Tomás Guitarte, diputado de Teruel Existe: “Estamos generando una ilusión por cambiar las cosas y ese es el primer paso para hacerlo”
“Hemos pedido a la ministra de Transición que debe firmarse cuanto antes el convenio y que se podría iniciar ya una primera fase sin demorarlo más”El diputado de Teruel Existe, Tomás Guitarte, asegura que a través de la representación parlamentaria de este movimiento ciudadano “estamos generando una ilusión por cambiar las cosas y ese es el primer paso para hacerlo”. Están en permanente contacto con los ministerios de Transportes y de Transición Ecológica, a cuya ministra le han pedido que no demore más la firma del convenio para una transición justa en Andorra, y que se ponga en marcha una primera fase mientras lo concretan en su totalidad.
-¿Están ya más tranquilos los ánimos tras el revuelo de la sesión de investidura?
-Sí, estamos entrando ya en un periodo de normalidad que nos interesa porque lo que queremos es poder dedicar el tiempo a trabajar, y no tener que destinarlo a cuestiones accesorias.
-¿Le afectó mucho todo aquello?
-Yo creía que no, pero luego lo meditas y te das cuenta de que en el fondo algo te ha afectado, sobre todo cuando empiezas a pensar en repercusiones a terceros como a tus hijos o a tu familia.
-Se ha convertido en un personaje público muy conocido ¿Esperaba estar en el centro del foco mediático?
-Realmente no esperábamos que tuviese tanta repercusión. Las circunstancias han hecho que fuese absolutamente singular por ser un diputado de una agrupación de electores y encima que su posición fuese determinante, y por eso la atención mediática fue muy superior a lo esperado. No sé cuántas entrevistas habré hecho, por supuesto por encima de doscientas.
-¿A un mes vista cómo recuerda ahora aquello?
-Por un lado creemos que se ha conseguido sobradamente el objetivo de visualizar la problemática de Teruel e incluso la de la España Vaciada. Todo el mundo es consciente de que existe ese problema y que el Estado no ha sido suficientemente sensible a ello y ha quedado escondida. Ahora aflora y lo hace en un momento muy preocupante para el futuro de estos territorios. Haber conseguido eso es mucho, y por solo eso puede parecer que ha pasado tanto tiempo.
-¿Qué ambiente está viviendo ahora en el Congreso con el arranque ya de la legislatura?
-Ahora se está recuperando la normalidad y en el último pleno incluso las cosas salieron aprobadas con unas amplias mayorías. Tengo la impresión de que todo va a ser más tranquilo y más sosegado.
-¿Qué impresión tiene ahora de la política vista desde dentro?
-Ves que se trabaja, que esa sensación que se tiene desde fuera de que parece que no se esté haciendo nada no es cierta. Hay actividad, a veces incluso frenética, otra cosa es que eso trascienda a la opinión pública. Y luego tengo la impresión de que se enfatizan más las diferencias ideológicas que la actuación sobre la vida real. Muchas veces por ideologías no se llegan a acuerdos a los que sería muy fácil llegar en la calle con gente de distinta opinión. Las diferencias ideológicas en el Congreso hacen que por manifestar tu singularidad frente al otro no llegues a acuerdos que serían muy factibles.
-¿Se siente un diputado aislado?
-No, no.
-Lo digo porque representa a un movimiento reivindicativo y no a un partido político.
-No, yo personalmente y el movimiento como tal nos hemos sentido muy acogidos, hay un grado de simpatía tremendo tanto entre los compañeros de la Cámara como de la propia calle y te sientes apoyado. No solo eso sino que te informan de las cosas en las que puedes caer por ser nuevo recordándote los plazos, y por eso nos hemos sentido acompañados y animados.
-¿Qué tal la relación con el PSOE?
-Bien, bien, hay un diálogo fluido, que es lo que hace falta, que en principio es a lo que nos hemos comprometido con el acuerdo que hemos firmado para intentar cambiar la orientación que llevaban las políticas en la provincia. Creemos que eso va a ser factible, y obviamente por nuestra parte vamos a vigilar para que se vaya cumpliendo, porque nosotros no estamos en el ejecutivo sino que tenemos un acuerdo con un partido del Gobierno. Pero es imprescindible para que esto funcione bien que haya un diálogo fluido y que tengamos interlocutores válidos en el Gobierno.
-Pero con el PSOE aragonés me reconocerá que ha habido mucha tensión, y da la impresión de que es todo lo contrario a lo que pasa en Madrid.
-Sí, es que es una cosa paradójica, pero realmente en Madrid hay una relación que calificaría de sincera y óptima, y aquí parece que hay unas reticencias que no sabemos muy bien de qué vienen; pero las hubo en la campaña electoral aunque luego se han suavizado, pero sí, a un espectador externo no le dejan de sorprender esas diferencias de planteamiento. En Madrid se piensa que nosotros estamos aportando algo, que hemos puesto en evidencia unas problemáticas importantes que había en España, se nos valora por eso, y se reconoce el mérito que ha tenido Teruel de sacar eso a la luz y en advertir que hay un problema serio a solventar. Teruel está liderando la lucha contra la despoblación, pero sobre todo por el reequilibrio territorial. En estos dos últimos meses Teruel ha tenido una repercusión mediática mayor que en los últimos 40 años. Ahora todo el mundo sabe dónde estamos, cuáles son los problemas y qué es lo que pedimos.
-Falta lo más importante, que ahora empiecen a llegar las soluciones. ¿Ve predisposición a que se cumpla lo firmado en el acuerdo de investidura?
-Yo creo que va a haber que estar muy encima de las cosas. Sí que vemos predisposición, o por lo menos ahora lo hemos visto, en los representantes políticos que encabezan los ministerios o el Gobierno. Sin embargo observamos que en los propios staff funcionariales de los ministerios hay una inercia de trabajar de determinada manera que cuesta cambiar. Supuestamente la directriz política viene desde la dirección y se debería hacer caso a eso, pero notamos que esa obediencia debida no es inmediata, que hay que convencer también a la parte técnica de los ministerios de que hay que caminar en el sentido que se le indica y en esas cosas parece que vamos a tener que estar muy encima porque a veces parece que vayan con lo que se tiene predeterminado, a su ritmo, y casi les dé igual lo que indique la directriz política.
-¿A qué se refiere en concreto?
-Por ejemplo con una tema candente para nosotros como es la apertura de la provincia hacia el sur y hacia el oeste con la autovía A-40 Cuenca-Teruel. Nosotros tenemos el acuerdo de que ese corredor se debe abrir con una vía de alta capacidad y nos encontramos que a los pocos días de ese pacto, el Ministerio de Transportes, supuestamente acelerando esa solicitud, saca a informe un documento con unas consultas de impactos ambientales de las que parece deducirse que la intención ministerial simplemente es arreglar la carretera. Es algo que acaban de mandar ahora a los ayuntamientos. Eso es la inercia de lo que venía de atrás, no es reflejo de lo que se ha acordado, sino de lo que se venía trabajando de atrás. La carretera hay que arreglarla obviamente, pero el acuerdo es que aparte de eso hay que dar los pasos para abrir la A-40.
-¿Están teniendo entonces ya contactos directos con el ministerio?
-Sí, sí, lo que hablamos en su día de que habría comisiones de seguimiento cada cuatro meses está absolutamente desbordado, porque nosotros ya hemos tenido mínimo dos reuniones de trabajo con el Ministerio de Transportes. Entendemos que eso va a ir más rápido y que las reuniones se van a producir siempre que haya algo que comentar.
-¿Hay comunicación directa? Por ejemplo con esta anomalía en las consultas que ha hecho el ministerio, ¿han podido comunicar ya el error?
-Sí, sí, hay una comunicación directa, nosotros todavía estamos elaborando un documento con nuestra posición que le trasladaremos inmediatamente al propio ministerio, probablemente la semana que viene, pero sí que hemos advertido que ese no era el trámite que esperábamos, que lo que han mandado es algo que se puede entender orientado hacia la mejora de la carretera, pero hay otro trámite que hay que empezar que es el de la autovía. Es una consulta previa, pasos preliminares, pero que evidencia que el ministerio todavía sigue con lo que tenía acordado previamente.
-¿Pero la parte política del ministerio les ha entendido en estas reuniones que han tenido?
-Sí, sí, la parte política del ministerio lo ha entendido y de hecho se firmó en el acuerdo así, lo que nos cuesta es que cambie la inercia técnica a caminar en determinado sentido, y por eso nos extraña que salga ese documento. Por eso nosotros vamos a pedir que ese documento se destine únicamente a la mejora de la carretera, o que se retire y no siembre confusión porque lo que se deduce al leerlo no es que esté orientado a la A-40, sino a que no hay otra alternativa más que arreglar la carretera. Como con eso discrepamos lo manifestaremos de manera inmediata al ministerio y esperamos reconducir toda esa situación.
-¿Hay hilo directo con más ministerios?
-Sí, tenemos contacto directo con el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico. He hablado directamente con la ministra y nos ha manifestado que estaban formando los equipos, que tuviésemos un poquito de paciencia hasta que esos equipos estuviesen decididos porque cuando contactamos no estaba ni el organigrama. Imaginamos que también habrá una interlocución más o menos directa. Queremos estar en contacto fluido con todos aquellos ministerios que tengan una incidencia directa sobre la problemática de la provincia.
-Además urge, porque se tienen que presentar los Presupuestos Generales del Estado.
-Exactamente, nuestra primera misión va a ser comprobar que se pasa a presupuestos el cumplimiento del acuerdo de investidura, que todo aquello que estaba previsto hacer en 2020 pues tenga una partida presupuestaria, e incluso más cosas que puedan aparecer y una previsión de los siguientes años. Hay que pensar también que en caso de prórroga ese presupuesto permitiese seguir avanzando en los pactos.
-No han informado de esos contactos ministeriales. ¿Por qué esa discreción?
-Porque creemos que es más eficaz, y además son unos primeros contactos. Esa discreción también ayuda a que la negociación vaya más rápido en lugar de anunciar cosas que todavía no estén decididas. Tampoco queremos ser irrespetuosos ni avanzar o dar una ilusión que luego se vea frustrada en unos meses. Son reuniones en general de trabajo, pero sí tiene que saber la gente que estamos trabajando en Madrid, y que estamos moviéndonos todo lo que podemos.
-Que no han estado parados durante el primer mes del Gobierno.
-Sí, e incluso la ministra de Transición Ecológica nos decía que casi íbamos antes de que tomase posesión, y que necesitaba formar los equipos aún y que no se podía tener una reunión con contenidos serios mientras no estuviesen constituidos.
-¿Cómo va a ser a partir de ahora su trabajo, insistirán en los ministerios o harán iniciativas parlamentarias?
-Creo que va a tener que ser probablemente combinando las dos cosas. Realmente si hay receptividad es mucho más eficaz hablar con los ministerios, recordar lo que se ha pactado y que se tienen que ir dando pasos en ese sentido. Lo otro habrá que reservarlo para cuando haya riesgo de desviación de los acuerdos. No obstante, todo lo que presentemos en el Congreso será con una óptica territorial del problema.
-¿Y las reuniones cuatrimestrales que recoge el acuerdo, qué función van a tener?
-Servirán para repasar si se ha trabajado o no, será una revisión o un resumen de las reuniones previas y servirá para ver si se avanza al ritmo previsto. No solo va a ser eso, sino que habrá un contacto todo lo frecuente que sea necesario para tener garantías de que se va trabajando.
-Es portavoz del Grupo Mixto en la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico y ha podido hablar con la ministra, supongo que le habrá metido prisa con el convenio de Andorra por el retraso que lleva.
-Nosotros lo primero que le transmitimos fue la urgencia de que se firmase un convenio, incluso la posibilidad de que se firme algo ya del mismo aunque no fuese la totalidad de las intervenciones. Hemos contactado con ella pidiéndole que queremos tener una reunión, y en ese primer contacto ya se establecen conversaciones y es donde le trasladamos nuestra opinión de que debe firmarse cuanto antes el convenio de transición justa. Le hemos dicho que no merece la pena demorar la firma hasta que se tengan completas todas las actuaciones que se quieren hacer, y que incluso se podría iniciar una primera fase, pero aportar ya alguna solución. Para nosotros ese es un ministerio que engloba dos de los grandes ejes de nuestro programa, y en la comisión del Congreso en algún momento plantearemos que se separen porque vemos que el ámbito de competencias es muy grande.
-¿En esas conversaciones con la ministra llegaron a tratar lo insuficiente que eran las ayudas anunciadas para España por la Unión Europea?
-Se manifestó la opinión del Gobierno de que eran claramente insuficientes frente a todo lo que se debe acometer, pero toda referencia final es que cuando estén constituidos los equipos se gestionará ante Europa lo que se pueda; que todo está pospuesto a que se creen los equipos, aunque tampoco creo que sea cuestión de muchos días.
-Con el reto demográfico tienen por delante el Pacto de Estado, que requiere del consenso de todos los partidos. ¿Cómo lo van a trabajar con el resto de grupos parlamentarios?
-Lo que decíamos era que todas las fuerzas políticas habían manifestado en campaña su voluntad de caminar hacia ese pacto, y a lo mejor la comisión parlamentaria puede ser un punto de confluencia para encaminar la firma del Pacto de Estado de forma consensuada. Vemos que lo más difícil va a ser contemplar las acciones que hay que tomar y la financiación, porque eso afectará directamente a los presupuestos. Por eso creemos que no es buena idea mezclar reto demográfico y transición ecológica en una misma comisión.
-En cualquier caso va a ser imposible que veamos algo ya en los próximos presupuestos.
-La aprobación de los presupuestos probablemente sea tan inmediata que las medidas trascendentales de esto tengan que quedar para los siguientes, pero por lo menos es iniciar el trabajo.
-¿Cómo va a condicionar Teruel Existe el apoyo a esos presupuestos?
-De una manera muy sencilla, ver que se consigna al menos aquello que está comprometido en el acuerdo.
-Al final lo importante no será tanto que estén las partidas sino que se ejecuten, que en definitiva es lo que siempre falla.
-Exacto, ese es un peligro en el que hemos caído todos muchísimas veces y casi todos los años. Por eso vamos a estar muy encima de todo, de la tramitación administrativa y de cómo se está gestionando, y si vemos que algo se presupuesta pero que pasa media anualidad y ni siquiera se ha empezado a ejecutar, estaremos exigiendo que se ejecute.
-¿Ya ha pensado cuál será la primera iniciativa parlamentaria que presente?
-Tampoco queremos buscar elementos muy simbólicos en las intervenciones, sino ir al día a día, y nuestro criterio será ver con perspectiva territorial todo y ya le hemos dicho al Gobierno que en la legislación se tenga en cuenta el equilibrio territorial, porque hay medidas que se toman que van en contra.
-¿Cómo pasar de las palabras a los hechos en la lucha contra la despoblación?
-Que en los presupuestos se reflejen ya partidas para las medidas, aunque en estos presupuestos va a ser difícil por su inmediatez. Por temor a equivocarte no se pueden demorar años y años las intervenciones. Hay multitud de pequeñas cosas que se pueden hacer ya, y otras que requieren de un mayor trabajo como las cuestiones fiscales para que haya seguridad jurídica. Y hacer cumplir cosas legisladas que no se cumplen, como en las telecomunicaciones para actuar en zonas más despobladas.
-¿Se reitera en que hay que ver la presencia de Teruel Existe en el Congreso como una movilización más?
-Sí, sí, sí.
-¿Cómo piensan aguantar cuatro años así sin quemarse?
-Hombre, yo creo que va a haber un cambio de percepción en general sobre el problema que denunciamos porque vamos a estar machacando constantemente con eso. El objetivo de estar allí es que se tome conciencia de que hay un problema y que hay que aplicar una visión territorial. De entrada hemos conseguido que toda la sociedad española se ponga a pensar qué se puede hacer para acabar con este problema.
-¿Les llegan propuestas?
-Nos llegan iniciativas empresariales, de creadores, e imaginativas para la acción de reequilibrar el país. La sociedad española y los emprendedores se han puesto a pensar qué se puede hacer para intentar minorar el problema y sobre todo han reconocido que el modelo que se plantea es mejor que el que tenemos, así que estamos generando una ilusión por cambiar las cosas y ese es el primer paso para hacerlo.
-¿Van a entrar en la dinámica del juego político reprochándose cosas unos a otros? El PP en el Senado ya les acusó de algo que no era cierto.
-No nos gustaría entrar porque lo que hemos tratado de evitar era eso. Nosotros venimos a trabajar por unas soluciones y no enfrentarnos en el combate ideológico o incluso a veces de tener que estar constantemente desmintiendo interpretaciones que no son correctas. Esperamos que eso no se haga habitual, aunque a veces no hay otro remedio que desmentir cuestiones, pero nuestro objetivo no es enzarzarnos en esas cuestiones sino trabajar.
-¿Sirve para algo ese tipo de política que solo confunde y engaña al ciudadano?
-A lo mejor para el que la hace sirve para algo, para nosotros no porque el objetivo nuestro no es ese, sino intentar aportar soluciones a los problemas que hay en la vida real. A actitudes así no le vemos ningún camino, a lo que hay que ir al Congreso y el Senado es a solucionar los problemas y dedicar los esfuerzos a eso.