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Una empresa de ingeniería especializada hará el estudio de intervención para desescombrar el edificio derrumbado Una empresa de ingeniería especializada hará el estudio de intervención para desescombrar el edificio derrumbado
Una vecina del camino de la Estación volvió ayer a su casa tras el suceso de este martes. Bykofoto/Antonio García

Una empresa de ingeniería especializada hará el estudio de intervención para desescombrar el edificio derrumbado

Los vecinos del número 19 y once del 23-25 aún no pueden volver a casa por seguridad
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El Ayuntamiento de Teruel comunicó a primera hora de la tarde de ayer la vuelta a sus domicilios de los vecinos desalojados en los bloques del camino de la Estación. En el caso del edificio 23-25 de la calle San Francisco, pudieron volver todos excepto aquellos cuyas viviendas lindan directamente con el edificio derrumbado, una decisión que se tomó como medida de precaución. Esta situación afecta a once viviendas que continuarán desocupadas por la cantidad de escombros que hay en el solar afectado por el desplome, a pesar de que la estructura del inmueble se encuentra en buen estado, según informaron los técnicos municipales a los administradores de fincas tras la revisión de los edificios.

Además de los vecinos de este portal y del edificio que colapsó el pasado martes tampoco pueden acceder a sus viviendas los del número 19, porque la parte superior del inmueble se encuentra dañado, y tardarán en poder hacerlo por lo que también se les está buscando una solución habitacional a largo plazo.

La Policía Local inspeccionó ayer con un dron el solar donde continúan los escombros del edificio Amantes, una construcción de 1974 y que en apenas unos segundos se vino abajo el pasado martes, sobre las 11,30 horas,  una vez que se había desalojado y en el interior no quedaba ninguna persona. También se desalojaron los edificios colindantes, y decenas de personas fueron testigos de cómo se produjo el colapso desde la propia calle.

Empresa especializada

Ayer el concejal de Urbanismo e Infraestructuras, técnicos municipales y responsables del consorcio de seguros se reunieron con los responsables de una empresa ingeniería especializada que va a llevar a cabo el procedimiento para retirar los escombros del edificio, una tarea que se tendrá que llevar a cabo con sumo cuidado de forma manual o con maquinaria especializada. Los restos se llevarán a dependencias municipales, que podría ser una parcela vallada o una nave, para que los vecinos afectados puedan recoger objetos personales. Los trabajos no comenzarán al menos hasta la semana próxima.

Javier Carbó, portavoz de los vecinos afectados, en declaraciones a Europa Press, pidió que se demoren estos trabajos lo que sea necesario porque, según apuntó, “supondría quitar pruebas del escenario” y todavía hay que investigar las causas del siniestro.

Los vecinos se están organizado para encargar sus informes técnicos independientes. Durante la jornada de ayer se reunieron con diferentes gabinetes de abogados e ingenieros para estudiar varias posibilidades y encargar estos informes de cara a la defensa de su intereses, explicó Leonor Franco, una de las afectadas por el derrumbe. Además, van a estar presentes en las redes sociales.

La alcaldesa, Emma Buj, explicó ayer que no se ha empezado a desescombrar más allá de lo necesario en la propia calle por motivos de seguridad. Indicó que el Ayuntamiento había dado parte a la seguradora y reconoció que lo que queda “es un largo camino”. Subrayó que ahora hay que distinguir la parte jurídica  de lo que es  la atención a las familias, que hay que buscar una solución lo antes posible y apuntó que en algunos casos se podrán trasladar entre hoy y mañana a sus nuevos hogares.

Tras el derrumbe del martes, el Ayuntamiento buscó alojamiento a más de 40 personas, en los apartamentos de Cáritas en San Nicolás de Bari y en establecimientos hoteleros. Otras personas desalojadas acudieron a casas de familiares y amigos. Algunos de los que se marcharon por seguridad han regresado a casa.