‘Teruel ComPasión’: la capital teje su propia red social como comunidad compasiva

Teruel ComPasión, la comunidad compasiva de la ciudad de Teruel, ha echado a andar con el objetivo de seguir cuidando de las personas vulnerables en su domicilio, trazar sinergias entre todas las entidades involucradas y establecer una red de apoyo social y sanitario para mejorar la atención de los pacientes que están en el final de sus vidas.

Con motivo de la conmemoración del Día Mundial de los Cuidados Paliativos, que se conmemoró este sábado, la pasada semana se celebró una jornada en Teruel para abordar las comunidades compasivas, siguiendo el lema sobre el que gira este año este día mundial.

La Sociedad Aragonesa de Cuidados Paliativos (Cusirar) eligió Teruel para desarrollar esta jornada, ya que aquí acaba de ponerse en marcha una comunidad compasiva bajo el nombre Teruel ComPasión.

Es la primera comunidad de estas características que se pone en marcha en Aragón pero coge el guante de otras en funcionamiento en Extremadura o Andalucía. El pasado mes de febrero, dos de sus promotores estuvieron en Teruel para dar a conocer cómo funcionan estas comunidades invitados por la Asamblea Provincial de la AECC y se plantó la semilla para el desarrollo del proyecto en Teruel.

  Ahora son varias las entidades del ámbito social, sanitario, educativo y de la administración pública las que se han subido al carro y se ha creado un “equipo motor”, como explicó la psicóloga de la AECC, Merche Castellote, durante la jornada celebrada en el auditorio Torre del Salvador del centro Sociocultural San Julián la semana pasada. Estas entidades son AECC en Teruel, Atadi Teruel, Acompañando Teruel, Cáritas Diocesana de Teruel, el Salud, el Comité de Ética Asistencial del Sector Teruel, el Hogar de personas mayores Turia del IASS, Campus de Teruel de la Universidad de Zaragoza, la Comarca Comunidad de Teruel, Servicios Sociales del Ayuntamiento de Teruel, Cusirar y el ESAD (Equipo de Soporte de Atención Domiciliaria).

Como destacó Castellote, “son entidades muy diversas y cada uno aporta sus recursos”, pero van a trabajar en un fin común. Para ello, la comunidad compasiva turolense ha comenzado por la formación con una sesión que se llevó a cabo en el mes de septiembre centrada en cuidados paliativos y en el mes de noviembre habrá otra centrada en compasión. Conscientes de que el desarrollo de  esta comunidad es “una carrera de fondo” se van a mantener reuniones mensuales del equipo motor y más adelante acciones de sensibilización y formación para la comunidad: la más inmediata será la participación en la Noche de Ánimas, con un death café, guiado por las profesionales del ESAD y del CEAS (Comité de Ética Asistencial del Sector de Teruel).

Como explicó el psicólogo José Miguel Navarro, el pasado mes de febrero cuando vino a Teruel para participar en la jornada ‘Acompañando en el final de la vida desde la comunidad’, los death café son encuentros para hablar de la muerte, como una manera de sensibilizar sobre cómo enfrentarse al final de la vida.

La intervención de Navarro en esta jornada y del doctor Rafael Mota, uno de los promotores de las comunidades compasivas en España, fue el catalizador para que en Teruel se iniciaran las conversaciones para trabajar en esta idea que comienza ya a ser una realidad.

Marta Agudo es la presidenta de Cusirar y médico del ESAD en Teruel. Con motivo de la jornada de Cusirar en Teruel explicó que estas comunidades surgen porque “estamos observando que, con la actual forma de vida que llevamos, hay un vacío en el domicilio para cuidar de personas vulnerables”.

Con las comunidades compasivas se trata de “potenciar los recursos que tenemos en Teruel”, para ayudar a todas las personas que quieren cuidar en casa y facilitar que personas que requieren de cuidados paliativos se puedan quedar en su domicilio.

El proyecto es “ambicioso” y se va a desarrollar en Teruel pero con la intención de extenderlo después a otros municipios turolenses y de la Comunidad Autónoma.

En la inauguración de las jornadas, estuvo presente la nueva directora general de Cuidados y Humanización del Gobierno de Aragón, Estíbaliz Tolosa, quien detalló que desde esta dirección general se quiere desarrollar una estrategia de cuidados que potencie los cuidados de los profesionales que se presten, los autocuidados y la alfabetización en salud para tomar las mejores decisiones. También se va a desarrollar un plan de humanización en la asistencia sanitaria propiciando una buena comunicación entre los pacientes para avanzar así en la toma de decisiones compartidas.

Lo cierto es que en este campo queda todavía mucho por hacer porque, como destacó en la jornada la presidenta de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos, María de la Rica, falta equidad en el acceso a los cuidados paliativos, que solo se lograría con una Ley Nacional de Cuidados Paliativos, que no existe en la actualidad en España. También reivindicó un perfil de competencias avanzadas para los profesionales que trabajan en equipos específicos y unas competencias básicas para todos los profesionales que se enfrentan en un momento o en otro con pacientes y familias que necesitan esta atención, que se deberían adquirir desde el grado y en muchas universidades no existe una asignatura sobre ello.

También haría falta, dijo, sensibilidad porque “la atención paliativa no es la atención en la agonía o en el final de vida, tienen que adelantarse y poder identificar signos de sufrimiento evitables y no solo atender a las personas que transitan ene ese proceso de final de vida sino también a sus familias”.

Según indicó De la Rica, en un Atlas Europeo sobre cuidados paliativos publicado en 2019 se establecía un ranking en función de los recursos y la formación. España ocupaba la posición número 31 de los 51 países estudiados y por comunidades autónomas Aragón ocupa el penúltimo o último lugar. “Tendríamos que tener en cuenta estos datos”, señaló y comentó que desde las sociedades de cuidados paliativos hacen una llamada a los gobiernos para que prioricen y establezcan estrategias como las comunidades compasivas “que vienen a llenar los vacíos en la atención al final de la vida devolviendo la participación a la comunidad y estableciendo alianzas entre servicios sanitarios, entre sus vecinos y entre los sectores sociales”. “Las comunidades compasivas garantizan la calidad y la continuidad de la atención desde el diagnóstico y hasta el fallecimiento y desde la prestación de cuidados hasta el duelo de los familiares al explotar el mayor activo de la comunidad, su gente”, concluyó.

Teruel ha comenzado a dar los pasos necesarios par convertirse en una comunidad compasiva. Como explicó Merche Castellote en su intervención, “La compasión y la pasión tienen algo en común que es el amor y Teruel es la ciudad del amor”. Así se cierra el círculo, en una ciudad que se caracteriza por ser “compasiva y solidaria”, como también destacó la alcaldesa Emma Buj en la inauguración de la jornada de Cusirar.