Un río humano de 1.500 personas sensibiliza en Teruel de la lucha contra el cáncer y anima a hacer ejercicio
La Asociación contra el Cáncer aconseja hacer ejercicioUn río humano formado por unas 1.500 personas recorrió este domingo las calles de Teruel y las riberas del Turia para sensibilizar en la lucha contra el cáncer y animar a la población a hacer ejercicio y llevar una vida saludable. La séptima marcha contra el cáncer organizada por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en Teruel registró lleno total, puesto que el millar y medio de inscripciones previstas se cubrió por completo, trescientas más que el año pasado. Los turolenses volvieron a volcarse con esta iniciativa que, además de visibilizar la realidad de una enfermedad de la que todo el mundo es consciente y muchos la han padecido o conocen a personas que la han sufrido, contribuyó a llamar la atención sobre la necesidad de llevar una vida sana, comer de manera saludable y sobre todo hacer ejercicio de forma periódica para prevenir enfermedades.
“Siempre hay tiempo para hacer ejercicio”, comentó el presidente de la AECC en Teruel, Miguel Ángel Sauras, poco antes de que se iniciara el recorrido de 5 kilómetros en una marcha que siguió la ruta del agua, desde la plaza San Juan a los Arcos, y pasando también por la ribera del Turia para cruzar primero el puente de hierro y después el de tablas.
No es la primera vez que se alcanza una participación tan alta, y es que esta iniciativa solidaria tiene muy buena acogida entre la población desde que se hizo la primera edición. “Sobre todo es una jornada lúdica que permite hacer ejercicio y concienciarse un poquito de la importancia que tiene el activarse para hacer ejercicio físico, para la salud en genera y mantener un buen estado físico”, comentó el presidente de la AECC.
La marcha, patrocinada por el concesionario de Martín Lizaga y Rochling además de contar con numerosos establecimientos colaboradores, contribuyó a visibilizar la presencia de esta enfermedad que tanto preocupa, aunque cada vez hay más avances y aumenta la esperanza de vida, pero también llamó la atención sobre la importancia de la prevención, tanto con el cáncer como con otras enfermedades que podrían evitarse con ejercicio físico frente a la vida sedentaria que llevamos hoy día.
“La actividad física es importante para todo”, dijo Sauras, quien recalcó que eso ayuda a “minimizar los factores de riesgo”. Lo ideal, comentó, es realizar un ejercicio físico de carácter moderado de por lo menos 150 minutos a la semana.
“Hay que hacer por lo menos a lo largo de la semana una actividad que permita sesiones de al menos 30 minutos cinco días a la semana para tener un mantenimiento mínimo, aunque lo ideal es que cuanto más se haga, mejor”, comentó el representante de la AECC. “Aquí lo importante es la constancia”, recalcó.
Por eso no sirve la excusa de que no se tiene tiempo, porque hacer ejercicio debe ser una prioridad para la salud si no se quiere enfermar. “Es cuestión de plantearlo con voluntad, de utilizar menos el coche y usar más el zapato”, comentó Sauras, quien señaló que en el fondo se trata de “cambiar hábitos, de mantener y practicar un poquito la movilidad, de practicar algo de deporte sin que necesariamente tenga que ser competitivo, pero sobre todo la idea que vale es la de la constancia”.
Prevención
La marcha contra el cáncer tiene ese objetivo preventivo pero también persigue buscar fondos para los distintos programas que desarrolla la AECC, y la inscripción este año era de 10 euros. Su presidente en la provincia comentó que la recaudación se destinará a esos programas, que actualmente están centrados sobre todo en conseguir que “el índice de supervivencia al cáncer aumente de aproximadamente el 56% actual, que tiene de manera global, a un 70%”. Reconoció que es una meta “muy ambiciosa”, pero que “poco a poco” esperan alcanzarla en el plazo temporal que se han fijado. “A ver si para el 2030 conseguimos llegar a ese porcentaje y lograr lo que nos hemos propuesto”, apuntó.
En Teruel el número de socios de la AECC ronda los 6.000 y, según destacó su presidente provincial, es uno de los territorios con mayor penetración de la asociación en relación con su población.
Ayer se puso de manifiesto con la masiva respuesta que tuvo la convocatoria. Familias enteras, amigos, políticos y grupos de deportistas acudieron de forma gradual a la plaza San Juan, donde se había colocado el arco de salida, y a las once de la mañana arrancó la marcha, que la mayoría la hizo a pie, tranquilamente, entre conversaciones que eran de todo tipo, desde los planes vacacionales, los últimos proyectos hechos y, por supuesto, el tema del que la gente no deja de hablar, el derrumbe de la vivienda de la calles San Francisco.
Además, en el recorrido junto al río y por el camino de la estación la gente se paraba para comentar lo ocurrido con la imagen de fondo de los escombros. “¡Qué triste!”, se lamentaba una señora, mientras que una amiga se preguntaba cuántos recuerdos habían quedado sepultados allí entre los escombros.
Pepa, que acudió con su hija y una amiga, explicó que participaba en la marcha porque quería “ayudar” a las personas con cáncer. Lo hace todos los años y consideró que “sensibilizar” a la gente sobre la importancia de hacer ejercicio era también importante. “Aquí nos encontramos con mucha gente que conocemos”, explicó, por lo que iban “con tranquilidad, como dando un paseo”, explicó.
Ligericas de paso
Amparo, otra de las participantes, comentó por su parte que acudía para “colaborar, a la vez que hago deporte”. La hizo caminando, nada de correr, con familiares y yendo “ligericas de paso, pero paseando”. Aseguró que le gustaba mucho caminar y hacer deporte, pero que aparte tenía familiares y conocidos que habían padecido esta enfermedad. “Hay que seguir investigando”, dijo, tras recordar que la recaudación de las inscripciones se destinará a ese fin.
Entre los participantes había gente que acude todos los años, pero también algunos era la primera que lo hacían, como Encarna. Se lo comentaron en el gimnasio y se apuntó con su prima. En su familia hay casos de enfermos de cáncer y opinó que una actividad así ayudaba a “visibilizar y a prevenir”, con el deseo de que esta enfermedad sea cada vez menos peligrosa.
Entre los hombres, poco propensos a hablar, Santiago comentaba que “siempre hay que apoyar en una causa como esta”, porque a todos de una manera más o menos directa les ha tocado. Era también el primer año que participaba porque son de Zaragoza, pero venían el fin de semana y una amiga les había inscrito. Para él fue “un recorrido turístico”, aunque aclaró que “ya nos conocemos Teruel”.
Pili acudió igualmente con su familia, porque es necesario “sensibilizar”, y opinó que 5 kilómetros eran llevaderos. Mapi participó también con sus dos hijas, una de ellas pequeña todavía y en carrito. “El año pasado vino en la tripa”, comentó la madre, que espera verla pronto haciendo la marcha a pie, como hace ya su hija mayor, porque en las siete ediciones que ha habido no ha faltado a ninguna.
Para Mapi, como para muchos de los que ayer participaron en esta iniciativa que llenó las calles de Teruel de un río de esperanza y de vida, apoyar a la AECC es fundamental por la implicación que tiene con los enfermos y familiares. “Van siempre a ayudar para que la gente que tristemente lo necesite tenga recursos, por eso había que estar aquí”, sentenció, no sin advertir que hacer una caminata así solo una vez al año no es suficiente, sino que “todos los días que se pueda hay que hacerlo”.