Teruel no se beneficia de un arranque de año con lluvias superiores a lo normal en España tras un 2017 muy seco
La provincia se encuentra entre las pocas zonas del país sin apenas precipitaciones2018 ha comenzado con abundantes precipitaciones en todo el país, muy superiores a lo normal en los primeros días de enero, después de que 2017 vaya a quedar en los registros como el año más cálido desde 1965 y como el segundo más seco.
De hecho, las intensas lluvias y nevadas de los últimos días de diciembre y los primeros días del año han reducido el déficit hídrico que se acumula en España desde hace meses en casi diez puntos (del 45 al 35 por ciento).
Hasta el momento, sin embargo, la provincia de Teruel figura entre las zonas a las que apenas han llegado las precipitaciones y se mantiene la sequía.
De hecho, el embalse del Arquillo, que abastece a la capital turolense, sigue perdiendo reservas desde el comienzo del año. Este domingo almacena 3,07 hectómetros cúbicos del agua (el 14,61 por ciento de su capacidad), cuando empezó el año con 3,14 hectómetros cúbicos (un 14,95 por ciento).
Y es que durante los primeros días de enero las precipitaciones han sido generalizadas en toda la península, excepto en el norte de Castilla y León, el este de Castilla-La Mancha y Andalucía y la zona de Levante -en la que por cercanía se enmarca Teruel-, según los datos recopilados en la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Cifras acumuladas
Así, se han acumulado cantidades superiores a los 10 litros por metro cuadrado en la mayor parte de península y en los archipiélagos, y se han superado los 30 litros por metro cuadrado en toda la mitad oeste de Andalucía, los sistemas Central e Ibérico y en toda la franja norte peninsular, que abarca desde Galicia hasta Gerona.
Destacan los 100 litros por metro cuadrado que se han superado en puntos aislados de las provincias de Pontevedra y La Coruña, en áreas de Cantabria y al norte de Guipúzcoa y Navarra.
Los datos de la Aemet están actualizados al día 11 de enero, y no reflejan todavía las últimas e intensas lluvias que han provocado inundaciones en muchos puntos del País Vasco. Las cifras de los primeros días de enero contrastan con los del año 2017, especialmente cálido y seco, y que ha propiciado un continuo descenso del agua embalsada y agravado la situación de sequía.
El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente ha valorado las lluvias de enero y ha observado que estas precipitaciones han permitido pasar de un déficit hídrico del 44,9 por ciento al 35,5 por ciento, y ha subrayado que el agua será muy positiva para el campo y especialmente favorable para el crecimiento del cereal.
Desde el Departamento que dirige Isabel García Tejerina se ha incidido sin embargo en la importancia de mantener la alerta porque aún se pueden plantear todos los escenarios posibles.
Para paliar la sequía el Gobierno ha impulsado durante los últimos meses un paquete de obras de emergencia, y entre éstas destacan las actuaciones que han permitido movilizar 350 hectómetros cúbicos adicionales en las cuencas del Segura y del Júcar, las que más acusan el estrés hídrico.
Desde mayo de 2015 hasta ahora el Gobierno ha realizado más de 28 actuaciones de emergencia en las cuencas del Júcar y Segura, con un presupuesto superior a los 83 millones de euros para paliar los efectos de la sequía.
Zonas con déficit
En el ámbito de las ayudas al agua desalada se han aprobado 17,3 millones de euros entre 2015 y 2017, mientras que para la modernización de regadíos se están ejecutando actuaciones que suman 60,7 millones de 60,7, sobre todo en Huesca, León y Valencia.
El Ministerio ha incidido en no bajar la guardia, y ha lanzado una campaña de comunicación para concienciar sobre el uso del agua, que con el lema "El agua nos da la vida. Cuidémosla" quiere concienciar a la población sobre la necesidad de ahorrar este recurso.
Para el ejercicio de 2018, y con el fin de reforzar la lucha contra la sequía, el Gobierno ha anunciado que abordará la modernización de regadíos, la mejora de los seguros agrarios, que continuará implementando políticas de financiación y fiscalidad, y que se pondrán en marcha actuaciones para disminuir el consumo y aumentar la oferta de recursos.