, tiro de paciencia y confío en la hospitalidad turolense y me digo, “nada, me voy por la tarde y ceno allí”. A priori, pinta bien, ¿no les parece? A partir de las seis de la tarde estoy lista para emprender el viaje. Vuelvo a mirar horarios. Y la perplejidad aumenta: el último tren parte a las 16.22 y el bus a las 17 horas. ¿En serio?
Por ir incrementando mi cabreo, hago la misma prueba con Londres. Y sí: a Londres puedo llegar el jueves saliendo de Valencia después de las 6 de la tarde y puedo volver al día siguiente. Y también en dos horas y media. Por menos de lo que creen.
Pero a Teruel no. ¿Qué hemos hecho? En pandemia se redujeron al mínimo las comunicaciones en todas partes y ahora, con todo el mundo moviéndose a la velocidad de querer recuperar el tiempo perdido, vemos que Teruel no es que esté igual que en 2019 es que está mucho peor. Me duele, me pesa y me cabrea. ¿No se ha hecho nada? ¿No hemos entendido nada? Integrar y vertebrar la España Vaciada pasa por dotarla de servicios y hacerla accesible. No de dejarla más aislada que un país insular extracomunitario. ¿Qué cómo lo voy a resolver? Pues retrasando la cita con el notario y rezando por que el tren llegue a su hora. Y esperando que alguien se ponga a trabajar de verdad en solucionar los problemas de Teruel.