"Trabajar la convivencia es una asignatura pendiente en las facultades de Educación"

“La preparación para trabajar la convivencia sigue siendo una asignatura pendiente en las facultades de Educación y en el máster de Secundaria”, aseguró  el catedrático Pedro Uruñuela que participó en la jornada Trabajar la convivencia en los centros educativos, que se celebró  en el salón de actos de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de Teruel, organizada por la Asociación de Vecinos del Centro Histórico dentro de sus jornadas culturales de primavera. En la sesión participaron también la doctora en Pedagogía Ana López y el profesor de Psicología Santiago Gascón.

Uruñuela aseguró que “es imposible no educar en convivencia”. Argumentó que la escuela es “la única institución social por la que pasan todos los chicos y chicas hasta los 15 años” e insistió en la necesidad social que hay de “de aprender a convivir y a relacionarse de una manera no violenta”.
Reconoció la carencia de formación en este tema de los docentes cuando pasan por la universidad pero defendió que estos temas, que se han considerado transversales, cada vez tienen una mayor importancia.
El experto insistió en “la necesidad de trabajar la convivencia desde un enfoque proactivo, preventivo”. 
El especialista explicó que conductas como el acoso escolar, el ciberacoso, la violencia de género o las conductas disruptivas en el aula tienen en común “un modelo de dominio-sumisión en el que “quien tiene fuerza se impone” y por ello planteó que hay que trabajar para desarrollar las capacidades de pensamiento, la inteligencia emocional, las habilidades sociales y los valores éticos.
Ana López se centró en la convivencia y la igualdad de género. Defendió que “hay que incorporar una visión de género en la educación” porque afirmó que muchos conflictos que parecen que son una casualidad, “obedecen a cuestiones más profundas que tenemos que desentrañar y poner remedio”, comentó.
López apostó por la convivencia democrática en la escuela, que “constituya el centro como un espacio de aprendizaje, que sirva al alumnado para practicar la convivencia”. “No se trata de que se porten bien para que aprenden más sino que se cree un micromundo donde se practica la democracia y la igualdad de género”, y argumentó que la escuela solo es un escalón y también se tiene que aplicar en la sociedad. 
Por su parte, Santiago Gascón se centró en la diversidad en las aulas. “Vivimos en un mundo muy cambiante, cada vez el mundo es más diverso y en la educación, en vez de rechazarlo, tenemos que aprovecharlo”, explicó. Gascón animó a los estudiantes a reflexionar y a plantear propuestas sobre este asunto. “Todas las personas somos muy diferentes y la educación tiende siempre a uniformizar y, a veces, alumnos que son muy buenos, como no pasan por esos filtros, quedan muy relegados”, señaló el profesor del grado de Psicología que defendió la necesidad de reflexionar sobre este tipo de cuestiones.