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Tierra prometida Tierra prometida

Tierra prometida

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José Luis Rubio

Los ojos se le habían hecho pequeñitos y solo una sincera sonrisa confirmaba que las lágrimas que escurrían por sus mejillas eran de felicidad. Susana y su hija Clara tuvieron esta semana su bautismo de teruelismo en una visita exprés desde su Bruselas natal para vernos después de mucho tiempo. Era la primera vez que pisaban la provincia y, claro, hubo que hacer una selección de qué cosas ver sin vivir pendientes del reloj en las apenas 45 horas que duró su escapada.

A la hora de programar la visita tiré de clásicos. La Catedral de Santa María de Media Villa, el Mausoleo de los Amantes y la iglesia de San Pedro, el Torico, la Escalinata y, por supuesto, Albarracín, con una parada a mitad de camino para sumergirnos en la inmensidad de los Pinares de Rodeno. Fue allí, de regreso al coche, cuando Susana, sobrecogida por todo lo que estaba viendo y viviendo, se abrazó a su prima y unas pocas lágrimas furtivas rodaron por sus mejillas hasta la comisura de su sonrisa. Susana y Clara se fueron de Teruel luciendo orgullosas sus estrellas mudéjares con la certeza de que volverán. Y es que esta provincia tiene algo que emociona. Por mi trabajo en el Diario de Teruel tengo la oportunidad de recorrer buena parte de la geografía turolense y de hablar con sus protagonistas, de impregnarme de su carácter forjado a base de esfuerzo y resiliencia. Y de ilusión, de mucha ilusión.

No hace mucho, pude vivir una nueva edición del festival A Escamondar, en Fuentes Calientes, donde un grupo de gente de joven ha apostado por vivir en el pueblo. Algunos se dedican al sector primario y otros, los menos, aprovechan las nuevas tecnologías para trabajar alejados de la vorágine.

Los 236 municipios de la provincia no son mejores que Barcelona o Zaragoza. Ni peores tampoco. Es solo que cada lugar tiene lo suyo y todos te piden algunas concesiones.  Pero levanten la cabeza que con todas sus carencias, esta tierra puede ser (es) la tierra prometida. Y a lo mejor no lo sabemos.