Todo listo en Teruel para tres días de fiesta casi ininterrumpida

Alfonso Muñoz y Diego Sánchez, de la peña Los Chachos, otearán este sábado el horizonte al lado del Torico, la escultura de bronce, símbolo de la ciudad. Debajo, miles de personas estarán pendientes de un gesto: el momento en el que le pongan el pañuelo al Torico y que dará inicio al jolgorio ininterrumpido de los tres días de La Vaquilla. Es una tradición, que precisamente comenzó esta peña en 1982 y que hoy en día se asemeja a lanzar el chupinazo en las fiestas mayores de otras ciudades españolas.

Esto será poco antes de las cinco de la tarde, pero previamente -a las 16,30 horas- sonará el Campanico, una tradición mucho más antigua y que tendrá lugar en el Ayuntamiento. La alcaldesa, Emma Buj, será la responsable de tirar de ella junto al Vaquillero del Año, Juan Carlos Redolar, representantes de los mantenedores, que son los miembros de la Banda de Música Santa Cecilia, y el concejal de Fiestas, Javier Domingo. A continuación, la alcaldesa le entregará el pañuelo a José Antonio Rodríguez Garzón y a Jesús Villarroya que serán los encargados de trasladarlo a la plaza del Torico.

Las fiestas llenarán las calles de la ciudad de público, no solo los turolenses que estos días recorren las peñas y participan en los actos programados, sino también miles de personas venidas de otras ciudades. 

Los establecimientos hoteleros de la ciudad de Teruel confían en que las reservas de última hora les permitan colgar el cartel de “completo” para la noche del sábado, aunque desde el sector apuntaron que la coincidencia con la celebración del día grande de las fiestas de San Fermín en Pamplona podría provocar una menor afluencia de visitantes.

El vicepresidente de la asociación provincial Teruel Empresarios Turísticos (TET), Fernando Cánovas, indicó que la ocupación hotelera estos días en Teruel siempre es menor que en Las Bodas de Isabel, aunque el sábado suelen llenar. 

Desde el sector creen que la coincidencia con San Fermín puede restar afluencia, así como el hecho de que algunas personas demoren la reserva a la espera de que a última hora bajen los precios o desaparezca el requisito establecido por algunos establecimientos de reservar al menos dos noches.

Un dispositivo especial de seguridad formado por más de 500 agentes de la Guardia Civil, la Policía Nacional y Local velan porque La Vaquilla transcurra de la mejor manera posible. Protección Civil, Cruz Roja, servicios sanitarios y bomberos trabajan estos días para que otros se puedan divertir.

La alcaldesa, Emma Buj, deseó que la  Vaquilla sea “una fiesta de éxito y también tranquila”, pero reconoció que concentra mucha gente y “la seguridad es lo primero” .

Buj emitió esta semana un bando donde se hace un llamamiento a la ciudadanía en general para que se respeten en todo momento las normas de convivencia y se disfrute de la fiesta “sin agresiones sexistas”.