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Una ordenanza municipal mejorará la convivencia con perros y gatos en Teruel Una ordenanza municipal mejorará la convivencia con perros y gatos en Teruel
Los perros deben ir siempre acompañados por su propietario, poseedor y tenedor y conducidos mediante correa

Una ordenanza municipal mejorará la convivencia con perros y gatos en Teruel

El texto, de próxima aprobación, se ocupa de las normas de circulación en espacios públicos, su bienestar y las prohibiciones
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La nueva ordenanza reguladora de la protección animal, tenencia responsable, convivencia y circulación de animales de compañía por las vías y espacios públicos de Teruel comenzará a aplicarse en unos meses después de establecer las bases para la conciliación, la sensibilidad y el respeto que debe regular la relación entre las personas y los animales.

Este documento, que esta próxima semana se aprobará en pleno, ha contado con la colaboración de los diferentes grupos políticos y de la protectoras de animales, así como de la Federación de Asociaciones Vecinales. Ha sido un camino largo pero que está ya a punto de finalizar.

El concejal de Medio Ambiente, José Luis Torán, recordó que ya había un documento sobre el que se había trabajado en la anterior legislatura, que sirvió como base para que los nuevos grupos municipales incorporaran sus propuestas. Con el confinamiento por la pandemia de por medio, se refundió el texto que en junio de 2020 se entregó a los técnicos municipales para su revisión.

Después vinieron las reuniones con las protectoras de animales y la federación vecinal, que realizaron sus aportaciones y alegaciones al texto final, de las que Torán dijo que se habían aceptado la mayoría, igual que con las últimas aportaciones recogidas de los grupos en la última comisión. Esta nueva ordenanza viene a sustituir y ampliar el título V de la Ordenanza de Convivencia Ciudadana, que una vez que se apruebe definitivamente quedará derogado.

La nueva norma es más completa y adaptada a la situación actual. Establece las normas de convivencia que faciliten la relación armónica entre los habitantes de la ciudad y los animales domésticos así como las competencias municipales.

Animales de compañía

La ordenanza establece a perros y gatos animales domésticos de compañía, aunque deja abierta la posibilidad de que haya otros que se consideren como tales. Además diferencia entre los potencialmente peligrosos, los desaparecidos o extraviados, los perros guía o asistenciales y los de seguridad o guardián. También define los gatos ferales, que son aquellos que no están socializados con los seres humanos y no son adoptables. Esta normativa regula asimismo las colonias de gatos ferales, que promoverá el Ayuntamiento para mejorar la calidad de vida de estos animales y estabilizar la población.

La ordenanza establece el papel participativo de las asociaciones y protectoras de animales y enumera las obligaciones generales de los propietarios, poseedores o cuidadores de animales así como las condiciones de mantenimiento. Recoge además  la obligación de censar a los animales en el Ayuntamiento en una plazo máximo de tres meses, así como las  bajas y modificaciones en las inscripciones.
 

Habilitación de espacios de recreo para los animales y para deposición de excrementos


En cuanto a las normas de convivencia habrá que evitar que los perros efectúen sus deyecciones en aceras, paseos, jardines, césped y cualquier lugar de tránsito de peatones, especialmente zonas de uso y juego infantil. Habrá que recoger las deposiciones con medios propios y depositarlas en las papeleras habilitadas para ello o en los contenedores de basura, nunca en las papeleras. La nueva norma especifica que habrá que llevar una botella con agua y jabón o vinagre para diluir inmediatamente la orina del animal.

Agresividad

Entre las prohibiciones está la de hacer cualquier ostentación de agresividad con el animal o el baño de los mismos en fuentes, estanques, embalses o similares, así como que beban directamente de las fuentes de agua potable  para consumo público. Otras están pensadas para la protección animal y la convivencia, como por ejemplo, depositar productos tóxicos o azufre en las vías públicas e inmuebles. El abandono, el uso como premio o regalo comercial, mantenerlos en lugares inadecuados o permitir que micciones en paredes, puertas de edificios o ruedas de vehículos, son otras prohibiciones específicas. Se establece asimismo un protocolo en caso de agresión de animales en el espacio público.

Los animales de compañía podrán viajar en transporte urbano  cuando vayan metidos en un transportan y no causen molestias. En el caso de los taxis quedará al arbitrio de su titular, condicionado a que no ocupen un asiento y sean sostenidos por sus dueños.

En cuanto a la entrada en establecimientos públicos o privados la ordenanza establece los lugares donde está prohibido como en los lugares donde se vende, almacena o manipula alimentos. En el caso del hospedaje, su acceso queda a criterio de los propietarios de los establecimientos. Los perros guía y asistenciales quedan exentos.

Abandonos de heces

El concejal reconoció que el gran problema en Teruel y en todas las ciudades es dar con el propietario de un perro que ha defecado en la calle y ha dejado abandonada la caca. Aunque en otros lugares hay normativa específica para ello a través del registro de ADN la nueva ordenanza en Teruel no lo contempla pero Torán no descarta poder establecer en el futuro un sistema para poder identificarlas.

En más de 50 municipios españoles ya se exige a todo aquel que tenga perro que acuda al veterinario para tomarle una muestra de sangre o saliva y registrar así su ADN. Este censo permite localizar a los dueños de los perros que se pierden, son robados o abandonados y multar a quienes no recogen la caca de sus mascotas, tal y como ya hacen 36 de estas ciudades.

 

 

 

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