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Teruel dedica un espacio para el recuerdo de los niños que murieron antes de nacer Teruel dedica un espacio para el recuerdo de los niños que murieron antes de nacer
Los familiares más cercanos colocaron unas mariposas en el monolito que se ha instalado en el cementerio

Teruel dedica un espacio para el recuerdo de los niños que murieron antes de nacer

El Ayuntamiento instala un monolito a petición de las familias de estos bebés
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Con la inscripción El amor no comienza al nacer ni termina con la muerte (En recuerdo a todos los bebés que fallecieron durante la gestación, el parto o a los pocos días de nacer), se inauguró en Teruel un monolito situado en el cementerio a petición de las familias que han perdido un recién nacido o un niño o niña que no había llegado a ser alumbrado. Las mamás mariposa, un grupo de mujeres que en un algún momento de su vida se vieron ante esta situación solicitaron al Ayuntamiento que tuvieran este gesto para poder tener un lugar donde recordarlos y desde el viernes Teruel es una de las pocas ciudades de España que cuenta con un monumento de estas características.

En un emotivo acto celebrado el viernes 15 de octubre, Día de los Bebés no Nacidos, se dio por inaugurado. Con la música del violín de Sarabel Delgado de fondo, las familias colocaron una mariposas junto a la inscripción, símbolo de este colectivo, y desde el viernes un ramo de flores les recuerda a todos ellos.

La alcaldesa, Emma Buj, que acudió acompañada de la concejala delegada de Cementerios, Ana Oliván, recordó que el año pasado, en un fecha como esta, se plantó un árbol en la Glorieta en recuerdo de todos estos bebés, pero escuchando a las familias decidieron acondicionar un espacio para el recuerdo en el cementerio, en la zona dedicada a los niños fallecidos.

“Todas las mujeres que hemos llevado un niño dentro sabemos que desde el minuto uno que conoces su existencia lo consideras una persona dependiente de ti y lo quieres”, afirmó la alcaldesa, a la vez que mostraba todo su apoyo a estas familias, indicando que ella misma, junto a Ana Oliván, se había implicado personalmente en la adecuación de este espacio “para que las familias puedan hacer ese duelo que en su momento no pudieron hacer”.

Por su parte, una de las mamás mariposa de Teruel, Anabel Hernández, agradeció la habilitación de este espacio por parte del Ayuntamiento “porque es una manera de hacer legítimo nuestro duelo”.

“Nadie está preparado para hablar de muerte y menos aún cuando estás esperando la vida”, dijo en la lectura del manifiesto.

Hernández también indicó  que tener un sitio en el cementerio, donde poder estar, “hace visibles a nuestros hijos y sobre todo hace que nuestro duelo sea real, ya que muchas veces la sociedad nos lo niega”.

Hernández indicó que la muerte en sí es un tema tabú y en estos casos todavía lo es más. “A nuestros hijos no los conocía nadie, murieron en nuestro vientre, o en el parto o a los pocos días de nacer y nadie los ha podido conocer, solo sus padres y los más cercanos”, comentó. Muchos de ellos tenían ya su nombre y ahora solo pretenden un reconocimiento para ellos.

 

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