Un estudio aconseja árboles de menor porte que no interfieran con farolas y fachadas

La necesidad de hacer una reflexión sobre la compatibilidad del arbolado urbano del Centro Histórico con las festividades locales y la necesidad de solucionar la afección al alumbrado y a las fachadas en el caso de las plantaciones lineales de La Fuenfresca son los principales problemas detectados en un estudio redactado por la consultoría forestal Qilex sobre el estado de las zonas verdes y arbolado urbano de Teruel.

El Ayuntamiento de  la ciudad  encargó en enero de 2016 un inventario de zonas verdes de la ciudad, con financiación del proyecto europeo Life+, que abarcaba el área de actuación de este programa, Las Arcillas, y los barrios de influencia: Fuenfresca, Carrel, Arrabal, San Julián y Centro. 

La superficie total de estudio fueron 363,74 hectáreas, tanto de entorno urbano como forestal, ya que incluye las laderas ocupadas por masas de pino de repoblación forestal.

En total se contabilizaron 3.641 árboles, de los que poco más de la mitad, 1.926, están en viales y el resto en espacios libres. El 42 por ciento es menor de 5 metros, el 35 por ciento entre 5 y 10 metros y el 22 por ciento de más de 10 metros. Según el estudio, la mayoría de ellos se encontraba en buen estado, 3.602, 25 estaban enfermos y seis muertos. También se contabilizaron los alcorques vacíos.

El inventario realiza un análisis del grado de adecuación de la especie al espacio y sus afecciones al pavimento, las edificaciones, el tránsito de peatones y de vehículos, el alumbrado y la señalización viaria.

En más del 2,5 por ciento las aceras aparecen rotas o levantadas, un problema que, según el informe, tiene su origen a una selección inadecuada de la especie. En el caso de las edificaciones, se destaca la situación que se da en el barrio de La Fuenfresca donde la distancia del ramaje al a fachada no era adecuada. La distancia preferible es más de 2,5 metros y entre medio metro y 2,5 en caso de especies de porte pequeño.

En el caso del alumbrado, se recomienda que las farolas estén en el punto medio del marco de plantación, con una distancia media de 3 metros. En La Fuenfresca, donde sobre todo se plantaron plátanos de paseo, el informe aconseja que a medio plazo se debe realizar una sustitución de los pies del arbolado viario a distancias menores de 3 metros por especies de porte pequeño, para evitar interferencias.

También se detectaron problemas puntuales en la afección entre los árboles y las señales. La distancia mínima con los semáforos tiene que ser de 4,5 metros, con las señales verticales de dos metros y con las marquesinas de tres.

El estudio llama la atención sobre los daños ocasionados en el arbolado viario durante las fiestas y considera que es un problema que hay que abordar sin dilación no solo porque puede haber ejemplares que pueden llegar a morir sino también porque padecen traumatismos que a medio plazo pueden desencadenar situaciones de alto riesgo por inestabilidad de algún ejemplar. En concreto, se refiere a la Vaquilla y preocupante es la situación del Óvalo, porque se ha detectado importantes daños tanto de tipo físico, por los traumatismos en troncos y ramas, como de tipo químico, por los productos que se acumulan en los alcorques. 

El informe plantea un modelo de gestión que vele por la funcionalidad del arbolado, el control del riesgo y la sostenibilidad del sistema, para lo que hace falta contar con recursos materiales y humanos necesarios, porque avanzar en una correcta gestión reducirá las quejas ciudadanas. 

El concejal de Medio Ambiente, Julio Esteban (PAR), dio a conocer este inventario en el debate de una propuesta de Ganar Teruel para que se realice un plan de arbolado y zonas verdes de la ciudad de Teruel, que salió adelante por unanimidad en el pleno municipal de este mes de mayo.