El investigador alcañizano Óscar Peris defendió su tesis doctoral recientemente en el Campus de Teruel
Una tesis demuestra la efectividad y eficiencia de las terapias grupales en salud mental
El turolense Óscar Peris analizó este método para el tratamiento transdiagnóstico en trastornos emocionales
Las intervenciones psicológicas grupales para el tratamiento de trastornos emocionales como la depresión y la ansiedad son eficaces, reducen la sintomatología, tienen un coste económico menor que las individuales y son satisfactorias y útiles para los usuarios y los profesionales. Estas son las principales conclusiones de la tesis doctoral en Psicología que el alcañizano Óscar Peris defendió la semana pasada en el Campus de Teruel.
El trabajo Eficacia, coste-efectividad y aceptabilidad del Protocolo Unificado para el tratamiento transdiagnóstico de los trastornos emocionales en formato grupal en el sistema público de salud español ha sido dirigido por Marta Gil Lacruz y Jorge Osma dentro del grupo de investigación de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de Teruel IPES (Investigación en Personalidad, Emoción y Salud).
El estudio con 500 pacientes de centros públicos de salud mental especializada de distintas comunidades autónomas se llevó a cabo a través de un proyecto nacional financiado por el Instituto de Salud Carlos III y los buenos resultados han hecho que incluso uno de los territorios que participó, la Comunidad Foral de Navarra, lo haya incorporado a su cartera de servicios.
“El objetivo principal de nuestra tesis era mejorar las intervenciones psicológicas que se están aplicando a día de hoy en nuestro sistema público de salud”, explicó Óscar Peris quien recordó el grave problema de salud pública que hay en estos momentos porque no se puede hacer frente de manera adecuada a la elevada demanda de atención psicológica de la población.
El investigador recordó que los trastornos emocionales son los “más prevalentes” en el mundo y que en España aproximadamente tres millones de personas sufren algún trastorno de ansiedad o depresión. Sin embargo, la ratio de psicólogos clínicos está muy por debajo de la media europea, con cinco especialistas por cada 100.000 habitantes, frente a los 18 de Europa. De ahí que haya un largo tiempo de espera para recibir tratamiento psicológico y la frecuencia y el número de sesiones tampoco son las recomendadas.
“Habitualmente nuestro sistema público de salud utiliza el formato individual, pero no siempre es el más coste-efectivo. Aquí es donde se abre la puerta a otros formatos de intervención como, por ejemplo, el formato grupal o el online. El objetivo de mi tesis ha sido demostrar la eficacia, la coste-efectividad y la aceptabilidad de un tratamiento psicológico grupal que se llama Protocolo unificado para el tratamiento transdiagnóstico de los trastornos emocionales”, explicó Peris.
El enfoque en el que se basa este tipo de intervención permite aplicar un único tratamiento tanto para problemas de ansiedad como del estado de ánimo, ya que se basa en los mecanismos compartidos que están en el origen y mantenimiento de estos trastornos psicológicos, por tanto, facilita la creación de grupos de tratamiento.
El estudio que comenzó en 2018 se coordinó desde Teruel y reclutó una muestra de 500 pacientes en distintos centros de salud mental especializada de Comunidad Valenciana, Andalucía, Cataluña y Navarra. Se comparó el tratamiento habitual individual que se hace en estas unidades en España con la intervención en formato grupal. Una de las fortalezas de esta investigación es que se llevó a cabo en un contexto natural, frente a otros estudios que se desarrollan en entornos controlados. “Hemos intentado resolver un problema real y aplicarlo en el contexto de nuestro sistema público de salud”, destacó el especialista turolense.
Se demostró que la intervención grupal era, al menos, tan efectiva como el tratamiento específico para cada uno de los trastornos en formato individual. También se comprobó que, en tres meses de intervención, los pacientes recibieron en torno a diez sesiones, frente a la media de dos o tres sesiones que recibieron los usuarios del tratamiento habitual.
“Lo que encontramos fue que el tratamiento grupal fue, como mínimo, igual de eficaz que el individual, pero los cambios fueron superiores en el grupo de tratamiento grupal”, resaltó Peris.
“Los tres meses de intervención intensiva consiguieron cambios significativos, una mejora en los síntomas. Mientras que en el tratamiento habitual de media tenían que esperar a doce o quince meses para recibir unas ocho sesiones que es lo recomendado. Es muy importante el hecho de que ahorramos tiempo de sufrimiento. Además, esta mejoría se mantuvo hasta un año después de haber finalizado la intervención”, subrayó el autor de la tesis que explicó que tras el tratamiento hubo un seguimiento a los participantes..
La investigación también abordó los aspectos económicos. Se analizó el coste que suponía esta intervención grupal y se observó que, pese a que el desembolso inicial era muy superior en el tratamiento grupal (son necesarios dos terapeutas), a largo plazo este coste era menor. “Vimos que podía suponer un ahorro para el sistema público de salud. De media hicimos este cálculo y aproximadamente el formato grupal podía suponer un ahorro de 60 millones de euros en el abordaje de los trastornos emocionales, de ansiedad y de estado de ánimo”, explicó el psicólogo.
Por otro lado, se analizó el grado de satisfacción de los usuarios y de los profesionales. El tratamiento grupal tuvo puntuaciones muy satisfactorias. Los pacientes manifestaron que en caso de volver a necesitar tratamiento psicológico volverían a recurrir a un formato grupal.
Óscar Peris reconoció que el principal problema que encontraron fue la reticencia que surge al principio en los usuarios ante la posibilidad de un tratamiento grupal. Por ello se planteaba a los participantes en el estudio la opción de abandonar si, una vez iniciado el tratamiento no les convencía, y fueron muy pocos los que lo dejaron.
Óscar Peris es de Alcañiz, estudió el grado de Psicología en Teruel, donde también cursó el máster en Psicología General Sanitaria y seguidamente participó en el programa de doctorado en Psicología de la Universidad de Zaragoza, de reciente implantación, por lo que es uno de los primeros en haber defendido ya su tesis. Ahora es profesor interino en el Campus de Teruel donde imparte la asignatura de Psicopatología infantil en el grado de Magisterio de Infantil. El joven doctor forma parte del grupo IPES desde el que continúan los proyectos vinculados con su tesis. Ahora han planteado dos nuevas líneas de investigación, la primera de ellas es aplicar este tipo de intervención en formato grupal en Atención Primaria y, por otro lado, se va a utilizar una aplicación móvil con los usuarios para hacer seguimiento o ejercicios entre sesiones.
El trabajo Eficacia, coste-efectividad y aceptabilidad del Protocolo Unificado para el tratamiento transdiagnóstico de los trastornos emocionales en formato grupal en el sistema público de salud español ha sido dirigido por Marta Gil Lacruz y Jorge Osma dentro del grupo de investigación de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de Teruel IPES (Investigación en Personalidad, Emoción y Salud).
El estudio con 500 pacientes de centros públicos de salud mental especializada de distintas comunidades autónomas se llevó a cabo a través de un proyecto nacional financiado por el Instituto de Salud Carlos III y los buenos resultados han hecho que incluso uno de los territorios que participó, la Comunidad Foral de Navarra, lo haya incorporado a su cartera de servicios.
“El objetivo principal de nuestra tesis era mejorar las intervenciones psicológicas que se están aplicando a día de hoy en nuestro sistema público de salud”, explicó Óscar Peris quien recordó el grave problema de salud pública que hay en estos momentos porque no se puede hacer frente de manera adecuada a la elevada demanda de atención psicológica de la población.
El investigador recordó que los trastornos emocionales son los “más prevalentes” en el mundo y que en España aproximadamente tres millones de personas sufren algún trastorno de ansiedad o depresión. Sin embargo, la ratio de psicólogos clínicos está muy por debajo de la media europea, con cinco especialistas por cada 100.000 habitantes, frente a los 18 de Europa. De ahí que haya un largo tiempo de espera para recibir tratamiento psicológico y la frecuencia y el número de sesiones tampoco son las recomendadas.
“Habitualmente nuestro sistema público de salud utiliza el formato individual, pero no siempre es el más coste-efectivo. Aquí es donde se abre la puerta a otros formatos de intervención como, por ejemplo, el formato grupal o el online. El objetivo de mi tesis ha sido demostrar la eficacia, la coste-efectividad y la aceptabilidad de un tratamiento psicológico grupal que se llama Protocolo unificado para el tratamiento transdiagnóstico de los trastornos emocionales”, explicó Peris.
El enfoque en el que se basa este tipo de intervención permite aplicar un único tratamiento tanto para problemas de ansiedad como del estado de ánimo, ya que se basa en los mecanismos compartidos que están en el origen y mantenimiento de estos trastornos psicológicos, por tanto, facilita la creación de grupos de tratamiento.
El estudio que comenzó en 2018 se coordinó desde Teruel y reclutó una muestra de 500 pacientes en distintos centros de salud mental especializada de Comunidad Valenciana, Andalucía, Cataluña y Navarra. Se comparó el tratamiento habitual individual que se hace en estas unidades en España con la intervención en formato grupal. Una de las fortalezas de esta investigación es que se llevó a cabo en un contexto natural, frente a otros estudios que se desarrollan en entornos controlados. “Hemos intentado resolver un problema real y aplicarlo en el contexto de nuestro sistema público de salud”, destacó el especialista turolense.
Se demostró que la intervención grupal era, al menos, tan efectiva como el tratamiento específico para cada uno de los trastornos en formato individual. También se comprobó que, en tres meses de intervención, los pacientes recibieron en torno a diez sesiones, frente a la media de dos o tres sesiones que recibieron los usuarios del tratamiento habitual.
“Lo que encontramos fue que el tratamiento grupal fue, como mínimo, igual de eficaz que el individual, pero los cambios fueron superiores en el grupo de tratamiento grupal”, resaltó Peris.
“Los tres meses de intervención intensiva consiguieron cambios significativos, una mejora en los síntomas. Mientras que en el tratamiento habitual de media tenían que esperar a doce o quince meses para recibir unas ocho sesiones que es lo recomendado. Es muy importante el hecho de que ahorramos tiempo de sufrimiento. Además, esta mejoría se mantuvo hasta un año después de haber finalizado la intervención”, subrayó el autor de la tesis que explicó que tras el tratamiento hubo un seguimiento a los participantes..
Coste
La investigación también abordó los aspectos económicos. Se analizó el coste que suponía esta intervención grupal y se observó que, pese a que el desembolso inicial era muy superior en el tratamiento grupal (son necesarios dos terapeutas), a largo plazo este coste era menor. “Vimos que podía suponer un ahorro para el sistema público de salud. De media hicimos este cálculo y aproximadamente el formato grupal podía suponer un ahorro de 60 millones de euros en el abordaje de los trastornos emocionales, de ansiedad y de estado de ánimo”, explicó el psicólogo.
Por otro lado, se analizó el grado de satisfacción de los usuarios y de los profesionales. El tratamiento grupal tuvo puntuaciones muy satisfactorias. Los pacientes manifestaron que en caso de volver a necesitar tratamiento psicológico volverían a recurrir a un formato grupal.
Óscar Peris reconoció que el principal problema que encontraron fue la reticencia que surge al principio en los usuarios ante la posibilidad de un tratamiento grupal. Por ello se planteaba a los participantes en el estudio la opción de abandonar si, una vez iniciado el tratamiento no les convencía, y fueron muy pocos los que lo dejaron.
Óscar Peris es de Alcañiz, estudió el grado de Psicología en Teruel, donde también cursó el máster en Psicología General Sanitaria y seguidamente participó en el programa de doctorado en Psicología de la Universidad de Zaragoza, de reciente implantación, por lo que es uno de los primeros en haber defendido ya su tesis. Ahora es profesor interino en el Campus de Teruel donde imparte la asignatura de Psicopatología infantil en el grado de Magisterio de Infantil. El joven doctor forma parte del grupo IPES desde el que continúan los proyectos vinculados con su tesis. Ahora han planteado dos nuevas líneas de investigación, la primera de ellas es aplicar este tipo de intervención en formato grupal en Atención Primaria y, por otro lado, se va a utilizar una aplicación móvil con los usuarios para hacer seguimiento o ejercicios entre sesiones.
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