Un proyecto de humanización sanitaria busca que los internos se sientan más cómodos

Las Dirección General de Cuidados y Humanización del Gobierno de Aragón reunió este miércoles a un grupo de profesionales para la presentación de proyectos disuasorios, que hagan más cómoda la estancia de los pacientes o residentes en hospitales, centros de salud, residencias, centros de discapacidad, centros de Educación Especial y prisiones. Esta metodología se puede aplicar también a profesionales de la sanidad, educación, cuidadores de los pacientes o simplemente para relajación de los niños.

Este iniciativa contó con cuatro formas de ver o sensibilizar el momento en el que determinados protagonistas se enfrentan a instantes de estrés, cansancio o agotamiento, bien sea por el propio trabajo o por la tarea que desempeñan en el cuidado de pacientes e incluso por ser internos de larga duración.

Uno de los métodos más comunes y de mejor aceptación tiene que ver con los símbolos. Este programa, titulado Pictogramas para la Comunicación, está basado en los típicos iconos que cualquiera puede ver en sus teléfonos móviles, pero que son de gran ayuda y muy operativos en situaciones críticas y ante la falta de comprensión del idioma. Sara Cachán, directora del programa, expresó que “la finalidad es dar voz a todas las personas” y avanzó algunos de los ejemplos más comunes, como son los partos de personas que no conocen nuestro idioma y tienen dificultades para expresarse y entender las necesidades en un momento tan importante como el nacimiento de un bebé: los denominados Pictopartos, tienen la función de establecer una conexión entre la madre y los profesionales sanitarios que la atienden, sin perjuicio en la calidad asistencial. Esta aplicación está diseñada, fundamentalmente, para tablet y ordenador.
 

Otra de las fórmulas de humanización se basa en los mensajes, palabras o frases escritas o pintadas en las paredes de los centros de atención de internos (pacientes, presos, residentes, etc). Calma, más cerca de ti busca el bienestar emocional. A través de técnicas ya existentes como el mindfulness o técnicas de relajación se realizan programas de acompañamiento para rebajar la tensión o el estrés de los profesionales de la sanidad, pero también de los acompañantes o familiares que están sufriendo una situación difícil ante la enfermedad o internamiento de un ser querido. Se trata de controlar emociones como el miedo o la impaciencia y para ello lemas como “respira y confía” o “venga, tú puedes”, tratan de rebajar el grado de ansiedad que producen tales situaciones.

La Fundación Músicos para la Salud tiene como objetivo “acompañar y hacer evadirse del difícil momento”, comentó Arancha García, Relaciones Públicas de esta organización sin ánimo de lucro. Bajo esta forma de actuar, se introducen en hospitales, residencias y demás centros para ofrecer un servicio de acompañamiento musical, pero “siempre con el consentimiento del centro y del interno”, puntualizó García.

La Asociación Believe in Art propone una técnica, que ya asoma en algunas instituciones, pero que viene con fuerza en los últimos años. “El arte como hilo conductor”, es la propuesta que manifestó Beatriz Lucea, presidenta de esta asociación.Esta afirmación viene del mensaje que lanzó la OMS en 2019, El arte puede ayudar o mejorar la salud.

Un entorno amable y bello ayuda al bienestar, pero no vale todo y es necesario adecuar los trabajos y los profesionales idóneos para cada tipo de intervención y siempre bajo intervención de un comisario, muy propio en el arte.