Una década sin ningún avance de la autovía entre Teruel y Cuenca

Una década exacta ha pasado desde que el Ministerio de Medio Ambiente resolviera de forma negativa la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del primer Estudio Informativo de la autovía A-40 entre Teruel y Cuenca, amenazada ahora, de nuevo, por la posible declaración del Valle del Cabriel como Reserva de la Biosfera. A pesar de ello, y debido a la respuesta social que hubo por la forma como se pretendió zanjar esta infraestructura, el Ministerio de Fomento dio una nueva orden de estudio para definir y comparar nuevas alternativas el 25 de febrero de 2009.

En noviembre de ese año se adjudicó un nuevo estudio sin que se haya sabido nada más desde entonces. La partida sigue abierta en los Presupuestos Generales del Estado año tras año y en los sucesivos gobiernos que ha habido desde entonces, los pronunciamientos sobre esta autovía han sido siempre ambiguos aunque sin darla por descartada, apelando siempre a los problemas medioambientales.

Las últimas contestaciones a preguntas de los parlamentarios Rodrigo Gómez y Carles Mulet  siguen siendo en esa misma línea. Gómez, diputado de Ciudadanos, se quejó en septiembre de que en una respuesta por escrito que había recibido del Gobierno se dejaba bastante claro que el nuevo Ejecutivo no tiene previsto trabajar en este proyecto, poniendo como excusa las trabas administrativas y confirmando que no existen plazos ni compromisos reales con esta obra. En la respuesta al senador de Compromís Carles Mulet se incidía en que seguían buscándose alternativas y que era una actuación a largo plazo.

Un largo plazo que se prolonga durante diez años, lo mismo que hubiese costado hacerla incluida su tramitación. Por ese motivo desde Teruel Existe y la Plataforma Cívica por Cuenca han surgido ahora las alarmas con la Reserva de la Biosfera, porque cuanto más se retrase esta infraestructura más posibilidades existen de que sigan aumentando las zonas de protección en la misma.