Tarmac anuncia que pronto colgará el cartel de completo en los aeropuertos de Teruel, Tarbes y Toulouse y busca soluciones
El personal técnico de las tres bases se organiza para agilizar las futuras devoluciones de avionesTarmac Aerosave, especializada en el almacenamiento, mantenimiento y reciclado de aviones, está acelerando sus proyectos de ampliación de aparcamientos y estudia adquirir nuevos emplazamientos que podrían estar operativos en junio. El grupo francés cuenta con una capacidad total de 250 aviones en Tarbes, Toulouse-Francazal y Teruel. A finales de 2019, la flota almacenada en las tres bases ascendía a 150 aviones, pero la reducción del tráfico aéreo mundial a causa de la pandemia de coronavirus ha elevado su cifra y se espera que en junio alcance entre 230 y 240 aparatos.
Tarmac Aerosave explicó en un comunicado de prensa que trabaja “en primera línea” desde que las compañías aéreas redujeron su actividad por la pandemia. Desde los primeros anuncios, el grupo francés ha adaptado las actividades en sus tres bases de Tarbes, Toulouse-Francazal y Teruel para preservar las flotas que tiene a su cargo y entregar los aparatos a sus clientes tan pronto como se reanude el tráfico aéreo mundial.
En primer término, creó un equipo dedicado a los almacenamientos urgentes y a atender las numerosas solicitudes de asesoramiento llegadas de todo el mundo. Tuvo que aplazar las tareas de mantenimiento menos urgentes y el reciclaje, y se reorganizaron los aparcamientos con la retirada de los aviones que llevaban más tiempo almacenados.
No obstante, a principios de abril se adelantaron algunos reciclajes para liberar espacio en los aparcamientos y poder atender las nuevas llegadas. De esta manera, consiguió aumentar su capacidad total en un 25%.
Las plantas de Tarbes, Toulouse-Francazal y Teruel cuentan con una capacidad total para el almacenamiento de 250 aviones y, a finales de diciembre, tenían 150 aparatos. En abril, la flota almacenada en las tres bases ascendía a 170 aviones y en junio se espera que sea de entre 230 y 240 aparatos. En las instalaciones del Aeropuerto de Teruel cuenta actualmente con 99, de los que 28 han llegado desde el pasado 3 de abril.
Las compañías aéreas han recurrido a los servicios de Tarmac Aerosave sobre todo para sus grandes aviones, como el Boeing 747 de British Airways (la reina de los cielos que llegó a Teruel el 3 de abril), los Airbus A380 (de los que han llegado 9, 7 de Lufthansa y 2 de Air France) y los A340 (con 11 ejemplares de la compañía alemana en Caudé).
Al principio de la crisis, el grupo pudo aumentar su capacidad un 25%, pero anunció que pronto colgará el cartel de completo si no se encuentran otras soluciones.
En estos momentos, Tarmac Aerosave se prepara para recibir aviones de empresas de leasing, que son las propietarias de aproximadamente la mitad de la flota de una compañía aérea. Para ello, el grupo francés está acelerando sus proyectos de ampliación de aparcamientos y estudia adquirir nuevos emplazamientos que podrían estar operativos en junio. Añadió que es probable que la mitad del centenar de aviones acogidos permanezcan almacenados un año o más.
El personal técnico de las tres bases encargado de mantener la flota en condiciones operativas se ha organizado también para agilizar las futuras devoluciones con la organización de los aparcamientos para liberar primero los aviones reclamados. Al mismo tiempo, elaboran los expedientes administrativos de aceptación y preparan la reincorporación a los centros de los empleados que están teletrabajando.
Aunque los reajustes de los aviones se han paralizado, Tarmac Aerosave cree que se avecina una fuerte demanda.
Reajustar un avión consiste en realizar todos los procedimientos técnicos necesarios (mantenimiento, ajustes de cabina,…) cuando un avión cambia de operador o de propietario. “Esta interrupción sin precedentes de la actividad afectará a la distribución de la flota mundial ya que algunos operadores tratarán de vender o arrendar algunos aviones o de ajustar sus cabinas para cumplir con las nuevas medidas que han sido decretadas”, expusieron.
Para mantener los puestos de trabajo necesarios para prestar el servicio de almacenamiento y limitar el impacto económico por la caída de las demás operaciones, Tarmac Aerosave ha reorganizado sus servicios. Para el personal administrativo, se ha implantado el teletrabajo siempre que ha sido posible, aunque en torno al 40% de los empleados permanecen en los centros. Y en los talleres se pusieron en marcha medidas de protección y de distanciamiento.
La empresa ha pospuesto algunas contrataciones y mantiene otras para cubrir la necesidad de personal de mantenimiento.
“Como toda la industria aeronáutica, nosotros también tenemos que revisar algunas de nuestras estimaciones, pero confiamos en la diversificación de nuestras actividades. Tarmac Aerosave es conocida en todo el mundo como empresa líder en la gestión del ciclo de vida de los aviones. Seguimos trabajando para nuestros clientes”, declaró el presidente del grupo, Patrick Lecer.
Por otro lado, Tarmac Aerosave ha dado respuesta a las peticiones de equipos en cada una de sus ubicaciones. En la base de Teruel se recogieron más de 300 máscaras de oxígeno de los aviones en desguace que fueron entregadas al hospital Obispo Polanco, mientras que en Tarbes se recogieron todas las máscaras y se entregaron para su distribución a los centros médicos.
Devolución de un A380
En el punto álgido de las operaciones de almacenamiento, Tarmac Aerosave ha sido capaz de terminar a tiempo en el centro de Tarbes su primera revisión intermedia o check B de un Airbus A380, que fue devuelto a HiFly el pasado 30 de abril. Los trabajos corrieron a cargo de la unidad de mantenimiento con la ayuda de la unidad de desguace y emplearon a un total de 15 técnicos.
La empresa explicó que el mantenimiento del superjumbo requería herramientas específicas para un avión de grandes dimensiones y que las intervenciones más complejas fueron la sustitución de la turbina de aire de impacto o turbina eólica de emergencia y el actuador de timón.
Más de 950 aparatos a su cuidado desde hace 13 años
Tarmac Aerosave fue fundada en 2007 en Tarbes y opera también desde 2013 en Teruel y desde 2017 en Toulouse-Francazal. Con el respaldo de un sólido accionariado formado por los grupos Airbus, Safran y Suez, en estos 13 años ha almacenado más de 950 aviones, ha devuelto más de 600 y ha desmantelado 220 aviones y 135 motores.
El grupo posee la mayor capacidad de almacenamiento de Europa (250 en total) y cuenta como aval con una amplia experiencia en mantenimiento, reajustes y reciclado. La actividad de mantenimiento abarca las principales plataformas comerciales (Airbus, Boeing, ATR, Bombardier, Embraer). Cuenta con un taller de motores específico que se encarga de la reparación o el desmantelamiento de los CFM56.
Tarmac desarrolla técnicas avanzadas de desmantelamiento y reciclaje que le han permitido lograr una tasa de recuperación de más del 90%.
Mantener el avión en condiciones de vuelo
Tarmac Aerosave explicó que, aunque el almacenamiento es una actividad básica de las operaciones aéreas, es ahora cuando el público ha descubierto esta operativa que los medios han bautizado como “confinamiento de aviones”.
La empresa indicó que el almacenamiento difiere del mantenimiento rutinario e incluso del estacionamiento. Es posible que un operador (compañía aérea) o un propietario de aviones necesite mantener su aeronave en tierra por razones comerciales (estacionalidad), técnicas (ajustes en cabina, pintura) o administrativas (venta del avión, cambio de pabellón). Durante este periodo, que puede oscilar entre unas pocas semanas y varios meses, el avión debe mantenerse en condiciones de vuelo para que pueda reanudar el servicio en cualquier momento.
Por tanto, para almacenar un avión es necesario contar con homologaciones de mantenimiento. Este dependerá del tiempo que el avión haya estado fuera de servicio y del tipo de aparato.
Hasta 3 meses de estacionamiento se denomina aparcamiento activo (Flight Ready Conditions). Cuando un avión ha permanecido inmovilizado menos de 3 meses, se tarda menos de una semana en ponerlo en servicio y tenerlo listo para el despegue. Después de los 3 meses, el avión pasa al almacenamiento, es decir, al estacionamiento a largo plazo.
Siempre que llega un avión se le realizan operaciones de protección de los componentes más impotentes (estanqueidad de motores, trenes, sondas, etcétera), se vacían los líquidos y se le asigna una plaza en un aparcamiento adaptado a su tonelaje. A partir de ese momento, el avión recibe visitas diarias, semanales y mensuales.
Tarmac Aerosave cuenta con las autorizaciones pertinentes para realizar visitas durante toda la vida útil del avión.